Indra supera ampliamente las previsiones. La compañía tecnológica ha cerrado el año 2023 con una subida de ingresos y beneficio neto sensiblemente por encima de la guía ofrecida a analistas y revisada a mediados del ejercicio. Las ventas han subido un 13%, mientras que el beneficio neto lo ha hecho un 20%. Para este ejercicio 2024, en el que ha vuelto a aprobar un dividendo a cargo de estos resultados, espera mantener el ritmo a doble dígito.
Durante el ejercicio 2023, los ingresos crecieron un 13% hasta los 4.343 millones de euros. El último trimestre, se ha comportado con mejores cifras subiendo un 15%. Defensa y Seguridad se ha disparado un 24%, por la mayor contribución de los proyectos europeos del FCAS y el Eurofighter. El tráfico aéreo también se ha disparado un 25%, en parte por la contribución de las compras de Selex en Estados Unidos y Park Air en Reino Unido -a perímetro constante, eliminando el efecto de esas transacciones, las ventas totales habrían seguido siendo de doble dígito, con un 12%-. En Minsait, la subida en moneda local es de un 11%.
En el lado de la rentabilidad, el resultado bruto reportado se situó en 347 millones, lo que supone una subida del 14% -con una mejora de dos décimas del margen-. El beneficio neto ascendió a 206 millones frente a 172 millones del año anterior, lo que supone un crecimiento del 20%. El flujo de caja también se disparó gracias a la mayor rentabilidad operativa, la mejora de la variación del capital circulante y el mayor cobro por subvenciones. La deuda neta superó la barrera de nuevo de los 100 millones (0,3 veces el Ebitda) por el pago de las compras y el abono del dividendo.
Ante esta mejora de los números, el consejo de administración celebrado este martes acordó proponer a la próxima junta general de accionistas que se celebrará a mitad de año la distribución de un dividendo en efectivo de 0,25 euros brutos por acción, con cargo a los beneficios del ejercicio 2023. Se abonará el día 11 de julio de 2024. La cifra es idéntica a la que se fijó en 2023.
Previsión conservadora de ventas
La previsión es precisamente que el crecimiento se mantenga. Por ello, la empresa ha planteado un escenario financiero con unos ingresos superiores a los 4.560 millones en moneda local, un resultado bruto reportado por encima de los 400 millones de euros y un flujo de caja libre que esté más allá de los 250 millones -por debajo de lo registrado el pasado 2023-. Para la primera de las magnitudes, significaría una subida del 7% frente al doble dígito de este ejercicio. Hay que recordar que en los dos últimos años se ha ido revisando progresivamente este horizonte ante una primera posición más conservadora.
Una de las magnitudes que señalan cómo irá el futuro es el de la cartera de pedidos ya cerrada. Esta ha pasado de 6.309 a 6.776 millones de euros, lo que supone un crecimiento de algo más del 7%. La contratación neta, la que se cierra definitivamente, descendió un 4% hasta los 4.583 millones. Esta caída se debe principalmente a la firma de la fase 1B del proyecto FCAS que tuvo lugar a final del ejercicio. Si se excluyera el efecto, habría aumentado un 8%.
"Tenemos un gran punto de partida para nuestro nuevo plan estratégico", ha asegurado el presidente de Indra, Marc Murtra. Por su parte, el consejero delegado, José Vicente de los Mozos, habla de una "situación fuerte de la compañía" que les va a permitir "establecer un fundamento sólido" para la hoja de ruta. La compañía no ha querido adelantar algunas de las líneas maestras de este nuevo plan que se mostrará al mercado en un Capital Markets Day la próxima semana.
