Se agrava la disputa con Palestina

CAF mantiene el plazo de sus contratos de tranvías en Israel pese al conflicto bélico

La constructora vasca tiene en marcha dos pedidos de más de 1.000 millones de euros para suministrar convoyes a las ciudades de Tel Aviv y Jerusalén. Asegura que, por el momento, no se ha visto afectada por la guerra. 

CAF Instalaciones
CAF mantiene el plazo de sus contratos de tranvías en Israel pese al conflicto bélico
CAF

La constructora ferroviaria CAF (Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles) sigue adelante con su cartera de proyectos para Israel pese a la nueva etapa en la que se ha sumergido el conflicto bélico con Palestina. Fuentes de la compañía aseguran a La Información que, "a día de hoy", no están viéndose afectados por el contexto de guerra que envuelve al país: "No está afectando al normal proceder de los proyectos", explican. La compañía vasca tiene activos dos contratos de suministro de tranvías para Tel Aviv y Jerusalén que suman un valor superior a los 1.000 millones de euros

CAF es una de las principales compañías españolas afectadas por el estallido de esta nueva etapa de tensión en Oriente Próximo. En 2019 fue seleccionado por la autoridad del transporte de Jerusalén (JTMT) para desarrollar el tren ligero de la considerada capital tanto por Israel como por Palestina, un proyecto que ejecutaría en consorcio con la constructora Shapir, acusada de vulnerar los derechos humanos. 

Este contrato implica el diseño y suministro de 114 tranvías Urbos para la línea Verde y la rehabilitación de otros 46 vehículos que prestaban servicio en la línea Roja. La firma también suministrará los sistemas de señalización, energía y comunicaciones, además de participar en la compañía encargada del mantenimiento de ambas líneas. A cambio, CAF recibiría unos 500 millones de euros. El pedido todavía no se ha completado y a día de hoy se siguen entregando unidades. 

En 2022 logró adjudicarse un segundo gran proyecto en el país, el suministro de unidades para el tranvía de Tel Aviv. Prestarán servicio en la futura línea Morada, que debería entrar en operación en 2027. La firma vasca diseñará y construirá 98 tranvías y será la encargada de mantenerlos durante los siguientes 25 años desde su puesta en servicio, además de disponer los sistemas de señalización. Lo hará en asociación con la empresa local NTA. 

Un contrato envuelto en polémica

El aterrizaje de CAF en Israel no fue sencillo. Tras ganar su primer contrato en el país, el sindicato LAB, al que está asociado parte de su plantilla, pidió a la dirección que abandonase el proyecto alegando que "no respetaba la legalidad internacional ni los derechos humanos", según recogió el diario El País. Para llevar a cabo la infraestructura, el gobierno israelí tenía previsto expropiar terrenos que Palestina considera como propios, sobre los que se han asentado los israelitas. La empresa siguió adelante y los últimos tranvías tienen que ser entregados antes de 2025. 

Tras confirmarse su segundo contrato en Tel Aviv, la organización Amnistía Internacional volvió a sacar a la luz la reclamación e instó al gobierno vasco, propietario de parte de CAF, que no "ignorase sus propios compromisos" en materia de derechos humanos. "Es evidente que todas estas infraestructuras contribuirán al mantenimiento y crecimiento estos asentamientos ilegales", esgrimían, en referencia a las actuaciones urbanísticas que ha ejecutado Israel sobre territorio Palestino. 

Se unían así a las reclamaciones de varios accionistas minoritarios, quienes en distintas juntas han reclamado a la directiva de CAF que explique las diligencias y evaluaciones de impacto llevadas a cabo para confirmar que el contrato cumple con sus políticas internas. La compañía se defiende asegurando que han seguido todas las normativas de 'compliance' y buen gobierno: "CAF ha procedido con toda diligencia", aseguran.

Para dirimir cualquier reclamación al respecto, la constructora encargó un informe al Punto Nacional de Contacto, un organismo del Ministerio de Economía español, para que identificase algún incumplimiento normativo o legal, la vulneración de algún derecho o la infracción de principio rector en materia de derechos humanos por la participación de CAF en el proyecto, sin que fuera localizado ninguno. 

Sí incluía tres recomendaciones que fueron aceptadas por la empresa, entre las cuales se encontraba la petición de un informe independiente sobre el impacto social del proyecto. El informe concluyó asegurando que "las actividades de CAF en Jerusalén presentan un nivel elevado de cumplimiento de los principales estándares internacionales en materia de responsabilidad social corporativa y sostenibilidad", según publicó la compañía en su Informe de Sostenibilidad 2022. 

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