La división de aeropuertos de Ferrovial ha acordado con The Carlyle Global Infrastructure Fund la adquisición por 1.140 millones de dólares estadounidenses (unos 1.062 millones de euros) de una participación del 96% del 51% que el fondo tiene en New Terminal One, lo que supondrá el control del 49% del consorcio designado para diseñar, construir y operar la Nueva Terminal 1 del Aeropuerto Internacional JFK de Nueva York. Ésta incluye las terminales 1 y 2, y la antigua T3 de dicho aeropuerto y posibles ampliaciones.
Con esta adquisición, la constructora española llevará la voz cantante del proyecto al sumar la participación mayoritaria, puesto que los dos socios, JLC y Ullico, cuentan con el 30% y 19%, respectivamente. Ferrovial continúa expandiendo así su negocio internacional, que actualmente incluye la gestión de espacios como el aeropuerto de Heathrow, Aberdeen, Glasgow o Southampton (Reino Unido) El cierre de la transacción está sujeto a ciertas condiciones suspensivas, según ha informado la constructora este lunes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Con una inversión de 9.500 millones de dólares, el proyecto de la Nueva Terminal 1 se ubicará en el espacio que actualmente ocupan la T1 y la T2 y la antigua T3 . El proceso de remodelación, que incluye la demolición de las terminales antiguas y la modernización de las infraestructuras, incrementará la capacidad de la terminal, que tendrá más de 232.000 metros cuadrados. Una vez acabada la obra, se convertirá en la mayor terminal del Aeropuerto Internacional JFK. La construcción del proyecto New Terminal One se llevará a cabo por fases, estimando el desarrollo de la primera para 2026. La concesión del aeropuerto está prevista hasta 2060.
Tendrá 23 puertas, con un diseño sostenible, amplios espacios públicos con iluminación natural y nuevas tecnologías. Incluirá un espacio para restauración, tiendas, salones y recreación, promete ofrecer a los pasajeros un "lugar único" en Nueva York, con especial reminiscencia al barrio de Queens.
La mejora en la cuenta de resultados de la división de aeropuertos ha animado a Ferrovial a cerrar esta operación. El dinamismo del tráfico aéreo en Reino Unido permitió mejorar los ingresos en Heathrow, que multiplicó sus ventas, o los tres aeropuertos explotados bajo AGS, que incrementaron sus ingresos un 238%. Ahora Ferrovial aspira a repetir el éxito al otro lado del charco.
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