Dictamen tras el verano

Bruselas investiga si la fusión de Orange y Másmóvil limita la competencia en España

La Comisión Europea lleva a la 'fase 2' el estudio de la operación y advierte de la capacidad del futuro grupo para restringir el acceso de los operadores más pequeños a los servicios mayoristas y generar una subida de precios.

Fusión Orange y MásMovil
Fusión Orange y MásMovil
EFE

La Comisión Europea estudiará a fondo la fusión de Orange y Másmóvil. Bruselas advierte de que como resultado de la unión, ambas compañías tendrían la capacidad y el incentivo para restringir el acceso a los operadores móviles virtuales a los servicios mayoristas lo que podría "generar precios más altos y una menor calidad de los servicios" para los clientes finales en España. Esta investigación más en profundidad servirá para determinar "si se confirman sus preocupaciones iniciales sobre la competencia". Desde las compañías insisten en que tendrán más tiempo para demostrar que esta 'joint venture' "es beneficiosa para los consumidores españoles".

Esta decisión de la Comisión de abrazar una investigación más a fondo no es ninguna sorpresa, pues todos los actores, incluidos los rivales directos de ambas operadoras, lo tenían más que previsto. La operación de compra de Jazztel por parte de Orange fue también a segunda fase y el tamaño era muy inferior a este. Los plazos que ahora se manejan varían. Se trata de tres meses iniciales (21 de agosto de 2023), a los que habrá que sumar las diferentes peticiones de información y trámites que permiten ‘parar el reloj’. Desde las fusionadas argumentan que podría haber una decisión definitiva a finales del verano o en la última parte del ejercicio. El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, llegó a hablar de principios del próximo año.

"A la Comisión le preocupa que la transacción pueda reducir la competencia en la oferta minorista de servicios de banda ancha fija y móvil, así como de paquetes en España", asegura la Comisión en su comunicación oficial. En concreto, constata algo obvio: reduciría el número de operadores de red en España, eliminando así "a un rival innovador y significativo" (refiriéndose a Másmóvil). "Esto podría generar precios más altos y una calidad más baja". A esto hay que sumar el efecto en el mercado mayorista, lo que tendría unas consecuencias similares.

Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva a cargo de la política de competencia, es la 'bestia negra' de las operadoras de telecomunicaciones. Ella asegura que los consumidores hoy pueden elegir entre varios servicios. "Másmóvil ha sido un retador exitoso para Orange y otros operadores; queremos asegurarnos de que los consumidores españoles sigan beneficiándose de servicios de telecomunicaciones asequibles y de alta calidad, incluso de operadores virtuales que necesitan un acceso mayorista competitivo", apunta.

Desde Orange y Másmóvil insisten en que la apertura de esta fase de investigación constituye "un siguiente paso en el proceso", durante el cual tendrán tiempo y oportunidad para "demostrar que esta transacción es beneficiosa para os consumidores españoles y para el sector de las telecomunicaciones". Según las compañías, garantizará el "despliegue sostenible" de las redes móviles ultrarrápidas 5G y de la fibra "a mayor escala en un mercado muy competitivo".

Vestager asegura que Másmóvil ha sido un "retador exitoso" y quieren asegurarse de que los consumidores sigan beneficiándose "de servicios asequibles y de alta calidad"

Ahora, los técnicos del área de Competencia de la Comisión, con Vestager a la cabeza, inician un estudio en profundidad sobre las consecuencias de la fusión en el mercado europeo. No siempre sucede, pero es más o menos habitual que este nuevo periodo acabe con la petición de medidas correctoras (remedies en el argot) por parte del organismo europeo o con la propuesta por las propias compañías de su propia propuesta de medidas.

Ninguna de las partes ha querido barajar ninguna línea roja a partir de la cual no se pudiera llevar a cabo la transacción. En el sector de las telecos, lo habitual en estos casos es la obligación regulatoria de dar acceso a terceros a una infraestructura fija o móvil o, directamente, la venta de la red de fibra o de espectro radioeléctrico a otros operadores. En caso de que esto suceda, daría más fuerza a un cuarto actor, con la rumana Digi como una de los mejores posicionadas.

Desde el sector vieron con cierta esperanza lo sucedido con la adquisición por parte de Orange de las operadoras belgas VOO y Brutélé. Hace dos semanas, la propia Comisión dio su visto bueno a la transacción después de haberla investigado a fondo en 'fase 2'. Eso sí, la condicionaba a que el competidor directo de los franceses, Telenet, tenga acceso al menos durante los próximos diez años a la red fija existente y a la futura red de fibra para mayoristas en parte del país para evitar problemas de competencia.

Operan con independencia

Mientras todo esto sucede, las compañías siguen operando con independencia en el mercado español. Orange sigue ocupando la segunda posición por ingresos y clientes, mientras que Másmóvil mantiene la cuarta. La unión de ambos, que fue negociada en exclusiva desde marzo hasta julio, generará un grupo de una valoración de 18.600 millones de euros, de los que 7.800 millones corresponden a la división española del grupo francés y 10.900 millones a la de la operadora dirigida por Meinrad Spenger.

El acuerdo, que implica un paquete de deuda adicional de 6.600 millones de euros para abonar 5.850 millones de un ‘megadividendo’ a ambas compañías (con mayor peso a Orange por aportar sus activos sin pasivos), contempla la potencial salida a bolsa a partir del tercer año, con una posición de control por parte de los franceses. Debido a que aún existen incertidumbres sobre el resultado del estudio de la Comisión, Orange cree que no puede incluir en su balance la filial española como “operaciones discontinuadas”.

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