Cuenta atrás para el final del mandato de Alberto Terol al frente de los consejeros independientes de Indra. Será a mediados del próximo año 2022 cuando se cumpla el plazo para el consejero cuya actuación fue clave en el proceso de sucesión de Fernando Abril-Martorell y en la definición del papel de Marc Murtra como presidente sin ningún poder ejecutivo. Este sería un nuevo paso más en la estrategia de este último para ganar mucho más espacio. Ya el pasado mes de julio se cesó de manera fulminante a José Antonio Escalona De Molina, que hasta ese momento era secretario no consejero y fue 'aliado' del propio Terol en esa resistencia en el relevo.
La estructura del consejo de Indra es peculiar por la mayoría de los consejeros independientes. Pese a que esta es una recomendación de la propia Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), no pocas compañías cotizadas la cumplen. La coordinación asumida por Terol -que fue nombrado en el año 2010- le otorga un poder relevante. La figura que él asume ('lead manager' en el argot) es introducida en la nueva Ley de Sociedades para aquellas sociedades en las que el consejero delegado y el presidente lo asuma la misma persona.
Pese a que el máximo órgano de decisión de la compañía semipública se autoimpuso un límite de nueve años (tres mandatos trienales), éste podía ser excepcionado a propuesta de la comisión de nombramientos. El expresidente para Europa de Deloitte ya ha superado ese periodo y se aproxima al que exige la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que es de doce años. Podrá reconvertirse en lo que se conoce como 'Otro Externo', pero lógicamente no podrá ejercer como coordinador. Hay un antecedente en Telefónica y es el de Javier de Paz, hombre fuerte del consejo y cercano al expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Finalmente tuvo que ser sustituido a finales del pasado 2019 por Javier Echenique, exdirector general de BBVA.
Por tanto, no podrá ser el consejero coordinador a partir del próximo mes de junio, lo que hace que en menos de un año vayan a salir de la compañía las dos piezas clave del 'tira y afloja' vivido el pasado mes de mayo ante la salida de Abril-Martorell. Terol se resistió a que se nombrara a Marc Murtra como presidente ejecutivo, lo que le llevó a retrasar el nombramiento y a exigir un informe específico para defenderlo. El pulso que mantuvo con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) acabó en una tricefalia, con dos consejeros delegados solidarios, Ignacio Mataix (Sistemas) y Cristina Ruiz (Minsait), y un presidente sin poderes.
Terol es además el líder de un grupo de independientes que fueron nombrados en su totalidad por Abril-Martorell, quien mantuvo un duro enfrentamiento con la propia Sepi y el Gobierno antes de su salida. Siguen siendo mayoría en el órgano de decisión: ocupan siete de los trece sillones. Los otros son ocupados por el propio presidente, que tuvo que ser nombrado como 'Otro Externo' al ser propuesto a petición 'de facto' de la Sepi -aunque no tiene la capacidad formal para hacerlo-; los dos representantes del Estado (que mantiene el 18% de las acciones); los dos CEOs ejecutivos, y el que fue nombrado por Corporación Financiera Alba.
Terol cumple doce años como consejero independiente, por lo que a partir de 2022 no podrá ejercer como coordinador
Este cambio resulta paradigmático en este reparto de poder y en la 'era Murtra' del grupo semipúblico. Tanto la Sepi como el propio presidente han apostado por ganar más enteros meses después de la salida de Abril-Martorell. Y tener un papel mucho más relevante en el día a día de la compañía. Una de las medidas que se han tomado ha sido la creación de una Comisión de Estrategia, un órgano para vigilar de cerca todas las grandes medidas que se aborden antes de que lleguen al máximo órgano de decisión y que es presidido por el propio Murtra.
Hoy Indra vive como dos compañías independientes en una, con dos consejeros delegados ejecutivos, sin que reporten directamente al presidente, que no cuenta con funciones ejecutivas. Por un lado, Ignacio Mataix, una persona especialmente cercana a Abril-Martorell, que lidera toda la división de Defensa. Por otro, Cristina Ruiz, promocionada en la etapa de Javier Monzón como presidente. Todo apunta a que esta mayor cohesión en la cúpula podría acarrear un cambio en esta estructura de poder completamente atípica en el Ibex 35. Los próximos meses están llamados a ser determinantes en la colocación de todas las piezas.
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