Frente a EEUU y China 

De Meo (Renault) critica el exceso de leyes que penalizan a la UE en el coche eléctrico

En una carta abierta publicada hoy martes y que ha dirigido a las instituciones europeas, De Meo critica la "verdadera acumulación de normas y reglas" que prepara el viejo continente. 

Luca de Meo, CEO de Renault
De Meo (Renault) critica el exceso de leyes que penalizan a la UE en el coche eléctrico. 
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Luca de Meo, el consejero delegado de la compañía de automóviles francesa Renault, ha criticado que las empresas europeas estén "penalizadas" por la demasiada regulación frente a Estados Unidos y China. Según De Meo, ambos países tienen estrategias ambiciosas que favorecen la inversión y han apostado en serio por los coches eléctricos. 

En una carta abierta publicada hoy martes y que ha dirigido a las instituciones europeas, De Meo critica la "verdadera acumulación de normas y reglas" que prepara el viejo continente, ya que de aquí a 2030 está previsto que se adopten entre 8 y 10 nuevos reglamentos cada año, sin que esté claro cuál será el calendario de aplicación.

Para De Meo, un entorno que "penaliza" a las empresas europeas, que a menudo se ven obligadas a adaptarse a un ritmo muy ajustado que les obliga a destinar importantes recursos, de hasta un 25% de su presupuesto de I+D. Frente a esto, China y Estados Unidos han apostado de forma decidida por el vehículo eléctrico, un mercado en el que el gigante asiático no oculta su intención de convertirse en líder mundial.

Una competencia "darwiniana" 

Para ello, el Gobierno ha puesto en marcha iniciativas que permitan a los fabricantes mejorar las prestaciones de sus modelos y estimular sus ventas; al permitir entrar en este mercado a todas las empresas que lo deseen, se mantiene una competencia "darwiniana", de modo que "los que sobrevivan serán inevitablemente muy poderosos"

De Meo cree que Europa debe plantar cara a sus dos principales competidores y propone diversas estrategias, como asociar a las 200 mayores ciudades europeas fabricantes de automóviles, crear una "liga de campeones" que penalice a los que no participen o poner en marcha "zonas verdes especiales" como las que ya existen en China.

También sugiere conceder a la industria del automóvil cuotas de energía verde a buen precio, acelerar el desarrollo de coches autónomos inteligentes e hiperconectados y hacer partícipe al conjnto de los ciudadanos de la transición verde, "reconectándolos" con los cimientos de la industria automotriz mediante el desarrollo masivo de autos pequeños destinados a usos urbanos.

¿Qué hacen EEUU y China por el coche eléctrico? 

En Estados Unidos, la Inflation Reduction Act (IRA), que espera reducir las emisiones un 41% en 2040 desde los niveles de 2005 y cuenta con un presupuesto estimado de 137.000 millones de euros, pone el énfasis en los coches eléctricos fabricados en el país, los únicos que pueden optar a las ayudas.

De Meo considera imprescindible profundizar en la colaboración público-privada, ya que la transición ecológica "es un deporte de equipo" y los fabricantes europeos son a menudo "prisioneros de la lógica del beneficio a corto plazo impuesta por los mercados financieros". Por el contrario, son necesarias inversiones a largo plazo aunque no haya garantía de retorno de la inversión.

En China, este dilema se resolvió "movilizando todos los recursos, incluidas las instituciones financieras, hacia un objetivo único; y los estadounidenses son los dueños de los ecosistemas (como Silicon Valley) y aseguran la financiación para todos los proyectos.

En Europa, el enfoque sigue estando fragmentado entre diferentes países y diferentes sectores industriales, con las leyes antimonopolio "más estrictas del mundo". Esto ha situado al viejo continente "una generación por detrás en varias tecnologías y sectores económicos", con empresas de mucho menor tamaño que las estadounidenses o chinas. 

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