El Tribunal Supremo ha cambiado de tercio 24 horas después. Tras la sentencia que publicó este jueves que obligaba a los bancos a pagar el conocido como 'impuesto hipotecario', que es realmente el impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados (AJD), que hasta ahora tenían que pagar los clientes. Con este cambio, se estimaba que miles de clientes desde 2014 podrán pedir entre 2.000 y 3.000 euros por la hipoteca, ya que tenían efecto retroactivo a los últimos cuatro años.
Pero, este viernes el Supremo ha decidido paralizar esta decisión y ha anunciado que, por el momento, deja en punto muerto los procesos similares en la sala de lo Contencioso, para no sentar jurisprudencia, y eleva así la decisión final al Pleno de la sala para que decida si se debe hacer el cambio de jurisprudencia o no.
Un frenazo que ha provocado una gran sorpresa y que ya está teniendo sus efectos en el sector bancario. Al menos, en lo que respecta a su oferta hipotecaria actual. Porque los dos principales bancos del país también han echado el freno con este cambio de tercio y han paralizado la oferta online de sus hipotecas.
Así consta por ejemplo en la web del BBVA, pues el apartado dedicado a las hipotecas aparece directamente sin servicio, como se puede ver en la imagen que ilustra esta información. Por su parte, el Santander directamente ha quitado el enlace a las hipotecas de su portal y ahora mismo es imposible acceder a él.
Bankia también se ha sumado a este 'apagón hipotecario' y en el apartado de su página web dedicado a esta financiación aparece la frase "Disculpen las molestias. La página solicitada no se encuentra disponible temporalmente". De este modo, se une a los dos grandes bancos en el parón de sus ofertas hipotecarias.
Por el momento, el resto de entidades que operan en España mantienen este servicio, como Caixabank, Sabadell o ING, aunque puede que en las próximas horas sigan la tendencia iniciada por los dos más grandes, como ha hecho Bankia.
La desaparición de las hipotecas en las webs de Santander y BBVA se debería a la inseguridad jurídica que hay ahora mismo sobre ellas, ya que hasta que no se tome una decisión en firme, ahora no está claro quién debe hacer frente a este impuesto, los ciudadanos o los bancos.
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