Resultados en julio

El BCE ultima los inéditos test de estrés del clima tras recibir los informes clave

Las entidades financieras acaban de realizar la última entrega (segundo full data submission). Ahora, la autoridad monetaria mantiene un canal de diálogo abierto con el sector mientras evalúa la información. 

Christine Lagarde, BCE
Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE). 
Europa Press

El novedoso ejercicio para analizar el riesgo climático de las entidades se acerca a su fin. Los bancos acaban de completar sus obligaciones tras realizar la última entrega de documentación (segundo full data submission) y es ahora el Banco Central Europeo (BCE) el que debe avanzar en su proceso interno de evaluación, según han confirmado fuentes financieras a La Información. La autoridad progresa en el análisis de toda la información obtenida y en la elaboración del informe que dará lugar a los resultados de los primeros test de estrés climáticos de la zona euro. 

A pesar de que los bancos ya han finalizado las tareas más engorrosas, la institución presidida por Christine Lagarde mantiene un canal de diálogo abierto con los mismos por si se topa con dudas en relación a la documentación recibida. El BCE tiene previsto remitir a cada entidad de manera interna la 'nota' obtenida en estas pruebas de resistencia a principios de julio y posteriormente se prevé que compartirá con el mercado los resultados agregados el viernes 8 de julio

Para la banca no ha sido fácil. Si ya deben dedicar una inmensa cantidad de recursos para atender a todas las peticiones supervisoras, los test de estrés climáticos han obligado a poner a trabajar en ellos a varias divisiones. El intenso esfuerzo que hacen cada dos años para atender las pruebas de resistencia tradicionales ha tenido ahora que redoblarse por la complejidad que supone el desarrollo de los nuevos requerimientos vinculados al medioambiente en un período de tiempo muy corto. 

"Ha sido un ejercicio retador (...). Nos da un poco de miedo cómo va a recibir el mercado los resultados y que algunos extraigan conclusiones inexactas"

"Ha sido un ejercicio retador con el que se está aprendiendo mucho, pero aún queda tiempo hasta que se converja a una única metodología, este es sólo un primer paso", señalan a este periódico desde una de las grandes entidades sometidas al examen. De hecho, algunas voces recuerdan que no se trata de un test de aprobar o suspender. No tendrá efecto sobre el proceso de revisión y evaluación supervisora (SREP, en inglés), ni se va a exigir ningún requisito al que saque peor nota. "Solamente tendrá implicaciones cualitativas, con posibles recomendaciones sobre cuestiones analíticas a mejorar", indican. 

"Nos da un poco de miedo cómo vayan a recibir los mercados los resultados de los test de estrés climáticos", comentan fuentes del sector. A pesar de que el BCE ha dejado claro en numerosas ocasiones que se trata de un ejercicio de aprendizaje, temen que algunos extraigan conclusiones inexactas. Todavía no es conocido hasta qué nivel de desagregación llegarán los resultados que se harán públicos dentro de un mes, pero consideran que sería un error si de ellos se deduce, por ejemplo, que la gran banca española está peor posicionada que la alemana o la francesa, cuando la ponderación por países es muy desigual. En España, los riesgos de incendios están muy sobreponderados, lo que da la impresión de que se está "constantemente ardiendo y hay un riesgo alto sobre las carteras". 

Se trata, según la banca, de una prueba relativa a un campo "muy nuevo" en el que todo está por descubrir. Piden un poco de paciencia hasta que se logre dar un salto importante en conocimiento y herramientas para la unificación de metodologías. Lo importante para el sector bancario es que el mercado entienda que este análisis se hace con unos objetivos muy distintos a los de los tradicionales, en los que se busca anticipar la destrucción del capital en situaciones extremadamente adversas. 

Fue en el primer trimestre de este año cuando el BCE dio pistoletazo de salida a los test de estrés climáticos. La prueba abarca fundamentalmente varios asuntos. Por un lado, los bancos han sido sometidos a un cuestionario general para evaluar las herramientas de gestión de riesgos, permitiendo comprender los avances de cada una de ellas. Asimismo, se ha llevado a cabo un análisis comparativo a través del cual se obtendrá información sobre cuánto depende el sector de los ingresos procedentes de las industrias intensivas en carbono y qué volumen de emisiones de efecto invernadero financia. Esto ofrecerá una aproximación indicativa de la sostenibilidad de los modelos comerciales de cada banco. Otra de las cuestiones sobre las que el BCE pone el foco es en la exposición que tienen los grupos bancarios bajo su paraguas a eventos climáticos extremos.

Esta presión ha llevado a los bancos a acelerar sus planes sobre la gestión de riesgos, lo que les exigirá a operar siempre con la vista puesta en las tres décadas siguientes y diseñar objetivos intermedios para sus exposiciones al riesgo que puedan hacerlos aptos para una economía neutra en carbono para 2050. Algunas entidades ya están diseñando nuevos marcos de riesgos a la hora de otorgar créditos que incluyen aspectos medioambientales y climáticos. Otras están ajustando sus criterios de concesión de préstamos o midiendo y divulgando las emisiones de carbono vinculadas a sus carteras.

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