Por la invasión en Ucrania

Desigual cierra su tienda online en Rusia dos años después de su regreso

La cadena de Thomas Meyer redefine temporalmente su posicionamiento en el país, donde también paralizará su estrategia multimarca. En 2015 ya abandonó la región al romper con su socio local.

Desigual
Las oficinas centrales de Desigual en Barcelona.
EFE

La moda española sigue dando pasos para desconectarse de Rusia. Al cierre de tiendas de los gigantes Inditex, Mango y Tendam, les sigue el cerrojazo de la venta online de otros grandes grupos. Desigual, la cadena dirigida por Thomas Meyer, quien controla también el accionariado desde la salida del fondo Eurazeo, se ha sumado a esta fórmula y ha inhabilitado su tienda online en el país, según fuentes de la compañía. La decisión supone un nuevo paso atrás en la región dos años después de su regreso, ya que cesó operaciones en 2015 tras romper su acuerdo con su socio local y regresó en plena pandemia.

Los primeros pasos de la compañía española en el país se dieron en 2012, año en el que aterrizó. Fue un ejercicio en el que, en paralelo, reforzó su presencia en mercados otros mercados como Latinoamérica y Oriente Medio. Era una etapa de crecimiento, en la que aumentaban las ventas a doble dígito y superaba la barrera de los 700 millones de euros -hoy son casi la mitad-. También se expandía su parque de tiendas, que ese año aumentó en 72 establecimientos (53 propios y 19 en franquicia). 

Pero en 2015 la situación cambió. Las ventas empezaban a frenarse y el acuerdo de franquicias con el socio local LVB, de JamilCo, llegaba a su fin. La compañía, que llegó a contar hasta con ocho establecimientos, redefinía su posicionamiento y optaba por la fórmula multimarca, por la que son otros establecimientos los que venden su ropa de manera puntual. La compañía atravesaba un momento complejo, pues el fondo Eurazeo había tomado el control de la compañía -un año antes tenía solo el 10%- y había puesto bajo revisión su plan de negocio.

El 2020, año de la pandemia, supuso un nuevo punto de inflexión. Eurazeo se había deshecho de su participación y la compañía, entonces bajo los mandos de su fundador Thomas Meyer, decidía volver a entrar en el país. Pero lo hacía únicamente a través de su canal online, en el que había depositado sus esperanzas de crecimiento. Las ventas por internet suponían ya una tercera parte de toda la facturación tota del grupo, más del doble de lo que representaban en 2019 (14%). A ello se sumaba que había mejorado parámetros vitales como el incremento del número de compradores (+40%) y la frecuencia de compras (+15%).

Ahora, el conflicto entre Rusia y Ucrania ha obligado a la compañía a volver a mover ficha. El primer paso ha sido el cierre de su tienda online en Rusia, país que representa el noveno mayor mercado de la moda en el mundo, según datos de Euromonitor. Fuentes del grupo inciden en que la medida es temporal, al igual que también lo es el cese de los aprovisionamientos futuros en las tiendas multimarca. El Instituto de Comercio Exterior (ICEX) registró en 2021 exportaciones españolas de moda en Rusia por valor de 521 millones de euros, aunque estas cifras además de ropa también incluyen calzado, complementos, cosmética y joyería. 

Reacción de la moda española

El caso de Desigual ha supuesto que una compañía en expansión se repliegue por motivos imprevistos en su hoja de ruta. Es un caso similar al de la cadena gallega Bimba y Lola, que tiene en stand by su plan de expansión en Rusia, anunciado a finales de 2021. La compañía tenía programada la puesta en marcha de su canal online y sus primeras aperturas en centros comerciales de las dos principales ciudades, Moscú y San Petersburgo, para la primera mitad de año, pero han tenido que revisar su hoja de ruta y posponer sine die su lanzamiento, inciden las fuentes consultadas.

El adiós a Rusia ha sido la respuesta mayoritaria de la moda española. Los grandes grupos han roto relaciones a la espera de una resolución del conflicto 

Con todo, la postura más unánime en el sector ha sido la de la ruptura de relaciones comerciales. La más significativa ha sido la del gigante Inditex, porque tiene allí su segundo mercado después de España (representa el 8,5% de su ebit) y da trabajo a cerca de 9.000 trabajadores. La salida de la compañía gallega fue secundada por Tendam, dueño de marcas como Springfield y Cortefiel. Un día antes se pronunció Mango, que bajaba la persiana a sus 55 establecimientos. Todas ellas inciden en su voluntad de reanudar operaciones una vez cese el conflicto bélico.

De momento, en las últimas horas se siguen sumando nuevas compañías españolas a este éxodo. Es el caso de Tous, que cuenta con 32 establecimientos, o el de la firma de calzado Camper, que señaló la complejidad actual que existía para el "envío de productos". Lo mismo han hecho firmas extranjeras, como la estadounidense Nike, la alemana Adidas, la sueca H&M, la japonesa Fast Retailing, propietaria de Uniqlo, y la danesa Bestseller, dueña de Jack & Jones. Hay quienes como Asos se han posicionado públicamente en el conflicto y han afirmado que vender en Rusia “no es práctico ni correcto”.

También ha parado máquinas la cadena de ropa infantil Mayoral. Operaba hasta hace semanas tanto en Rusia como en Ucrania (ambas plazas le reportaban aproximadamente 20 millones de euros en ingresos). Su presidente, Rafael Domínguez de Gor, explicó a finales de febrero a medios locales que sus ventas estaban "amenazadas" y que la campaña de verano ya había sido enviada. La compañía tiene constituida en la capital del país una sociedad de responsabilidad limitad con el nombre de Mayoral OOO

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