Oscilaciones en el mercado

Bankinter vigila el poder de la inflación para encarecer las emisiones de deuda

La entidad asume que las expectativas de incremento de las cifras futuras del IPC provocarán que los inversores se vuelvan más exigentes y reclamen mayores rentabilidades en sus inversiones de renta fija.

La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa
La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa
BANKINTER

Bankinter asume ya como riesgo el poder de la inflación para encarecer las emisiones de renta fija. El Índice de Precios al Consumo (IPC) ha entrado en una espiral alcista indomable, con niveles superiores al 10% en España, por lo que la posición de los inversores empieza ya a dar un giro para caracterizarse por las máximas exigencias. Quieren mayores rentabilidades en sus inversiones en deuda para protegerse de la subida de precios, lo que a su vez genera caídas en los valores en circulación.

Ante esta situación, la entidad dirigida por María Dolores Dancausa advierte: los inversores que vendan sus valores antes de vencimiento podrían afrontar pérdidas. Bankinter se ha visto abocada a emitir un suplemento a su folleto base de emisiones de enero de este mismo año para incluir el riesgo de inflación, puesto que los valores de renta fija se ven especialmente afectados por las expectativas de un mercado inflacionista y una política monetaria restrictiva. En definitiva, de perspectivas de incrementos de tipos de interés.

Precisamente el Banco Central Europeo (BCE) abordará el próximo jueves, 21 de julio, la que será la primera subida de tipos de interés en el área del euro en once años. Esta reunión del consejo de gobierno de la autoridad monetaria marcará un punto y aparte entre la política ultraexpansiva de los últimos años y la vuelta a la ortodoxia monetaria. Es previsible que en septiembre vuelva a acometer otro incremento de los tipos oficiales, incluso de una forma más enérgica. Dependerá, en todo caso, del escenario macroeconómico y de su capacidad de resistencia a esta nueva era restrictiva. En un contexto de desaceleración, se corre el riesgo de caer en recesión. 

Las emisiones con tipos de interés fijo se verán más penalizadas que las que están vinculadas a uno variable

Lo que es evidente es que las rentabilidades que ofrecen las inversiones en valores de renta fija oscilarán en el mercado para incorporar los niveles de inflación esperados y estos movimientos alterarán el valor de mercado de la renta fija. Bankinter avisa, además, que si bien el nuevo marco afectará a todos los valores de renta fija, aquellas emisiones que tengan un tipo de interés fijo se verán incluso más penalizadas que las que cuentan con un tipo de interés variable. 

En estas últimas el impacto negativo se podría ir aminorando debido a que las revisiones que se hagan del tipo variable irán incorporando las subidas de tipos nominales del mercado. La intensificación en las presiones inflacionistas, un fenómeno agravado fundamentalmente por la invasión armada rusa sobre Ucrania, ha dado lugar a este cambio de ciclo en la dirección de la política monetaria, con consecuencias directas en los mercados financieros. 

El Estado también sufre...

Y no solo a nivel corporativo se observa este impacto. Cristina Herrero, la presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), advertía hace poco al Gobierno. Sus previsiones atisban un fuerte incremento de la carga financiera ante el endurecimiento de la política monetaria en respuesta a la inflación. La autoridad supervisora calcula un incremento del tipo medio de emisión superior a los 100 puntos básicos, lo que elevará tres décimas la previsión del tipo implícito (hasta el 2,3%), cuatro décimas de PIB la carga financiera (hasta el 2,4%) y más de 12.000 millones de euros adicionales el gasto por intereses en 2025.

En lo que va de año, el tipo de interés del bono a 10 años ha registrado un aumento de 240 puntos básicos, alcanzando valores que no se registraban desde el año 2014. Los mayores tipos impactan en las nuevas emisiones de deuda, y se irán trasladando gradualmente (dada la elevada vida media) al tipo medio de la cartera. La autoridad fiscal tiene claro que los altos niveles de deuda en un contexto de subida de tipos de interés suponen un gran coste de oportunidad.

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