Sánchez promete continuidad en el área económica del nuevo Gobierno con Sumar

Nadia Calviño, Yolanda Díaz, Teresa Ribera y María Jesús Montero serán los 'pesos pesados' del nuevo Gobierno de coalición. Así lo ha confirmado este lunes el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, en una comparecencia desde el Palacio de La Moncloa en el que ha hecho público el listado de integrantes del Consejo de Ministros y ha prometido una estrategia de continuidad en el área económica que engloba hasta a 10 ministerios. La composición del nuevo Ejecutivo que contará con 22 carteras tiene un importante carácter político, como ha destacado el líder socialista, sin embargo todas las vicepresidencias son económicas: Economía, Comercio y Empresa; Transición Ecológica y Reto Demográfico; Trabajo y Economía Social, y por último, Hacienda y Función Pública.

La coordinación política del Gobierno recaerá en manos de Félix Bolaños que incorpora al Ministerio de Presidencia que controla desde 2018, el departamento de Justicia con la tarea de lograr un acuerdo con la oposición para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Mientras que la 'batuta' en términos económicos la marcará Nadia Calviño, pese a que podría salir de este equipo en los próximos meses, dado que está a la espera de que se resuelva la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI), el brazo financiero de la Unión Europea. Frente a los perfiles políticos que integran la mayoría del Consejo de Ministros, Sánchez vuelve a confiar en la economista para encauzar las relaciones con la patronal, que no atraviesan su mejor momento, a las que también se les hace un guiño con el nombre de la cartera.

"El nuevo Gobierno va a tener un marcado acento feminista con cuatro vicepresidencias y con más ministras que ministros, será también un Gobierno continuista en el área económica y en los ministerios llamados de Estado" ha asegurado el secretario general del PSOE, que prometió el cargo el pasado viernes frente a Felipe VI tras recibir la confianza del Congreso de los Diputados. Sánchez ha repasado el listado de las que serán las prioridades de la coalición para los próximos cuatro años que ya anunció en el debate de investidura. Entre las que se incluye la mejora del acceso a unan vivienda, sobre todo para los jóvenes, un punto que ambos socios consideran importante por igual pero discrepan en las formas de atajarlo y por tanto, con los que Sumar busca marcar perfil propio. 

“Permanencia” y “experiencia”. Esas dos cualidades, citadas por Sánchez en su discurso, definen mayoritariamente a los titulares del área económica de su nuevo Gobierno. "Quiero destacar la solidez de las carreras políticas y profesionales de quienes lo conforman, perfiles a mi juicio idóneos para abordar los retos que España tiene por delante en cada ámbito" ha destacado. Experiencia y permanencia para abordar un contexto en el que España va a tener que hacer frente a las consecuencias de la recesión en la Eurozona -que ya lastra las exportaciones prácticamente un 5% en términos interanuales entre enero y septiembre- y capear, además, los efectos de unos tipos de interés que seguirán elevados y de una inflación que seguirá presionando a la economía real, de hecho, la Comisión Europea la situaba en sus previsiones en el 3,6% de media este año y en el 3,4% el próximo.

El presidente del Gobierno también ha querido templar los ánimos de los agentes sociales, quienes en las últimas semanas habían criticado que se cerrasen acuerdos con las fuerzas políticas independentistas sobre materias propias del diálogo social."[El Gobierno] va a priorizar el diálogo y la negociación en una legislatura que va a ser clave para la cohesión social y territorial de España" ha sostenido Sánchez" en respuesta a los comunicados lanzados por la patronal y los sindicatos. La CEOE reprochó que los nuevas concesiones contribuirían a agravar un contexto difícil para los negocios y la creación de empleo, mientras que UGT y CCOO expresaron su preocupación por la prevalencia de los convenios vascos y el traspaso del régimen económico de la Seguridad Social acordado con el PNV. 

Si bien, los retos económicos van más allá de estas mesas. Las tensiones geopolíticas y la presión al alza de los costes energéticos, con la fuerte dependencia de España del petróleo, pueden impactar en las cuentas públicas, cuando el país deberá ceñirse de nuevo a los objetivos de déficit y deuda fijados por Bruselas al recuperarse, a partir del próximo mes de enero, la vigencia de las reglas fiscales en toda la Unión Europea. El mensaje de "continuidad" busca, sobre todo, ofrecer previsibilidad y tranquilidad a los mercados financieros, con la idea de que el Gobierno seguirá adelante con el proceso de consolidación fiscal y avance en las reformas pendientes.

El ala económica del Gobierno tiene ante sí el reto del despliegue del grueso de los fondos Next Generation de aquí a 2026, salvando las trabas burocráticas que han retrasado algo su adjudicación. Esto pasará por comenzar a solicitar los préstamos en condiciones ventajosas que conforman la segunda parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Está previsto que de aquí a finales de año el Ejecutivo solicité un pago de 16.000 millones de euros de dichos créditos, así como el cuarto pago de los desembolsos a fondo perdido por valor de 10.000 millones de euros. Por lo que la nueva configuración del Consejo de Ministros resultará clave para su gestión, en especial la llegada de Óscar Puente a Transportes y la que fuera portavoz, Isabel Rodríguez a la nueva cartera de Vivienda y Agenda Urbana.