Slim 'apadrina' a Esther y Alicia Alcocer y reordena su patrimonial para darles paso

  • Aumenta este órgano en dos miembros más y relega a Jarque Uribe en favor de Pablo Colio en la inversora española del magnate mexicano. 
Hermanas Alcocer Koplowitz
Hermanas Alcocer Koplowitz
L.I.

La familia Koplowitz y el magnate mexicano Carlos Slim están cada vez más cerca. Después de comprar la deuda de la matriarca de la familia, el propietario de Carso ha vuelto a llevar a cabo un gesto 'amable' hacia esta saga con el nombramiento de las hermanas Alicia y Esther Alcocer como consejeras de su inversora en España, Soinmob Inmobiliaria Española, tal y como consta en el Registro Mercantil. 

La relación de la familia Koplowitz y el propio Slim se está volviendo cada vez más estrecha al punto de recordar -salvando las distancias- a la que tenía Ramón Areces con Esther (madre) y su hermana Alicia tras el fallecimiento de su madre a finales de los años 60. Y es que Carlos Slim ha dado el paso de apadrinar a las hijas de la primogénita más allá de FCC -como ya venía haciendo-.

Areces, fundador de El Corte Inglés, tuteló a las hermanas Esther y Alicia Koplowitz sin meterse en su recién heredado negocio -por aquel entonces llamado Conycon-. Las dirigió y guió a 'los Albertos' -Alcocer y Cortina, maridos de las dos hermanas- para que llevasen las riendas de la compañía. Tras sus respectivos divorcios, que coincidieron en el tiempo con el fallecimiento de Areces -finales de los 80 y principios de los 90-, a las hermanas no les quedó más remedio que coger las riendas de la constructora que habían heredado de su padre, Ernesto Koplowitz,  y seguir adelante. 

Pero el idilio no duró mucho. En primavera de 1998 la hermana pequeña, Alicia, decidió volar sola y vender a Esther su participación en la firma familiar. Ahora, con las distancias que el tiempo y la diferencia de las situaciones ha conseguido, Slim parece estar haciendo un camino similar al que en su momento comenzó el gran empresario asturiano. 

La entrada del mexicano en la compañía se produjo en el año 2014, uno de los peores momentos económicos de la firma. Las deudas ahogaban a la sociedad y los 650 millones de euros con los que llegaba Slim bajo el brazo a la ampliación de capital eran un soplo de aire fresco para la familia. El magnate entró 'despacito y sin hacer ruido' tratando de mantener los cargos y sin modificar la estructura que habían creado las Koplowitz a lo largo de los años pero con la clara intención de tomar el control del grupo. 

Tanto fue así que, pese a convertirse en el socio de control de la constructora, Slim mantuvo a Esther Koplowitz y a Esther Alcocer al frente de la compañía como vicepresidenta de FCC y presidenta del consejo de administración, respectivamente. Uno de los grandes gestos con los que el mexicano sorprendió a propios y extraños fue la compra de la deuda que había contraído Esther madre sobre las acciones con las que se quedó de la constructora. 

Slim se hizo a través de CEC (Control Empresarial de Capitales) el pasado mes de mayo con una deuda de 844,2 millones de euros con vencimiento en abril de 2020 que pertenecía a la que fuese mujer de Alberto Alcocer -y que amenazaba con convertirse en el fin de la empresa para la familia-. Pero lo cierto es que este préstamo personal viene de lejos. La mayor de las Koplowitz recibía a finales del siglo pasado una garantía de 871 millones con el fin de comprar a su hermana Alicia la participación en FCC que le había correspondido en el legado de la empresa que había realizado su padre.

El crédito siempre tuvo como aval las acciones de la empresa, hecho que aprovechó Slim para ayudar, una vez más, a la empresaria. Y el salvavidas mexicano le sirvió para evitar ahogarse y seguir dentro de la empresa gracias a un 5% de los títulos que el magnate decidió dejar que se quedase. Una cantidad que, teniendo en cuenta el precio de cierre de este mismo miércoles, supondría unos hipotéticos ingresos de más de 256 millones de euros. 

Ahora, el apadrinamiento que ha realizado Slim de las hijas de Esther Koplowitz supone un paso más en una relación que viene de antiguo pero que se ha afianza si cabe de manera decisiva entre la familia de la histórica constructora y el magnate mexicano. La idea de un Carlos Slim convertido en amo y señor de FCC deja de tener las connotaciones negativas que se suponen a todo 'tycoon' implacable a la hora de hacer negocios. 

Ceses y modificaciones del consejo

La firma, participada en su totalidad por la matriz mexicana, Carso, ha modificado la estructura de su consejo de administración pasando de tres miembros a cinco. Más allá de la entrada de las hermanas Koplowitz en la más alta esfera de la esta marca, Slim también ha eliminado la presencia de uno de sus afines, Carlos Jarque Uribe. 

El actual Director Ejecutivo de América Móvil -también propiedad del mexicano- ha sido cesado del Consejo de Administración de la sociedad patrimonial de Slim. En su lugar ha entrado Pablo Colio, actual consejero delegado de la constructora FCC y sucesor del propio Jarque que ocupó este cargo entre el 18 de agosto de 2015 y el 12 de septiembre de 2017. 

Soinmob Inmobiliaria Española es la patrimonial con la que Slim opera en España. A través de ella, cuenta con participaciones como la del Real Oviedo -que compró en 2012 y que también salvó al club- y llevó a cabo importantes operaciones empresariales como la compra 439 oficinas de CaixaBank. 

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