Acusaciones mutuas

Abengoa y la Junta de Andalucía rompen los puentes a cuatro días del 'deadline'

La compañía sevillana da por perdido el apoyo del Gobierno de Juanma Moreno mientras negocia con la banca la firma de la reestructuración sin los 20 millones prometidos. 

SOS de Urquijo a la banca en Abengoa para reponer los 20 millones de la Junta
Abengoa y Andalucía velan armas a solo cuatro días de la junta de accionistas. 
J.G.

Sin acuerdo y sin visos de alcanzarlo. Este es el resumen de una semana más en el largo camino de la negociación para salvar Abengoa, una prórroga que este mismo jueves llega a su fin y lo hará, a todas luces, sin acuerdo definitivo, tal y como confirman a La Información fuentes conocedoras de las negociaciones. Pero esta semana ha servido para que la relación entre la Junta de Andalucía y la compañía se tense aún más. Todo ello, a solo cuatro días de la que será una fecha clave, esta vez sí, para la compañía: la junta de accionistas en la que se votará, entre otras cosas, el relevo del consejo de administración. 

El Gobierno de Juanma Moreno sigue enrocado en el 'no' con respecto a la aportación de 20 millones de euros que se prometió en agosto y que nunca llegó. Este mismo martes, solo 48 horas antes de que se cumpliese el plazo marcado el pasado viernes para tratar de conseguir una solución, Elías Bendodo, consejero de la Presidencia, señalaba que no existía ningún avance en lo que a las negociaciones se refiere y que "la empresa no le ha facilitado ningún plan de viabilidad a la Consejería de Hacienda". 

Abengoa no se ha quedado callada y ha respondido al portavoz de la Junta de Andalucía recordando las reuniones entre ambas partes en las que se presentó el citado plan que el Gobierno regional no reconoce y ha señalado que lo hizo en tres ocasiones. Un enfrentamiento en el que ambas partes llevan inmersas varias semanas pero que se ha recrudecido ante el inmovilismo que muestra la Junta mientras sigue buscando una "fórmula jurídica" para aportar los 20 millones prometidos

Pero este no es el único campo de batalla. Otro de los puntos con los que Abengoa ha tomado partida en esta guerra es con la sede de la compañía, actualmente en Sevilla. Ante la falta de avances en las negociaciones, la compañía puso sobre la mesa la posibilidad de mover el cuartel central a otro territorio, llegando incluso a hablarse de Valencia. En cambio, de fraguarse la intención de llevar a cabo este movimiento, debería ser aceptado por los accionistas en una hipotética junta. 

El Gobierno regional que encabeza Juanma Moreno tampoco se ha quedado quieto ante esta afirmación y ha llegado incluso a calificar de "chantaje" el intento de Abengoa. Las relaciones entre ambas partes no han hecho más que recrudecerse en los últimos días y que lleguen a buen puerto parece cada vez más improbable. Mientras tanto, con la mirada puesta en que esta cantidad no llegará, la compañía lleva varias semanas buscando un 'plan B' que le permita salvarse.

Por un lado, ha pedido a la banca firmar los acuerdos de refinanciación y restructuración que se alcanzaron en agosto sin la aportación de la Junta de Andalucía, tal y como adelantó La Información, y, por otro, negocia con varios proveedores el aplazamiento de ciertos pagos. De esta forma conseguiría seguir adelante con su actividad sin necesidad de la aportación del Gobierno regional y tendría un balón de oxígeno para pagar las facturas pendientes con algunos de sus proveedores. 

El próximo martes se celebra la junta de accionistas

Todo ello se produce a solo unos días de que se celebre la junta de accionistas que se convocó a instancias de los minoritarios y en la que se votará, entre otras cosas, la destitución en bloque del consejo de administración. Los accionistas más pequeños se quedan, de acuerdo con el plan presentado por la cúpula de la compañía, con apenas un 2,7% del capital de la nueva sociedad, Abenewco 1. Este porcentaje es considerado por los minoritarios como "inaceptable, una posición residual". 

En este sentido, un grupo de accionistas presentó un nuevo plan de 'salvamento' para la compañía ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) este mismo miércoles. En él se mantienen las líneas de financiación solicitadas a la banca y los avales públicos de CESCE, pero al mismo tiempo se incluye la participación de la SEPI y la presentación de un plan estratégico a nueve años que sería pilotado por un nuevo consejo de administración. 

El pasado viernes los propios consejeros tiraron por tierra todos los argumentos de los minoritarios a través de un comunicado a la CNMV que tachaba de "ilusoria" la propuesta para provocar una renegociación de la refinanciación con el fin de que la matriz mejorase su posición en la estructura de capital. El consejo señaló que los acreedores que han comprometido la financiación y los avales necesarios para asegurar la continuidad del grupo y de su actividad económica han manifestado que retirarán dicha financiación en caso de producirse un cambio en el consejo que debe ejecutar el plan de negocio. Una guerra que sigue abierta. 

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