Tendría un efecto adverso 

Sedigas aboga por una revisión del plan de ayudas para la sustitución de las calderas

Ha aclarado que la Directiva refundida de Eficiencia Energética (UE) 2023/1791, publicada el 20 de septiembre en el Diario Oficial de la UE, no prohíbe las calderas de gas, pero establece un plazo de dos años para su transposición.

Sedigas aboga por la revisión de los planes de ayudas para sustituir las calderas
Sedigas aboga por la revisión de los planes de ayudas para sustituir las calderas
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Sedigas considera que hay que reestructurar los planes de ayudas para sustituir los equipos actuales de calefacción. Afirma que se debería apostar por unos más eficientes y menos contaminantes, pero que el cambio no es posible en los hogares de rentas más bajas, dadas las elevadas inversiones requeridas. La patronal gasista dice que una eventual prohibición de las calderas de gas (incluidas las de condensación de alta eficiencia, preparadas para funcionar con energía renovable) tendría un efecto adverso en la transición energética ya que algunos hogares tendrían muchas dificultades para acceder a otras opciones de calefacción renovable.

En un comunicado que recoge Efe, ha aclarado que la Directiva refundida de Eficiencia Energética (UE) 2023/1791, publicada el 20 de septiembre en el Diario Oficial de la Unión Europea (UE), no prohíbe las calderas de gas, pero establece un plazo de dos años para su transposición. 

La Directiva apunta que después del 1 de enero de 2026 no se permitirán medidas de eficiencia energética que contemplen el uso directo de combustibles fósiles, ni subsidios para su uso en edificios residenciales. Con ello, pone límites a cualquier tipo de ayuda directa en el ámbito de la eficiencia energética para la adquisición o renovación de esas tecnologías en los edificios de viviendas.

Sedigas define como "poco realista" fiarlo todo a las bombas de calor. Añade que la bomba de calor individualizada no permite alcanzar el cumplimiento de los objetivos de descarbonización propuestos por la UE. El uso de bombas de calor en momentos del día en que la generación renovable no cubre la demanda implica el uso de fuentes de energía más contaminantes para el suministro eléctrico.

Apuesta por el biometano

Sin embargo, dice que las mismas calderas de las que se dispone actualmente son perfectamente compatibles con gases renovables como el biometano y con hasta un 20 % de hidrógeno renovable. Según Sedigas, el biometano es una de las mejores opciones para descarbonizar el parque de edificios de la UE, pues no requiere ningún tipo de adaptación de la infraestructura gasista, del transporte ni de la distribución hasta los hogares, y es completamente compatible con los equipos con los que ya contamos.

Solamente con 35 teravatios hora (TWh) de biometano, objetivo mínimo que Sedigas pide, es posible abastecer y descarbonizar el 70% de los hogares sin que tengan que hacer ningún tipo de inversión adicional en sus equipamientos. Asimismo, señala que, en el caso de que haya que renovar los equipos por nuevos de condensación, se pueden instalar en el mismo lugar que los antiguos sin necesidad de hacer obras y con una inversión mínima para el cliente.

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