Plan Estratégico

Cepsa 'cocina' una nueva marca para dar el gran salto a la movilidad eléctrica

El objeto de las distintas firmas que el grupo registró el pasado abril en la Oficina de Propiedad Industrial abarca desde baterías para coches eléctricos hasta aplicaciones para el repostaje de estos vehículos.

Estación de Cepsa de carga ultrarrápida de coches eléctricos
Estación de Cepsa de carga ultrarrápida de coches eléctricos
CEPSA

Cepsa avanza con paso firme en su transformación verde. El grupo que dirige Philippe Boiseeau ha registrado varias marcas nuevas en la Oficina de Propiedad Industrial, bajo cuyo paraguas la petrolera ha incluido productos y servicios vinculados a la movilidad sostenible. Bautizadas como  'AYIL' y 'bYt', el objeto de ambas firmas abarca desde baterías para coches eléctricos hasta tecnología software para dispositivos móviles destinada a la carga y el repostaje de este tipo de vehículos. También incluye aplicaciones para la compensación de emisiones o la gestión de pagos de electricidad.

El movimiento tiene lugar en el marco del nuevo Plan Estratégico que la empresa tiene previsto presentar próximamente. El registro engloba cuatro nuevas marcas -AYIL by Cepsa, AYL, bYt by Cepsa y bYt-. El plan de la compañía es escoger solo una de ellas más adelante y descartar el resto. La marca seleccionada será el escaparate de un ambicioso proyecto que hace tiempo que se viene fraguando en las 'cocinas' de Cepsa, tal y como indican fuentes conocedoras consultadas por La Información

La iniciativa, que aún se encuentra en un estado temprano, estará vinculada a la movilidad eléctrica pero no se limitará a este segmento de actividad. Cepsa ha declinado hacer comentarios al respecto hasta la presentación de su nuevo Plan Estratégico. La petrolera solicitó el registro de las citadas marcas el pasado 20 de abril. Como representante de todas ellas figura Fabrizio Miazzieto, abogado del despacho Baylos, tal y como recogen los documentos de la Oficina de Propiedad Industrial a los que ha tenido acceso este medio. Cepsa ha contratado los servicios de la firma especializada en asesoramiento en materia de propiedad intelectual en anteriores ocasiones.

El interés de la energética por asaltar el negocio del vehículo eléctrico no es nuevo. En 2018, Cepsa selló una alianza con IONITY -la red de carga ultrarrápida líder en Europa formada por fabricantes como BMW, Mercedes, Ford, Hyundai y Volkswagen- para la instalación de puntos de repostaje eléctrico  en las estaciones de servicio que Cepsa tiene dispersas en España y Portugal. En 2020, ambas firmas alcanzaron su primer gran hito al completar el primer corredor español de carga ultrarrápida en los 650 km que conectan Madrid y Barcelona.

La iniciativa en ciernes avanza en paralelo al pacto con IONITY, pero las fuentes consultadas no descartan que en algún momento se involucre a este partner, una vez que el proyecto esté más avanzado. La extensa red de  gasolineras de Cepsa podrían ser claves en la pretensión de la empresa por conquistar el jugoso mercado de la movilidad eléctrica. Con más de 1.500 estaciones de servicio en cartera, la capilaridad de la petrolera se extiende por la práctica totalidad de la geografía española. Entre los planes del grupo está instalar 35 puntos de recarga para coches eléctricos junto a IONITY en dichas vías de servicio a lo largo de 2021.

Cepsa seleccionará una de las marcas que registró el pasado abril como escaparate para un ambicioso proyecto que irá más allá del coche eléctrico

La apuesta de Cepsa por la sostenibilidad es clara y todo apunta a que la estrategia de la compañía para los próximos años incluirá una transformación integral de la entidad y un plan de descarbonización de sus procesos productivos. El giro verde ya ha comenzado. La petrolera ha fichado a Rothschild para coordinar la venta de todas sus centrales eléctricas en España, lo que supondría desprenderse de ocho centrales de cogeneración -que suman más de 300 MW- y una planta de ciclo combinado -que cuenta con un grupo de potencia de 400 MW-.

Fuentes financieras aseguran que el mandato que Cepsa ha encomendado a la entidad anglo-francesa es difícil de ejecutar, precisamente, porque tanto las centrales de cogeneración como los ciclos combinados emiten CO2 para producir energía, algo que choca con los objetivos de sostenibilidad que ha marcado Bruselas y ha asumido el Gobierno de España para las próximas décadas y que miran a las cero emisiones para 2050. Con todo, cada nuevo movimiento ejecutado por la petrolera da cuenta de que el grupo avanza con pies de plomo hacia una ambiciosa metamorfosis.

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