Banco Santander y Banco Sabadell no sólo deberán lidiar con el desplome de la nueva producción hipotecaria en España, sino también tendrán que hacer frente a crisis hipotecaria en el Reino Unido. El Banco de Inglaterra dio la sorpresa en su reunión mensual de junio y elevó los tipos de interés en medio punto hasta el 5%. Sin embargo, el organismo que dirige Andrew John Bailey, ha reconocido que los tipos de interés deberán subir dos puntos adicionales, hasta el 7%, para hacer frente a la inflación.
Inmediatamente, los expertos del sector inmobiliario advirtieron que aumentar la tasa de los tipos de interés desencadenaría en un "fin de juego" para el mercado de la vivienda y que podría hacer que los precios cayeran en picado. A principios de año, se estimaba que los precios de la vivienda en el Reino Unido podrían bajar entre un 10% y un 15% y admitían el sobrecalentamiento del sector. Ahora, con las nuevas estimaciones ya creen que el desplome sería de entre el 30-35% y echaría más leña al fuego a la economía británica, que sigue penalizando el Brexit, la pandemia y la guerra en Ucrania.
Como consecuencia de ello, el negocio del nuevo crédito inmobiliario se vería afectado impactando en las filiales de Banco Sabadell, TSB, y Santander, Santander UK, cuyos actividad se desarrolla en el mercado de las hipotecas. Sabadell, con más del 90% en hipotecas, y Santander con 300.000 millones en activos. Así, el banco que dirige César González-Bueno ha reconocido a los analistas que la caída en la demanda de la nueva producción se está intensificando en el segundo trimestre y que podría presentar cifras similares a la experimentada en el primer trimestre de este año.
En los tres primeros meses del año, la nueva producción hipotecaria de la filial británica de Sabadell registró un descenso del 50% ya frente el último trimestre, mientras que el desplome interanual alcanzó el 44%. Así, en los tres primeros meses del año cerró con un volumen de 957 millones de euros, 1.000 millones menos que a cierre de diciembre (y 1.715 millones de euros a cierre de los tres primeros meses de 2022).
Y este descenso de la demanda del crédito se produce en un momento en el que el beneficio de TSB había crecido hasta los 54 millones, lo que suponía el resultado trimestral más elevado desde 2017 y después de que González-Bueno descartara su venta. La entidad adquirió TSB en 2015 por 2.300 millones de euros.
Banco Santander es la otra entidad española con presencia en Reino Unido. En este caso, los analistas han reconocido que todavía no han mantenido un encuentro con el banco, pero sí que el negocio hipotecario también podría verse afectado. De hecho, en los tres primeros meses del año, los préstamos y anticipos a la clientela cayeron un 4%. En términos brutos, sin ATA y a tipo de cambio constante, se mantuvieron planos respecto al año pasado. El banco que preside Ana Botín explicaba que "esto se debe al alto nivel de producción durante 2022, que se ha visto limitado en el primer trimestre de 2023 como consecuencia de la gestión de márgenes en un entorno de subidas de tipos de interés y alta inflación".
Las autoridades piden mantener la calma
No hay una opinión clara sobre lo que le espera al mercado hipotecario en Reino Unido en los próximos meses. Algunas instituciones consultadas descartan graves problemas a pesar de que los tipos de interés subieran hasta el 7%, una cifra que podría ser afrontada por la clase media. Sí que se podría dar el caso de que estos incrementos obligaran a los hipotecados más justos a sacar al mercado sus viviendas en el caso de no poder afrontar los pagos, pero se descartaría una situación como la vivida en los ochenta.
Aún así, los bancos han retirado varias veces sus ofertas hipotecarias del mercado de manera repentina y después han subido los precios, especialmente desde mayo. Es el caso de HSBC, pero también de Santander UK. HSBC, por su parte, ha subido los costes de sus préstamos dos veces en una sola semana, y otros han seguido sus pasos
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