Vuelta a empezar. Abengoa ha vuelto a conseguir el favor de los bancos y los fondos acreedores para alargar una vez más el plazo para salvarse. La nueva fecha clave será el próximo 6 de noviembre, tal y como ha comunicado la propia compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En el mismo comunicado, la compañía que encabeza Gonzalo Urquijo eleva la presión sobre la Junta de Andalucía con el fin de conseguir que cumpla su palabra y aporte los 20 millones de euros con los que se había comprometido.
En la información remitida al mercado, la compañía sevillana señala que el objetivo de alargar de nuevo el plazo es dar un margen para que "la Junta de Andalucía pueda aportar el compromiso de apoyo financiero antes referido, única condición que no depende del grupo y que está aún pendiente a día de hoy". Lo hace en negrita, destacando la importancia de esta aportación que ha dejado en el aire el trabajo de meses que han llevado a cabo tanto desde la compañía como desde las diferentes entidades financieras y acreedores.
En este sentido, la compañía señala que es "de imperiosa urgencia" poder cerrar la transacción para que el grupo encabezado por Abengoa Abenewco 1, cabecera de los negocios del Grupo Abengoa, pueda disponer de las líneas de liquidez y avales comprometidas en la misma. La primera disposición de las cuantías estaba prevista para el pasado mes de septiembre pero la imposibilidad de sacar adelante el acuerdo ha frenado la entrada de liquidez.
Este retraso perjudica de manera significativa la continuidad de los negocios de Abengoa Abenewco 1 y su grupo que, de acuerdo con la versión de la firma, ven limitadas sus posibilidades para acceder a nueva contratación y para cumplir con sus obligaciones corrientes, con lo que consideran que no puede extenderse de manera indefinida. Cabe recordar que la empresa acumula importantes retrasos en el pago de las nóminas de sus trabajadores desde el pasado mes de julio.
Por todo ello, el consejo de administración de la empresa urge a las partes implicadas a "cerrar la transacción en un periodo de tiempo corto para mitigar los efectos negativos que el retraso está ocasionando en la situación financiera y de negocio de la compañía".
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