Tras quedar fuera del concurso en 2019

Aena se enfrenta a una demanda de más de 55 millones... por sus marquesinas 

JCDecaux exige al gestor aeroportuario una compensación por las pérdidas que le acarreó la explotación de espacios publicitarios en las bases españolas, a raíz del estallido de la burbuja inmobiliaria.

Una mujer camina por la terminal T4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas
Cemusa reclama 55 millones a Aena por el fiasco de los anuncios en aeropuertos
Europa Press

El 'divorcio' entre JCDecaux y Aena ha llegado a los tribunales. Corporación Europea de Mobiliario Urbano (Cemusa), participada al 100% por la compañía francesa, ha demandado a la empresa pública por las pérdidas que le acarrearon varios contratos de explotación de los espacios publicitarios en los aeropuertos españoles, circunstancia por la que ahora reclama más de 55 millones de euros al gestor aeroportuario. JCDecaux alega que, debido la crisis de 2008, los ingresos obtenidos de los anunciantes no llegaron a cubrir el importe de los cánones que la sociedad abonó a Aena, en contrapartida por la adjudicación de este servicio. 

JCDecaux exige al gestor aeroportuario que repare el 'agujero' que horadó el estallido de la burbuja inmobiliaria en sus cuentas y lo hace después de que Aena dejase a la compañía fuera de su última adjudicación, en 2019,  con la que cerró la cesión de sus superficies publicitarias  para los siguientes ocho años. Hasta entonces y desde el año 2012, la sociedad gala había gestionado el alquiler de estos espacios en todos los aeropuertos peninsulares de la red de Aena. También en los del archipiélago balear. Pero el escenario cambió hace dos ejercicios, después de que en septiembre de 2018 venciesen los últimos contratos que tenían a JCDecaux y JFT -gestora de las marquesinas de las bases canarias- como únicas beneficiarias. 

Aena dividió la licitación en ocho lotes, correspondientes a las distintas áreas en las que se englobaron todos los aeropuertos de la red, que las empresas adjudicatarias explotarán hasta 2026, más otros dos años de prórroga. Exterior Plus -controlada en un 97,45% por el fondo HIGCapital- ,se llevó la mejor parte, los lotes Centro (Barajas, Cuatro Vientos, Burgos, Salamanca y Valladolid) y Cataluña (ElPrat, Girona, Reus y Sabadell ), que incluían las bases de la capital y la Ciudad Condal, las joyas de la corona del concurso. Por su parte, el consorcio Ceco-New Business Media logró el lote balear (Palma de Mallorca, Ibiza, Menorca y Son Bonet), mientras que JFT mantuvo las bases de Canarias y se hizo con las de Andalucía y Extremadura. Entre las nuevas beneficiarias se incluyó Grupo Promedios, que se adjudicó los lotes de Levante, Norte y Noroeste. 

En su demanda contra Aena, JCDecaux se acoge a la cláusula "rebus sic stantibus", que avala la revisión de un contrato si concurren circunstancias que alteran las condiciones en que este se firmó.

En 2019, la empresa gala perdió toda su presencia en la red de aeropuertos de Aena. Pero las últimas cuentas anuales del gestor aeroportuario anticipan que ambas deberán verse las caras en los tribunales: "Está pendiente la celebración de la audiencia previa, sin que hasta el momento haya sido señalada". Igualmente, el informe de la empresa pública correspondiente al pasado ejercicio recoge que su Secretaría General califica el riesgo de esta reclamación, por valor de 55.215.000 euros, como "remoto". Por su parte, Cemusa se acoge a la cláusula "rebus sic stantibus" (literalmente, "mientras continúen así las cosas"), que avala la revisión de un contrato siempre que concurran circunstancias nuevas, que puedan alterar las condiciones que se consideraban cuando se firmó. 

Esta misma cláusula ha sido muy recurrente a lo largo de la pandemia, por lo que Aena especifica en sus cuentas que la citada demanda no está vinculada en modo alguno a la Covid-19. El conflicto viene de atrás, aunque en las cuentas del gestor aeroportuario no había aflorado hasta ahora. De hecho, una sentencia de 2017 de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, que abordaba un ajuste de empleo ejecutado por el grupo, ya cifró el 'roto' de la crisis del ladrillo en los resultados de JCDecaux y su participada. En el texto del fallo, el TS se hizo eco de las cuentas que entonces alegó Cemusa: "Los ingresos derivados del contrato de AENA -de 22 a 25 millones de euros al año- no cubren ni siquiera los cánones a pagar -de 23 a 26 millones anuales-, por lo que las pérdidas generadas superan los 5 o 6 millones de euros, dependiendo del ejercicio".

La actividad principal de Cemusa consiste en la instalación y explotación publicitaria de mobiliario urbano. La compañía lleva a cabo este servicio a través de los concursos de las administraciones y organismos públicos. Si resulta adjudicataria, la empresa debe abonar un determinado canon a la institución correspondiente por alquilar estas superficies. Este fue el caso de los acuerdos que la sociedad firmó con Aena en su momento, cuando extendió su presencia por buena parte de la red de aeropuertos españoles. En el plazo de ejecución de dichos contratos, la crisis de 2008 cambió el curso de los acontecimientos y desplomó las inversiones en publicidad, lo que llevó a Cemusa a abaratar las rentas que exigía a los anunciantes por estos espacios.

Casi una década después del estallido de la burbuja inmobiliaria, a la compañía francesa seguían sin salirle las cuentas. "Cemusa ha visto abaratarse sus precios cerca de un 52% -2014 real- y 58% -2015 estimado- desde el año 2008, frente a un incremento del 13.4% del IPC", recoge la citada sentencia del Alto Tribunal. El cambio en las reglas del juego es el clavo al que se aferra JCDecaux para recuperar parte de lo perdido en territorio español. El mismo argumento que, desde hace meses y en el contexto de la crisis sanitaria del coronavirus, mantiene enfrentados al gestor aeroportuario con sus operadores comerciales. Para encarar esta última batalla, que también ha llegado a los tribunales, la empresa pública ya ha provisionado más de cinco millones de euros.

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