Apoyos cerrados para la investidura

Sánchez encara su legislatura más difícil con un rechazo frontal de los empresarios

La CEOE se pronunciará el lunes sobre los pactos con los partidos independentistas, pero en materia laboral ya han expresado su rechazo a la subida del SMI, la reducción de la jornada laboral y la modificación del despido. 

Sánchez y Garamendi
Sánchez encara su legislatura más difícil con un rechazo frontal de los empresarios.
EFE

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha conseguido articular una mayoría suficiente para revalidar su cargo al frente del Gobierno con la escenificación de los pactos con Junts, PNV y Coalición Canaria (CC). Las negociaciones, que concluyen tres meses y medio después de las elecciones generales y con una investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo de por medio, suponen solo el primer avance para dar paso a la que parece que será la legislatura más difícil del líder socialista, que parte sin el respaldo del sector empresarial, una vez rotas las alianzas tejidas en el marco de la pandemia y plasmadas en los ERTEs, la reforma laboral, la primera ley de pensiones o el acuerdo sobre la cotización de los trabajadores autónomos (RETA).

Las tensiones entre el Gobierno y los empresarios comenzaron a ser evidentes a medida que la inflación avanzaba, como consecuencia de la invasión rusa de Putin, y el 'ala morada' del Ejecutivo emitía críticas directas con nombres y apellidos al sector empresarial, al tiempo que los socialistas promovían los nuevos impuestos a las grandes fortunas, a la banca y a las energéticas. En el diálogo social también se frenó la batería de acuerdos tripartitos, la patronal se negó a apoyar la segunda parte de la reforma de las pensiones al entender que la subida implícita de cotizaciones -al doblar el Mecanismo de Equidad Intergeneracional de un 0,6% al 1,2%- traicionaba lo pactado en la mesa anterior y la referida a los trabajadores por cuenta propia. 

La diferencia entre el momento actual y los primeros años de la legislatura anterior también se ha hecho latente en los escenarios escogidos por el ahora presidente del Gobierno en funciones para llevar a cabo la apertura del curso político. En 2020 y 2021 el líder socialista eligió la Casa de América para esbozar sus líneas de actuación rodeado no solo de la patronal y los sindicatos, sino también de figuras del Ibex 35. En cambio, en 2022 cambió el rumbo con un acto en el Palacio de la Moncloa en el que el peso recayó en la ciudadanía, mientras que en 2023 eligió el Ateneo de Madrid para pronunciarse por primera vez en medio de la ronda de contactos de Feijóo. 

Sánchez también visitó la sede de CEOE a mediados de septiembre para presentar el documento 'Resilient UE2030' en el marco de la presidencia española del Consejo de la Unión Europea. El documento, contenía un listado de propuestas y objetivos para potenciar la competitividad de las empresas europeas en la próxima década, lo que iba muy ligado a las prioridades fijadas por la patronal europea Business Europe al inicio del semestre. Sin embargo, el presidente del Gobierno aprovechó la ocasión para arremeter contra el líder 'popular' y criticar la "descomunal pérdida de tiempo" de su investidura, algo que no gustó nada a los empresarios, según reconocieron algunos de ellos al término del encuentro. 

Disconformes con los acuerdos del PSOE

Dos meses después y una vez materializados los pactos, los empresarios no parecen estar más contentos que esa mañana. El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, convocó este jueves un comité ejecutivo extraordinario para el próximo lunes nada más conocer el contenido del acuerdo entre PSOE y Junts "para abordar la situación de España", "ante la grave preocupación existente en el mundo empresarial" según reflejaba el comunicado difundido por la patronal. Si bien, este viernes el presidente de Cepyme y vicepresidente de CEOE, Gerardo Cuerva, y el de ATA, Lorenzo Amor, ya han expresado su preocupación por el daño al Estado de Derecho y la seguridad jurídica. 

Los dos representantes empresariales, al igual que acostumbra a hacer Garamendi, han recalcado que mantendrán su lealtad institucional al Gobierno que sea elegido por el Congreso, pese a que existan discrepancias con él. No obstante, la reunión del lunes será clave para ver cuál es la posición media resultante entre los empresarios madrileños -que acostumbran a ser más críticos con el Gobierno- y las patronales con mayor peso en Cataluña (Foment del Treball) o País Vasco (Confebask) que previsiblemente mostrarán más sintonías con los pactos sellados con Junts y PNV, respectivamente, y abogarán por rebajar los decibelios en el comunicado conjunto.

CEOE tampoco se pronunció sobre el pacto alcanzado la semana pasada con ERC, sin embargo, no tuvo reparos en criticar el acuerdo de los socios que aspiran a reeditar el gobierno de coalición, PSOE y Sumar. El 24 de octubre, las tres patronales con sede en Madrid optaron por difundir un comunicado conjunto en el que reprochaban que el conjunto de medidas "van a tener un impacto negativo para la actividad de las empresas, en especial de las PYMES y los autónomos, y por tanto para el crecimiento de la economía y la creación de empleo en España". Asimismo, criticaron el "afán intervencionista del Gobierno" y el "atropello constitucional" de abordar materias propias del diálogo social "a espaldas de los interlocutores sociales". 

El acuerdo programático firmado por Pedro Sánchez y Yolanda Díaz incluye la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas para 2025, el "refuerzo de las garantías frente al despido", la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para evitar la pérdida de poder adquisitivo y un tipo del 15% en el Impuesto de Sociedades que gravará el resultado contable de las empresas con el que esperan recaudar 10.000 millones de euros. Los líderes empresariales han expresado su rechazo a cada una de estas políticas en diferentes intervenciones, lo que dibuja un escenario complicado para el Gobierno no solo en la disputa parlamentaria, también en el diálogo social.

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