La gran fusión bancaria de esta nueva ola de uniones está a punto de culminar. CaixaBank y Bankia ya solo están pendientes de las autorizaciones regulatorias que se recibirán durante las próximas semanas para poder cerrar la unión que creará el primer banco en España. Desde que Francesc Moragas fundase la Caja de Ahorros para la Vejez en 1904, CaixaBank ha llevado a cabo decenas de adquisiciones de pequeñas cajas o bancos que se completarán ahora con la de la entidad heredera de Caja Madrid. Las antiguas cajas catalanas han terminado así por comerse al pez grande, la principal caja de la capital y uno de los grandes anhelos de Isidro Fainé.
La operación con Bankia se ha estructurado a través de una absorción, como ya se hizo con otras grandes compras de la entonces La Caixa, como la de la entonces Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Barcelona, que tuvo lugar en 1990, o la de Banca Cívica -que ya englobaba a cajas regionales como la de Navarra, Canarias o Burgos- y que se llevó a cabo en 2012. Los reguladores y supervisores han apostado por la un matrimonio de conveniencia que se culminará en las próximas semanas y que busca crear el principal banco en España.
El banco resultante, que continuará bajo la denominación de CaixaBank, será el mayor en España, con más de 664.000 millones de euros en activos gestionados. La entidad estará capitaneada por José Ignacio Goirigolzarri como presidente y Gonzalo Gortázar como consejero delegado. Pese a que sobre el papel ambos serán ejecutivos, lo cierto es que el reparto de funciones reales que se realizará tras la aprobación definitiva dejará caer la balanza del lado del banco catalán.
A nivel de gobernanza, y para evitar la imagen pública del predominio catalán sobre la entidad de origen madrileño, los ejecutivos mantendrán tres despachos: uno en Valencia, sede social de CaixaBank; otro en Barcelona, ciudad de origen del absorbente; y otro en Madrid, origen de Bankia. Una bicefalia de gobernanza que permitirá sustentar la idea de un gran banco nacional, pues tendrá una presencia importante en todas las provincias.
En el accionariado también ganará Cataluña. Criteria Caixa, actual accionista principal de la entidad que dejará Jordi Gual en unas semanas, seguirá siendo el primero en número de acciones del banco resultante con poco más del 30% del capital, lo que le permite mantener los beneficios fiscales de los que disfrutaba hasta ahora. Por detrás estará el Estado, cuya participación de más del 60% en Bankia se quedará en un 16%. También estarán en el capital grandes fondos internacionales, como BlackRock.
El 'superbanco' tendrá 20 millones de clientes y busca 1.000 millones de euros en sinergias de costes e ingresos cada año
La entidad tendrá más de 20 millones de clientes con los que se buscará aumentar beneficios gracias a una importante reducción de costes a través de los puntos comunes que esperan lograr. En total, más de 1.000 millones de euros anuales como resultado de la suma de las sinergias tanto de costes como de ingresos y que serán la base del futuro banco.
Aún quedan dos grandes incógnitas por resolver. Por un lado, el papel que jugará en la entidad resultante el hasta ahora CEO de Bankia, Pepe Sevilla, una de las personas que, según el propio Goirigolzarri, más ha trabajado para que esta operación llegue a buen puerto. Por otro lado, también será clave conocer cuántas salidas y cierres de oficinas se van a llevar a cabo el próximo año. Según han señalado los principales ejecutivos de la futura entidad públicamente, se comenzará a negociar con los sindicatos una vez que se reciban las autorizaciones regulatorias, pero los primeros números que se manejan en el sector ya apuntan a un excedente laboral de cerca de 7.000 empleados.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios