El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha descartado que se vaya a producir una gran adquisición por parte de la petrolera. "Eso no va a ocurrir", ha dicho en un conferencia con analistas para presentar los resultados del primer semestre. Según el directivo, la petrolera tiene una hoja de ruta enfocada en la transformación de la empresa mediante pequeñas compras.
Imaz ha vuelto a definirse como el consejero delegado "más aburrido del mundo". Según él, unas de sus principales características es ser "prudente y predecible". No obstante, ha insistido en que la compañía está abierta a "evaluar cualquier posibilidad que pueda respaldar su viaje de transformación", así como que está enfocada en la distribución de las ganancias en dividendos para sus accionistas, con "la preservación del balance y la solidez financiera".
"No hay grandes adquisiciones previstas en el entorno actual", ha afirmado, añadiendo, eso sí, que la compañía seguirá evaluando "pequeñas adquisiciones" como la de la estadounidense Hecate Energy o, más recientemente, Asterion. Respecto a la apuesta de la multienergética por la carrera desatada en el sector por el hidrógeno verde, indicó que probablemente en los próximos meses Repsol tomarán dos electrolizadores a gran escala, en Bilbao para Petronor y Cartagena.
Actualiza el plan estratégico
No obstante, aseguró que las decisiones de inversión en este área, al igual que en otros negocios, se adoptarán si hay un "retorno de dos dígitos". Repsol ha recortado un 44% el beneficio en el primer semestre en comparación con el mismo periodo del ejercicio precedente, hasta 1.420 millones de euros, en un contexto de caída de los precios del petróleo y de la demanda energética.
Repsol actualizará su plan estratégico durante el primer trimestre de 2024 tras lograr todos los principales objetivos marcados dos años antes de lo previsto. Se focalizará en una estrategia que permita alcanzar las cero emisiones netas en 2050, a la vez que mejora la posición de valor de la compañía. La compañía se ha hecho recientemente con el 50,01% de CHC Energía y sumó a su cartera más de 350.000 clientes de una tacada, lo que la apuntala como la cuarta comercializadora de luz del mercado, por detrás de Iberdrola, Endesa y Naturgy con alrededor de 1,5 millones de clientes.
La empresa que dirige Josu Jon Imaz tiene un objetivo marcado en rojo y no es otro que alcanzar una potencia instalada de energías renovables de 20 gigavatios (GW) para el final de la década. Antes, en 2025, aspira a los 6 GW. Por hacer la comparativa con una de las grandes eléctricas del país, Endesa tiene el compromiso para 2030 de multiplicar por tres su parque renovable, hasta alcanzar los 24 GW de capacidad instalada.
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