Gestiones 'in extremis'

El consejo de Indra intenta evitar un 'vacío de poder' tras el golpe de la Sepi

El órgano de administración se reúne de nuevo este jueves a contrarreloj para tratar de desatascar el nombramiento del nuevo presidente después de un duro debate.

Abril Martorell
Abril Martorell, presidente ejecutivo de Indra.
INDRA

La pugna en la cúpula de Indra ha creado un 'vacío de poder' en la compañía semipública. Para evitar que se enquiste durante las próximas semanas, el consejo de administración trabaja a contrarreloj y se reunirá este mismo jueves para alcanzar un pacto 'in extremis' y llegar a tiempo para que el nombramiento del nuevo presidente ejecutivo sea efectivo en la próxima junta general de accionistas a finales del mes de junio. Esa 'luz verde' a la incorporación de Marc Murtra, del entorno del Partido Socialista de Cataluña (PSC), en sustitución de Fernando Abril-Martorell no la están poniendo fácil los consejeros independientes, que son mayoría y han empujado para que exista una cobertura jurídica suficiente para dar el paso.

Desde que la pasada semana la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) comunicara a Abril-Martorell y al consejo su intención de no renovar al presidente, el 'tira y afloja' ha sido especialmente intenso. En un primer momento, el objetivo era certificar el nombramiento del flamante primer ejecutivo de una manera exprés el pasado lunes. Sin embargo, el debate se endureció, con cierto malestar entre los consejeros independientes -que suman siete sillones frente a los seis que suman los ejecutivos y dominicales- por las formas.

Una de las exigencias claras de este grupo de consejeros, coordinado por el vicepresidente Alberto Terol, era contar con un informe específico para defender el nombramiento de Murtra. El propio reglamento del consejo de la empresa tecnológica asegura que la propuesta de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones del nuevo consejero ejecutivo ha de ir acompañada de un "informe justificativo del consejo en el que se recoja el resultado del análisis llevado a cabo sobre las competencias, experiencias y méritos de la persona propuesta". Ese documento ha sido encargado a la firma de 'headhunters' Spencer and Stuart y está necesitando más tiempo.

Ese retraso en la elaboración de ese documento ha generado un particular 'vacío' en la dirección de la compañía pues desde la semana pasada, se trabaja en la resolución del contrato del actual presidente. El objetivo es frenarlo lo antes posible. En caso de que finalmente en la reunión del consejo de administración que tendrá lugar en la mañana de este jueves salga adelante el nombramiento de Murtra, éste podría aterrizar como consejero por cooptación y tendría que ser ratificado en junta general de accionistas de finales del mes de junio. La compañía dejaría de estar descabezada. Pero no está nada claro que se pueda lograr ese pacto, pues en los últimos días la firma que elabora el informe habría pedido más tiempo para un análisis más en profundidad.

Los plazos están más que ajustados. Tienen 48 horas hasta este viernes para el beneplácito del consejo y así poder establecer el nombramiento de los nuevos consejeros, incluido el nuevo presidente ejecutivo, en el orden del día de la junta ordinaria del 30 de junio. Ésta no puede retrasarse más, pues por ley hay un periodo máximo de seis meses desde el cierre del ejercicio fiscal y la presentación de cuentas y su confirmación ante los accionistas. En caso de que no se llegara a esta fecha, algunas voces cercanas al consejo habrían apuntado la posibilidad de una junta extraordinaria unas semanas después específica para la ratificación.

Más allá de la resolución final, este golpe de mano de la Sepi en la compañía ha abierto algunas heridas. No sólo en el seno del consejo de administración, donde la sociedad estatal comparte sillones con Corporación Financiera Alba (la familia March) como uno de los socios clave, sino también en la plantilla. Los representantes de organizaciones sindicales del comité han lamentado esta sacudida en un momento en el que la compañía ejecuta el plan de salidas y despidos en las dos principales filiales y se prepara para la recuperación de la crisis causada por la pandemia del coronavirus.

Mientras todas las piezas se mueven, Murtra juega al despiste y en la columna que tiene en La Vanguardia echa un 'capote' a otro de los miembros del equipo económico 'en la sombra' del PSC, Maurici Lucena, presidente de Aena. El directivo aboga por la ampliación del aeropuerto de El Prat, una de las grandes batallas de Lucena con la Generalitat de Cataluña. "Reforcemos al lobby hacedor", concluye el artículo. Su elección por parte de la Sepi ha sido todo un guiño  al Partido Socialista de Cataluña (PSC), liderado ahora por el exministro Savador Illa. Llegaría al puesto en un momento especialmente delicado tras la sacudida por la salida de Fernando Abril-Martorell y entre algunas dudas sobre su capacidad para gestionar una multinacional de más de 45.000 empleados.

El cese de Abril-Martorell se producirá después de varias desavenencias importantes. Tal y como avanzó La Información, el directivo se enfrentó con la propia Sepi al resistirse a comprar ahora la aeronáutica vasca ITP Aero a Rolls Royce dos años después de las frustradas negociaciones. No fue el único choque. Los ajustes laborales, tanto al comienzo de la pandemia con un ERTE -que tuvo que retirar por la presión- como con un ERE este año 2021, y el nombramiento de una nueva consejera procedente de Alcoa también generaron tensión entre ambas partes.

El consejo de administración tiene ahora la última palabra después del golpe de mano de la Sepi. La reunión de este jueves está llamada a ser determinante para tratar de esquivar este 'vacío de poder'. Los accionistas, que han recibido con caídas continuadas en la cotización este movimiento desde el pasado viernes, y la plantilla aguardan.

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