Habemus acuerdo. Los consejos de administración de Unicaja y Liberbank rubricarán en dos reuniones extraordinarias paralelas en la tarde de este martes un acuerdo para cerrar la fusión que las unirá en una sola entidad. La heredera de Cajastur ha conseguido que la salida de Manuel Azuaga como presidente ejecutivo del futuro banco combinado no implique el adiós automático de su CEO, Manuel Menéndez, tal y como se pedía desde una parte de la cúpula de Unicaja. De esta forma, el actual primer espada de Liberbank podrá erigirse, si así lo decide el consejo de administración, como el primer ejecutivo del banco resultante en 2023, momento en que siguiendo los dictámenes del Banco Central Europeo (BCE), Azuaga dejará las labores ejecutivas.
Este era el único escollo que quedaba por salvar en la que será la segunda operación, después de la que unirá a CaixaBank y Bankia, de la nueva ola de fusiones. Cabe recordar que, como adelantó La Información, el presidente de Unicaja, Manuel Azuaga, pidió como requisito para que la fusión saliese adelante tener poderes para nombrar un nuevo CEO tras su jubilación cuando cumpliese los 75 años, es decir, en menos de dos años. Esta solicitud no fue bien recibida en la parte asturiana, ya que suponía dejar a Manuel Menéndez, su CEO y futuro consejero delegado de la entidad combinada, a disposición del andaluz cuando su intención es seguir adelante una vez se complete la operación.
Los últimos días, festivos incluidos, las reuniones telemáticas y las llamadas telefónicas se han sucedido entre ambas partes, confirman fuentes de las negociaciones a este medio. "Se han celebrado consejos casi diarios", señalan fuentes internas, que apuntan a un fin de semana de infarto que terminó el domingo por la tarde con el acuerdo de los negociadores. Ambos equipos, encabezados por el propio Azuaga en el caso de Unicaja, y Jorge Delcroix, consejero independiente, y David Vaamonde, dominical nombrado por Oceanwood, por parte de Liberbank, suavizaron la petición del propio presidente de la andaluza. Estos contactos han fructificado gracias también a la intervención del presidente de la Fundación Unicaja, Braulio Medel, en calidad de primer accionista del banco malagueño y que guarda una buena relación con el propio Menéndez.
A solo cuatro días para que expirase la validez de la 'due diligence' -los estudios se han realizado con las cuentas de cierre del primer semestre y el 31 de diciembre se generan las anuales, por lo que deberían empezar de cero- las partes han llegado a un acuerdo que debe ser refrendado este mismo martes, solo un día antes del fin del plazo. La salida de Menéndez no será automática como pedía Azuaga, será el consejo de administración de la entidad resultante -formado por miembros de ambos bancos- el que decida la continuidad del directivo asturiano en sus actuales funciones, lo que le convertiría, de hecho, en primer ejecutivo de Unicaja.
Cabe recordar que esta problemática ahora subsanada se deriva las 'recomendaciones' del Banco Central Europeo (BCE) para limitar los poderes del presidente de las entidades en favor del consejero delegado. Esta institución recomienda incluso que el presidente no tenga poderes ejecutivos, pero tanto en el caso de CaixaBank y Bankia, como en éste, ha decidido levantar la mano en pro de que se consume la unión. Eso sí, debido a las atribuciones que tendrá Azuaga en Unicaja y que según fuentes conocedoras "serán amplias", se ha establecido una limitación temporal de dos años.
Los consejos se reúnen este martes para firmar el proyecto de fusión y convocarán las juntas para el próximo mes de febrero
De esta forma, los puntos clave de la fusión se pueden resumir de la siguiente forma: Unicaja contará con alrededor de un 59,5% del capital y su actual presidente, Manuel Azuaga, ostentará el mismo cargo en la entidad resultante. Por su parte, Liberbank tendrá aproximadamente un 40,5% de las acciones y colocará a Manuel Menéndez como consejero delegado sin una limitación concreta de mandato. La operación dará como resultado un banco con más de 100.000 millones de euros en activos y se convertirá en el quinto a nivel nacional, adelantando a Bankinter.
El próximo paso tras la celebración de los consejos de administración de este jueves será la solicitud de un informe de un asesor independiente al registro mercantil que reafirme que los términos acordados por los equipos negociadores son los correctos. Posteriormente, se llevará a cabo la convocatoria de dos juntas de accionistas paralelas en las que los propietarios de los títulos darán luz verde al proyecto de fusión aprobado por los gestores de ambas entidades. Se espera que, de acuerdo con los plazos establecidos, estas reuniones se produzcan durante el próximo mes de febrero. Entonces, solo quedará por delante la obtención de las autorizaciones regulatorias para cerrar la segunda fusión de la nueva ola que ha provocado la Covid-19.
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