Banca y sindicatos se sentarán a negociar el nuevo convenio a finales de octubre

La comisión negociadora del convenio colectivo de banca y de ahorro, donde están presentes tanto la Asociación Española de Banca (AEB), la CECA (Asociación de Bancos Minoristas y Cajas de Ahorro) y Rurales (UNACC-ASEMECC) como los sindicatos CCOO, UGT y FINE, se reunirán los próximos 31 de octubre, en el caso de banca, y el 2 de noviembre, para ahorro, con el objetivo de negociar los nuevos convenios para el periodo 2024-2026.

Los representantes de los trabajadores reclamarán a las patronales la revisión de los incrementos salariales y las condiciones de los prestamos a los empleados. Los sindicatos quieren aprovechar la presentación de los resultados del tercer trimestre de las entidades, en los que seguirán reflejando la buena evolución de los ingresos por la subida de los tipos de interés, antes de que venza el actual convenio, previsto para el 31 de diciembre de este año. 

En cuanto a lo primero, los sindicatos reclaman un incremento salarial entre el 17% y el 23% en 3 años, que incluyen medidas adicionales compensación pérdida poder adquisitivo. Para 2024, buscarán una subida salarial de las tablas del 5% más un 1% en función del IPC y otro 1% adicional según los beneficios sector. Para 2025, la subida sería del 4% más otro 1% en función de la inflación y un 1% en función de los beneficios, mientras que para 2026, el incremento sería del 4%, incluyendo otro 1% adicional en función del IPC y de los beneficios.

Adicionalmente reclamarán garantías para que toda la plantilla se beneficie de los incrementos pactados y abonos no recurrentes, sin compensación ni absorción ni mecanismos similares.

En cuanto a los préstamos, se exigirá la limitación hasta el 1 de octubre de 2024, ampliable en plazo, del 1%. Adicionalmente, también se reclamarán medidas sectoriales y por empresa para la mejora del clima laboral. También que se actúe sobre la Presión comercial, las cargas de trabajo, la dotación de plantilla, los riesgos psicosociales y la consideración de enfermedades psicológicas como profesionales.