ElPozo se sacude el 'efecto Évole' con un protocolo propio sobre Bienestar Animal

  • La firma alimentaria sortea la crisis de reputación después de conocerse que compra género a granjas donde agonizan cerdos con cáncer.
Fotografía de cerdos en una pocilga
Fotografía de cerdos en una pocilga
EFE

A ElPozo le ha salido un nuevo apellido y es "Évole". Desde que el programa Salvados emitiera su especial sobre la industria cárnica en España 'Stranger Pigs'.  Cerdos desnutridos, enfermos, animales muertos en la misma jaula que los vivos e incluso cochinos que se comen a compañeros de corral en una de las granjas catalanas a las que la alimentaria murciana compra género. Las dimensiones de la crisis de reputación que explotó entonces y salpicó a toda su gama son de sobra conocidas, aunque la empresa no haya aún  informado de pérdidas. 

ElPozo se preocupa ahora por el bienestar animal. Desde que estalló el escándalo, la compañía ha mantenido un perfil bajo desde el que ha procurado contener los golpes tanto de la competencia como de los consumidores. A la charcutera le ha llevado más de un mes dar su primer do de pecho frente al llamado 'efecto Évole'. ElPozo se desquita ahora con un protocolo propio de Bienestar Animal. "El más ambicioso de España", en palabras de Pedro Olivares, responsable veterinario de la empresa murciana. Este reglamento se suma a los otros dos ya existentes de Seguridad Alimentaria y Trazabilidad, que constituyen la base del proyecto empresarial de la casa, explica.

La certificación se hará extensiva a 4.500 explotaciones en todo el territorio nacional, 2.000 de ellas aproximadamente ubicadas en la Región de Murcia. En total: implica a 200 proveedores ganaderos de todo el panorama nacional. "Implica el compromiso de todos los operadores que trabajan en la cadena de producción, desde los transportistas, hasta los ganaderos y el propio centro de procesamiento. Se cierra el círculo y todos los actores están implicados en el cumplimiento del Protocolo de Bienestar Animal", incide Pedro Olivares.

En respuesta a esta crisis, la compañía ha venido a reforzar el 'feedback' en todos los eslabones de la cadena, dado que ElPozo "mantiene un permanente contacto con los ganaderos y transportistas y les informa de las posibles anomalías" que se detecten "para buscar soluciones", cuenta Olivares. La compañía se someterá asimismo a controles operativos rutinarios mediante auditorías. Independientemente, la empresa dispone de un equipo de veterinarios especializados en bienestar animal que realizan "auditorías sorpresa (no informadas) en las explotaciones ganaderas con el objetivo de asegurar el cumplimiento de las medidas contempladas en el nuevo protocolo", informa su veterinario principal.

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