Supone el 50% de las ayudas europeas

El 'bazuca' de Alemania en apoyo de sus empresas amenaza el mercado europeo

Angela Merkel
Angela Merkel
Michael Kappeler/dpa

Berlín ha entregado un billón de euros en ayudas de Estado a las compañías del país para sobrevivir la crisis de la Covid-19. Este 'bazuca' con dinero público es muy superior al lanzado por cualquier otro socio europeo, un respaldo que “preocupa” en Bruselas por el riesgo  de distorsión de la competencia y como freno para la recuperación del resto de países. En el territorio comunitario temen que el Mercado Único europeo corra peligro, no de desaparición como se temió en algún momento del Brexit o durante la crisis griega de 2015, pero sí de sufrir una gran fragmentación hasta el punto de aumentar los desequilibrios entre Estados Miembros y empresas europeas.

En Bruselas lo saben y ya lo reconocen abiertamente. Lo dice la Comisión Europea en sus análisis, alerta públicamente sobre ello la vicepresidenta y responsable de Competencia, Margrethe Vestager, y lo temen los altos diplomáticos presentes en la capital comunitaria. Alemania acapara el 51% de las ayudas de Estado aprobadas por la Comisión. Sean inyecciones de capital a las empresas, deuda subordinada, préstamos desde la banca pública o avales y garantías, el Gobierno de Angela Merkel ya ha apoyado con un billón de euros a sus compañías. Esquemas de protección que reciben el visto bueno del departamento de Competencia. El rescate de la aerolínea Lufthansa es solo la última muestra de la capacidad de Berlín para movilizar recursos y salvar a sus empresas.

España solo el 1,4% del total

Desde que se produjo una relajación de las normas sobre ayudas públicas a mediados de marzo, Berlín inició un sprint para sostener a sus empresas, gracias a sus ingentes recursos públicos, y va en cabeza por mucha diferencia. Francia ha ofrecido poco menos de 350.000 millones a sus empresas, un 17% del total aprobado por Bruselas, e Italia en torno a 300.000 millones, el 15%. La Comisión ha autorizado más de 120 peticiones de apoyo público por parte de los gobiernos para sus empresas. Alemania es el líder indiscutible y la segunda y tercera economía de la UE van muy por detrás. Según ha podido saber 'La Información', la ayuda aprobada para España corresponde a aproximadamente el 1,4% del total de la ayuda estatal aprobada hasta el momento.

Fuimos los primeros en denunciar el peligro de una situación de ruptura del mercado interior, antes que la Comisión”, insiste una fuente diplomática española, consciente de que “tener una capacidad de financiación propia muy superior a otro socio comunitario desequilibra el mercado interior”. Con un superávit presupuestario en 2019 del 1,4% sobre su PIB y una deuda sobre PIB de solo el 60%, Alemania cuenta con más recursos que las deficitarias España (100%) o Italia (140%) para sostener a sus empresas. “Hay grandes diferencias entre los niveles de ayudas públicas de cada Estado miembro, lo que parece estar vinculado al margen fiscal que tienen y a los tamaños respectivos de sus economías”, reconoce la portavoz de Vestager, Arianna Podesta.

Malestar en Bruselas

La preocupación sobre las distorsiones en el mercado único que provoca la rapidez y recursos con los que Alemania sostiene a sus empresas es compartida por varias capitales. En la capital comunitaria hay un malestar creciente por la dicotomía entre políticas de fondos estructurales y de ayudas de Estado. "La política de cohesión, estructural, es más necesaria para evitar que ese desequilibrio del mercado interior no se convierta en irreversible”, señala este diplomático. A mediados de marzo, la Comisión Europea suspendió las normas estrictas de ayudas públicas para permitir que los 27 inyectasen liquidez en sus economías y empresas, fuertemente golpeadas por la crisis provocada por el coronavirus. Hasta el momento, Bruselas ha autorizado medidas por 2 billones de euros.

Pasadas unas semanas, la vicepresidenta Vestager confiaba en que las ayudas públicas de Alemania a sus empresas actuasen como olas extendiéndose por el mar comunitario cumpliendo el papel de locomotora que se la demanda a la primera economía del continente. Ahora, es un tsunami que amenaza a todo el mercado interior. “Ya ha sucedido en cierta medida", lamenta ahora la jefa de Competencia, Margrethe Vestager, que teme que en la recuperación económica durante las desescaladas Europa se haya dejado miles de empresas viables, afectando finalmente al crecimiento de todo el continente.

"Las dinámicas de poco crecimiento perjudican a su vez a la parte más próspera del mercado interior", explica la fuente diplomática, “es una pescadilla que se muerde la cola porque al hacerte más pobre el más rico también se beneficia menos”. Vestager ya reconoce “las enormes diferencias” entre los diferentes Estados Miembros a la hora de conseguir pasar sus esquemas de protección pública en Bruselas. Bélgica ha obtenido sólo el 3% de las ayudas aprobadas y Polonia, 2,5%.

Recientemente, España consiguió ‘pasar’ los 1.280 millones de euros en ayudas públicas concedidas a Correos para cumplir su función de obligación de servicio universal postal. Son correspondientes al periodo 2011-2020, así que realmente no se incluyen dentro de esta nueva flexibilidad ofrecida por la Comisión para mantener el tejido productivo del continente en tiempos del coronavirus.

“Es absolutamente necesario que todos los Estados miembros puedan actuar masivamente”, defiende el comisario de Mercado interior, Thierry Breton, sumándose a las quejas de Vestager. Un funcionamiento del mercado interior es capital para todas las cadenas de producción y valor del continente, desde los componentes automovilísticos fabricados en España y exportados a Alemania para su ensamblaje final hasta el aceite de oliva producido en Grecia y que es comercializado en Bélgica.

Pero, además, como se quejan desde el Gobierno español, es básico que las ayudas públicas no desnivelen el terreno de juego y existan una competencia real entre las empresas según la calidad y los costes de sus productos y servicios, que haya un verdadero “level playing field”, como ya ha denunciado la vicepresidenta de Economía, Nadia Calviño, en Bruselas. El riesgo que es compañías viables no superen esta crisis porque una falta de liquidez se convierta en metástasis de su tesorería mientras otras medio zombis son capaces de sobrevivir gracias al apoyo público.

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