Antes de lo esperado

El mercado de hipotecas da un vuelco en el primer trimestre y retoma el crecimiento

El volumen de nuevo crédito destinado a vivienda se dispara en más de 1.000 millones en el inicio de año y repunta a doble dígito en la antesala de un mes de marzo todavía más positivo, según fuentes del sector. 

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El mercado de hipotecas da un vuelco en el primer trimestre y retoma el crecimiento. 
Nerea de Bilbao Yárnoz

Cambio de rumbo en el mercado hipotecario. Contra todo pronóstico, el crédito destinado a vivienda ha dado un golpe de timón y ya arroja un cambio de tendencia. El techo de los tipos de interés oficiales estipulados por el Banco Central Europeo (BCE) y la expectativa de que bajarán a partir del próximo mes de junio han servido de acicate, adelantando al arranque del año su reactivación, que se contemplaba para el segundo semestre. Según el Banco de España (BdE), el volumen de la nueva producción contabilizada entre enero y febrero ha ascendido a 9.162 millones. Esto supone un incremento superior a 1.000 millones en comparación con el mismo periodo de 2023, cuando se registraron casi 8.100 millones.

Los datos confirman así el giro con crecimientos a doble dígito. Si en enero el repunte fue del 12%, en febrero ha escalado dos décimas, con una mejora del 14%. Aunque todavía no se conocen los datos correspondientes al primer trimestre completo, fuentes financieras aseguran a La Información que en marzo el crecimiento ha sido "incluso mayor". El punto de inflexión tuvo lugar el pasado diciembre, momento en el que las caídas se frenaron con una evolución sin apenas variaciones con respecto al mismo periodo de 2023 después de varios meses a la baja. "Las perspectivas de que el BCE vaya a mover ficha han servido de catalizador para impulsar la concesión", explican desde la Asociación Hipotecaria Española (AHE).

La analista de investigación de esta organización, Leyre López, destaca que los factores que motivaron la moderación de la actividad han comenzado a menguar y apunta hacia el euríbor tras haber experimentado en marzo su menor aumento anual desde enero de 2022. De cumplirse las previsiones, el índice al que están referenciadas las hipotecas variables en España debería moderarse y anotarse en abril su primera bajada en más de dos años después de que el dato mensual provisional se sitúe en el 3,66% frente al 3,757% de hace justo doce meses. La guerra comercial en la que está inmersa la banca ha tenido un papel determinante en esta coyuntura, empujando a un abaratamiento de los intereses.

La rebaja ha sido especialmente significativa en el caso del tipo fijo, cuyo recorte medio aplicado se ha colocado por encima del 0,27% entre enero y mayo, mientras en las mixtas ha llegado al 0,11% y en las variables la reducción fue testimonial. El comportamiento ha estado liderado por las entidades de perfil doméstico -BBVA y Banco Santander ya lo hicieron en 2023- optando por rediseñar su oferta que les permita posicionarse ante el fin de la fiesta de los tipos y resucitar la demanda. "Tras un 2023 difícil, en 2024 es imprescindible recuperar la contratación", precisa el director general de Trioteca, Ricard Garriga, quien también destaca que el comprador "se verá muy beneficiado" del recrudecimiento de la competencia.

La ofensiva ya se refleja en la tasa media a la que se han formalizado las nuevas operaciones (incluyendo fijas y variables), situándose al cierre de febrero en el 3,68% según las últimas publicaciones del Banco de España (BdE). El TEDR, el tipo aplicado por las entidades sin tener en cuenta algunos gastos como las comisiones, acumula así tres meses consecutivos en descenso. Queda por ver si estos movimientos han logrado dinamizar las contrataciones. La estadística que elabora el INE recoge una contracción interanual del 10% en la firma de hipotecas durante el inicio del ejercicio y una escalada mensual superior al 30%, radiografía que fue interpretada por los portales inmobiliarios como el pistoletazo de salida hacia la recuperación.

Ahora que el horizonte ha comenzado a despejarse, el sector se muestra optimista y vaticina que será a partir del verano cuando consolide la velocidad de crucero, motivada por el impulso de la obra nueva y la compraventa de vivienda, que se encamina a un resurgimiento, según los expertos. Una realidad que debería reflejarse en los resultados que los bancos cotizados presenten a partir de la próxima semana. Cabe recordar que los pesos pesados han augurado un 2024 positivo que podría llegar a ser mejor incluso que el precedente, en el que los cinco grandes (Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Banco Sabadell y Bankinter) han marcado nuevo récord de beneficio con una ganancia conjunta superior a los 26.000 millones.

Todo ello a pesar de que la actividad crediticia viene de sufrir una etapa complicada, que también se ha visto afectada por el aumento de las amortizaciones anticipadas, empujando el saldo vivo por debajo de los 493.000 millones, mínimos desde 2006. En este contexto, el reto estará en la capacidad para conseguir que vuelva a superar la barrera de los 500.000 millones en aras de mantener el crecimiento fulgurante del margen de intereses vivido al calor de unos tipos en máximos de dos décadas. 

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