Cumbre empresarial de la CEOE

Marc Puig propone "un ERTE flexible para evitar el desempleo continuo"

El presidente del Instituto de Empresa Familiar aboga por incentivos fiscales: "Es un buen momento para que se facilite la creación de empresas".

Marc Puig, presidente del Instituto de Empresa Familiar.
Marc Puig, presidente del Instituto de Empresa Familiar: "Es un buen momento para que se facilite la creación de empresas".
La Caixa

Marc Puig, presidente de Puig y del Instituto de Empresa Familiar, ha defendido este lunes la oportunidad de oro que representa la reapertura del comercio para que el Gobierno flexiibilice e impulse el tejido empresarial. "Es un buen momento para que se facilite la creación de empresas", ha señalado, en relación a la ausencia de incentivos fiscales en esta materia, durante su intervención en el panel sobre comercio celebrado dentro de la cumbre empresarial organizada estos días por la CEOE.

En este sentido, Puig se ha mostrado partidario de los ERTE como balón de oxígeno para las empresas, yendo incluso más allá: "Desarrollemos un mecanismo de ERTE más flexible que permita evitar el desempleo continuo". Una idea que con la que se pretende repartir el peso del gasto en empleo entre el sector público y el privado; una colaboración que ha definido como "indispensable" en todos los ámbitos posibles. Asimismo, Puig ha recordado el elevado nivel de economía sumergida en España (por encima del 23% del PIB), instando a "quitar el papel moneda e impulsar el pago electrónico".

Además, ha recordado que el comercio representa un sector de liderazgo internacional para España. "Por ejemplo, estamos en el top 10 mundial en perfumería y cosmética, aunque se hable más de vinos o zapatos". Por eso, Puig ha instado a crear "un terreno de juego fiscal neutro para que no se vayan las empresas a otros países". En este sentido, considera que la competitividad de nuestro país está lastrada por depender de pequeñas empresas -a diferencia de Alemania-; por eso, aboga por mecanismos que permitan a "las pequeñas empresas convertirse en medianas y, a las medianas, convertirse en grandes empresas".

Por último, Puig reconoce que "a pesar de haber traído paz y prosperidad, el modelo capitalista está cuestión desde hace unos años". Por eso, aboga por cumplir con uno de los compromisos alcanzados por los líderes empresariales de todo el mundo en la Business Roundtable del año pasado, es decir, "que el máximo objetivo de una empresa no sea crear valor para el accionista". En clave política, ha apuntado que "la sociedad demanda que sus políticos remen en la misma dirección" en estos tiempos, en referencia a la creciente crispación política de las últimas semanas.

Google apuesta por la transformación digital

Otra de las participantes ha sido Fuencisla Clemares, directora general de Google España, que ha dibujado un escenario positivo para el e-commerce en los próximos meses: "El Covid ha puesto de relevancia el papel de la tecnología. Nos ha marcado el camino, especialmente en el comercio minorista, con el comercio online creciendo a un ritmo nunca visto. Según Deloitte, el canal online ha crecido más de un 74% respecto al año pasado durante las semanas de confinamiento".

En este sentido, ha resaltado que "las empresas omnicanal que tenían su negocio electrónico bien desarrollado antes de la crisis han sido capaces de mitigar el impacto, reduciendo al 50% sus ventas". Es más, "los negocios 100% digitales han crecido a doble y triple dígito en este tiempo, han creado empleo" durante el confinamiento, mientras el resto de la economía se derrumbaba. Por eso, considera vital la transformación digital de las empresas: "Esperamos que de aquí a tres años el e-commerce represente el 20% del sector. Con él, llegamos a más gente, con menos riesgos y menos costes".

En clave más política, Alfonso Merry del Vall, presidente de Anged, ha cuestionado en el panel el papel del Gobierno durante la crisis: "Han pasado cuatro meses desde el inicio de la pandemia y el Gobierno todavía no ha trazado un plan concreto y claro para la reconstrucción. Esta indefinición tiene un coste para la confianza y la seguridad jurídica, cuestiona consensos básicos y la propia imagen de España".

"La situación del comercio es crítica. En ninguna otra gran economía europea el comercio ha sufrido tanto como en España. Según el último informe de la OCDE, durante el estado de alarma y la desescalada, el comercio ha restado 9,5 puntos al PIB. En el mejor de los escenarios, en 2020 el comercio perderá unos 30.000 millones de facturación, sobre todo, en categorías de no alimentación donde la caída de las ventas ha superado el 50%", ha añadido.

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