Indra acaba de culminar el cambio en la cúpula directiva tras la llegada de José Vicente de los Mozos como nuevo consejero delegado. Para que esto sucediera, su antecesor, Ignacio Mataix, tuvo que dar un paso atrás. Lo dio en una salida pactada, tras la que el ejecutivo ha recibido más de 4,6 millones de euros en concepto de indemnización y el 'pacto de no competencia'. A esto hay que sumar el contrato suscrito de asesoramiento estratégico al consejo de administración que tiene una duración de dos años.
Como queda reflejado en el informe semestral de la empresa presentado este jueves ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Indra resolvió la relación contractual con Ignacio Mataix de mutuo acuerdo. Sin embargo, al igual que sucedió con Cristina Ruiz, se comprometió el pago de una indemnización relevante. En este caso se trataba de 2,64 millones de euros frente a los 1,8 millones de la antigua consejera delegada -hoy directiva de Santander-. Esta cifra se acerca a los 3,1 millones que percibió por este concepto el antiguo presidente ejecutivo, Fernando Abril-Martorell.
A esta cantidad, Indra suma una cifra también contemplada en la política de remuneraciones: el pacto de no competencia. Es una cláusula que suele incluirse en los contratos de altos directivos con el objetivo de evitar que éstos acaben en compañías rivales directos. El exCEO ha recibido 1,98 millones de euros, ligeramente superior a los 1,8 millones cobrados por Ruiz. Hay que tener en cuenta que esta compensación corresponde al 75% de la 'retribución total target'. Al haberse quedado como único primer ejecutivo, esa cantidad es superior.
El informe de Indra no hace mención a una novedad que el caso de Mataix tiene respecto a sus predecesores. Se trata de un contrato de asesoramiento estratégico al grupo que firmó para los dos próximos años. No se precisa cuál sería la cantidad que percibiría en ese periodo. Pese a que el anuncio se hizo efectivo en marzo, el ejecutivo permaneció en el puesto hasta el mes de mayo, por lo que cobró su parte correspondiente a la retribución fija.
La salida de Mataix, Ruiz y Abril-Martorell ha supuesto el desembolso de más de 14 millones entre indemnizaciones y otros conceptos
En el hecho relevante firmado a principios del mes de marzo en la CNMV, donde se anunciaba la salida del directivo, se justificaba la salida en un "proceso de sucesión vinculado a la definición del próximo plan estratégico que la compañía tiene previsto definir para los próximos años". El cese de Mataix es la culminación de los cambios ejecutados en el equipo directivo desde la salida de Abril-Martorell en el año 2021. Un año después salieron la anterior consejera delegada, Cristina Ruiz, y el responsable financiero. Las salidas de los tres primeros han supuesto un desembolso de más de 14 millones de euros.
Nueva política de remuneración
Al margen de este pago, la compañía aprobó en la última junta general de accionistas dos modificaciones de la política de remuneraciones que acaba este año y la nueva hoja de ruta para los próximos tres ejercicios. Respecto a las primeras, se trata de un adelanto del pago del bonus en acciones para Mataix, Ruiz, Abril-Martorell y el actual responsable de Minsait y consejero ejecutivo, Luis Abril, -que fue criticado por uno de los dos principales asesores de voto-. Además también está el incremento del tope de títulos a entregar en el plan de incentivos a medio plazo ante la eventualidad de que se alcance el sobrecumplimiento del 150% de todos los objetivos.
En la nueva política de remuneraciones no hay grandes cambios. Se actualiza la retribución fija del nuevo CEO, José Vicente de los Mozos, tras ser incrementada en 2022 cuando Mataix asumió el puesto de primer ejecutivo. Se reduce el peso máximo de los objetivos cualitativos en el variable aumentándose el de los cuantitativos. Además se eleva el peso de los objetivos de responsabilidad social del 10 al 15%. Se mantiene la facultad del consejo de modular el resultado de la retribución variable de los ejecutivos pero se limita hasta un máximo del 10% al alza o la baja.
Nuevo plan estratégico
La compañía presentó este jueves las cuentas correspondientes al primer semestre, con una subida del beneficio neto de un 35% hasta los 90 millones de euros y un incremento del 11,5% en los ingresos hasta superar la barrera de los 2.000 millones. Esto llevó a una mejora de los objetivos financieros de cara al ejercicio actual, colocándolos en 4.150 millones de ingresos (frente a los 4.000 millones iniciales) y 325 millones de resultado de explotación (frente a los 315 millones de las primeras previsiones). La contratación en el área de Defensa se ha disparado un 24%, lo que representa un "reflejo del momento por el que pasa el sector". Estos números han permitido a la empresa cerrar el jueves con una subida en las acciones del 5,4%. En lo que va de año, los títulos de la empresa con capital público se han revalorizado un 22% hasta situar la capitalización bursátil en los 2.300 millones de euros.
De los Mozos anunció que está en fase de elaboración de un plan estratégico que presentará en un 'Investor Day' en el primer trimestre de 2024. Eso sí, el primer ejecutivo avisó que el objetivo a corto plazo es ganar escala en España para resolver la "fragmentación" de la industria de defensa a través de adquisiciones o de alianzas estratégicas. De las últimas ya ha llevado a cabo dos relevantes: Oesía y Navantia. Pero de las primeras no ha habido relevantes en los últimos años. Estas semanas se ha negociado la entrada en el accionariado (no la compra) en el fabricante de motores para aviones ITP Aero.
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