ACS recluta a cuadrillas españolas para acelerar el AVE en Israel y cumplir plazos

  • La filial Semi se está llevando equipos de profesionales desde España hasta Tel Aviv para acelerar los trabajos del AVE entre Tel Aviv y Jerusalén.
El AVE de Israel que ha construido ACS.
El AVE de Israel que ha construido ACS.
Nerea de Bilbao

ACS continúa trabajando en uno de los proyectos de transportes más importantes de su historia para el Estado de Israel, ya que será la primera línea de alta velocidad en el país. Se trata del llamado 'AVE de Tierra Santa', un trazado que unirá las ciudades de Tel Aviv y Jerusalén y que transportará a unos 1.000 pasajeros en trenes que saldrán cada quince minutos de las cabeceras. No es un trazado tan ambicioso como el famoso AVE a La Meca-Medina, ya que recorrerá menos kilómetros, pero sí será una vía histórica debido a que los trenes atravesarán territorio palestino en Cisjordania.

La multinacional española, a través de su filial Semi (Sociedad Española De Montajes Industriales), fue la elegida hace tres años para construir la línea de ferrocarril de alta velocidad entre Tel Aviv y Jerusalén en lo que será el primer trazado de AVE en el país de Oriente Medio. Pero diferentes contratiempos han provocado que las obras se retrasen y que, incluso, el Gobierno local haya presionado a la constructora presidida por Florentino Pérez para culminar la construcción lo antes posible.

Viajar ahora mismo entre Tel Aviv y Jerusalén supone algo más de dos horas de trayecto. Con la línea ferroviaria de alta velocidad que está levantando ACS la duración del viaje se reducirá a la apenas media hora, en un proyecto en el que se van a ejecutar 1.080 kilómetros de catenaria y 14 subestaciones para un trazado total de 420 kilómetros. La compañía española ganó el concurso de esta obra a través de la citada Semi con el compromiso de tener lista para este año la puesta en funcionamiento de los primeros convoyes entre las dos ciudades más importantes de Israel. Pero los retrasos y las quejas del Gobierno local, manifestadas a través del director general de la compañía estatal, Shachar Ayalon, en una entrevista en 'El Mundo', han provocado la reacción de la firma española.

Vista de la ciudad de Jerusalén
Vista de la ciudad de Jerusalén

La decisión que ha tomado ACS es similar a la que desarrollaba Inditex en su día durante la construcción de grandes tiendas fuera de nuestras fronteras. La firma de moda de Amancio Ortega solía llevarse a una misma cuadrilla de operarios gallegos para realizar estas obras en Nueva York, Shangai o Milán, por citar tres ciudades. Viajaban desde España, realizaban su trabajo en tiempo récord y volvían. Pues bien, lo mismo ha hecho en esta ocasión Florentino Pérez, contratando a una serie de profesionales que han salido desde nuestro país con destino a Israel para culminar la obra ferroviaria que debería estar lista ya.

Así, según explican fuentes cercanas al proyecto, Semi ha contratado a cuadrillas de varias decenas de operarios que ya se encuentran en Israel. Se les paga todo, alojamiento y dietas, con el objetivo de que realicen un trabajo efectivo y a la mayor celeridad. Pasarán dos meses fuera de sus domicilios, pero así la constructora se garantiza un compromiso que no tenía cuando ha echado mano de proveedores y empresas locales. Por ejemplo, desde una zona de Castilla-La Mancha se han desplazado ya hasta territorio israelí hasta 70 operarios especializados en soldadura.

Tras varios retrasos en el proyecto, el Gobierno israelí anunció hace unas semanas que retrasaba la inauguración de esta línea de alta velocidad argumentando motivos de seguridad. Y es que, tal y como relataba El Mundo, la construcción de este trazado ferroviario no ha gustado a la izquierda israelí ni al Gobierno palestino debido a que las líneas de tren pasarán por la línea verde y por el territorio de Cisjordania, en su mayoría por túneles construidos al efecto: en concreto, el tren circulará por la localidad de Latrun y cerca de Mevaseret Zion, una pequeña población a apenas seis kilómetros de Jerusalén camino de Tel Aviv.

El 'AVE de Tierra Santa' servirá a millones de personas para poder circular en este tren rápido desde el aeropuerto internacional de Ben Gurión, donde habrá una parada, hasta Jerusalén. También se podrán apear en la Modiín. “El tren de alta velocidad garantizará el estatus de Jerusalén y la posibilidad de que la gente viva allí y abra negocios. Cambiará por completo la relación entre Jerusalén y el resto del país”, declaró en su día el ministro de Transporte, Israel Katz. El coste final del proyecto será de 1.800 millones de dólares, según el diario Times of Israel, habrá cinco túneles, una parada bajo tierra en Jerusalén y diez puentes para unir los 37 kilómetros que separan en línea recta las dos ciudades más importantes del país.

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