El Ministerio de Transportes ha sacado a licitación pública el estudio que deberá determinar si es viable construir una nueva línea ferroviaria para el corredor de la Ruta de la Plata. Este estudio, anunciado antes de las elecciones, analizará la viabilidad técnica, social y económica de la construcción de una línea de ferrocarril entre Plasencia (Cáceres) y León. La idea del Ministerio pasa por comprobar si se puede resucitar un trazado por el oeste peninsular que haga paso por las provincias de Salamanca y Zamora, recuperando cuatro décadas después la conexión por tren entre ellas.
Este contrato de servicios, valorado en casi un millón de euros (967.612€, en concreto), deberá valorar distintos parámetros socioeconómicos y técnicos para poner en marcha un nuevo trazado, ya que el antiguo está en parte desmantelado, y lo que queda en pie no se adapta a los estándares actuales del ferrocarril español. La empresa que se adjudique el contrato tendrá dos años para presentar sus conclusiones al Ministerio.
La reapertura de esta línea forma parte de las reclamaciones habituales de estas provincias, que integran la llamada España Vaciada, y que vieron cómo esta línea ferroviaria fue cerrada a mediados de los años ochenta por falta de rentabilidad y un bajo número de tráficos. Sin embargo, el impulso al ferrocarril que han pactado los países de la Unión Europea puede dar una nueva vida a esta infraestructura,
Según ha informado el Ministerio de Transportes, este estudio de viabilidad deberá contener un estudio de demanda específico y un estudio de rentabilidad socioeconómica. Además, analizará varias alternativas para el trazado de esta nueva ruta ferroviaria, que deberán compararse bajo consideraciones técnicas, económicas, medioambientales y de explotación para proponer una de ellas.
Compatibilizar mercancías y pasajeros
La intención del actual Ejecutivo pasa por estudiar si es factible construir una nueva línea en la que se compatibilicen tráficos ferroviarios de viajeros y mercancías y al mismo tiempo sea competitiva en tiempos de viaje. Para ello, se contemplará un trazado que permita una velocidad mínima de 200 kilómetros por hora, algo imposible de lograr con la ruta original, cuyos parámetros de construcción original ofrecen velocidades medias poco atractivas.
La ambición del departamento dirigido por Raquel Sánchez pasa por que esta ruta forme parte del Corredor Atlántico ferroviario, una vez lograda su reincorporación en la red global de corredores ferroviarios europeos. Este compromiso obligaría a su construcción antes del año 2050, aunque ni siquiera el Ministerio tiene todavía los plazos establecidos para completar este corredor.
La nueva ruta, en caso de llevarse a cabo, podría diseñarse con vistas a mejorar la conectividad con Portugal, de forma que se habilite para trenes de mercancías de hasta 750 metros de longitud o como una autopista ferroviaria que permita subir al tren los camiones que hoy circulan por la Autovía Ruta de la Plata.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios