Movimientos del sector 'gamer'

Microsoft echa un pulso al regulador con su 'megacompra' de Activision

Cambia la estrategia de adquisiciones y tendrá que verse las caras con la autoridad de la Competencia. Además deberá gestionar el creciente problema de acoso en la cúpula directiva del gigante de videojuegos.

Microsoft será la tercera empresa más grande de videojuegos tras Sony y Tencent.
Microsoft será la tercera empresa más grande de videojuegos tras Sony y Tencent.
L. I.

Microsoft había huido en los últimos años de la lupa del regulador de la Competencia en Estados Unidos. El gigante fabricante de Windows y Office había mantenido hasta el pasado ejercicio 2021 un perfil bajo en su estrategia de adquisiciones. Esto le había permitido esquivar el análisis de los organismos frente a sus grandes rivales, como Google o Facebook, que sí han sentido más la presión. La 'megacompra' que ahora hace de Activision Blizzard -dueño de grandes nombres del sector de los videojuegos- por casi 70.000 millones de dólares (61.700 millones de euros aproximadamente), que se suma a la de la firma especializada en reconocimiento de voz e inteligencia artificial Nuance por 16.500 millones de euros, inaugura una fase en la que todos los focos estarán sobre la empresa dirigida por Satya Nadella.

En los últimos tiempos, los reguladores han puesto mucha atención a las adquisiciones. Durante años, éstas han pasado muy desapercibidas, pero con el tiempo se han demostrado que han sido claves para el reinado absoluto de las grandes tecnológicas. WhatsApp, Instagram, YouTube... Muchas pasaron sin apenas oposición. Tiempo después algunos de estos organismos en Estados Unidos han puesto sobre la mesa la necesidad, precisamente, de trocear Facebook o al propio Google para reducir su poder. En este mayor escrutinio, Microsoft había permanecido fuera del foco en el último lustro desde la compra de la red social profesional LinkedIn.

La compra, que en tamaño y proporción respecto al mercado puede ser muy similar a la que Disney hizo con el 21st Century Fox por 71.300 millones de dólares (poco más de 62.000 millones de euros), implica un golpe en la mesa del sector del videojuego. No hay que olvidar que Microsoft es el dueño de las consolas Xbox y también de una serie de franquicias que ha ido comprando en los últimos tiempos. Es decir, esta transacción lo convierte en dueño del 'hardware' con el que se juega y del 'software'. Esto va a hacer saltar todas las alarmas del regulador de Estados Unidos. Desde Microsoft podrán seguir defendiendo que su negocio de videoconsolas sigue siendo mucho más pequeño que su máximo rival, Sony

Tras polémicas por acosos y discriminación, el consejero delegado de Microsoft, Satya Nadella, ha asegurado que cambiarán la cultura de la compañía para hacerla más inclusiva y segura.

Hasta ahora, todas las compras de Microsoft han salvado los exámenes de los reguladores en todo el mundo sin especiales dificultades ni exigencias relevantes. La compra de Nuance es la que puede generar los primeros problemas con los 'vigilantes', sobre todo en la Comisión Europea que inició recientemente su estudio. Ahora, esta de Activision Blizzard va a cambiar las reglas y además despertará el interés del resto de sus competidores para hacerse con más 'joyas' del sector de los videojuegos. Según ha quedado reflejado en el acuerdo, en caso de que no salga adelante Microsoft deberá pagar al productor 3.000 millones de dólares (más de 2.000 millones de euros) como compensación.

Microsoft además de esta última adquisición (que se ha convertido en la más grande del sector de los videojuegos) en 2020 se hizo con ZeniMax Media, la empresa matriz de Bethesda Softworks, que es una de las desarrolladoras de videojuegos más grandes del mundo por 7.500 millones de dólares (6.850 millones de euros). Antes, en 2014, y tras varios meses de rumores, se confirmó que la compañía de Bill Gates se hizo con Mojang, la creadora de uno de los videojuegos más reconocidos de aquel entonces, Minecraft, por un total de 2,5 millones de dólares (2,2 millones de euros). De esta manera, ha ido sumando nuevas empresas para expandir su variedad de juegos. 

Nueva cultura de la empresa

La otra gran derivada importante es que Activision Blizzard ha estado bajo el foco mediático (y también regulatorio) porque se han desvelado denuncias de acoso y discriminación sexual sistemático a las empleadas de la empresa. No solo eso. El CEO de la empresa, Bobby Kotick, estaba al tanto de esta situación y además de encubrirlas, participaba de ellas. El caso explotó en julio del año pasado y tras investigaciones se dio a conocer que más de 20 empleados habían sido despedidos de manera directa y otros habían sido sometidos a correctivos disciplinarios. Sin embargo, ahora ha salido a la luz que desde ese entonces la cifra real de desvinculados ha sido de 37 trabajadores y 44 han sido llamados al orden con acciones disciplinarias por conducta según la última información que ha entregado el periódico estadounidense The Wall Street Journal en un reportaje.

Esta información ha sido confirmada por la portavoz del gigante norteamericano, Helaine Klasky, y el periódico económico neoyorquino asegura que casi el 90% de los 700 informes presentados han sido revisados. Por todo este caso, el Departamento de Buenas Prácticas Laborales del Estado de California (EEUU), demandó a Activision por tener una cultura laboral de acoso sexual y por pagar menos y discriminar a sus empleadas. Las acciones de la compañía, que tiene más de 10.000 trabajadores a nivel mundial y que es considerada como una de las editoras de videojuegos más importantes y responsable de grandes franquicias como los dueños de Call of Duty o Candy Crush, perdieron casi la mitad de su valor.

Hace algunos días - y antes de dar a conocer la compra- la compañía ha decidido reforzar la postura de la compañía frente a este tipo de situaciones y aseguraron que contarán con un bufete de abogados (Arent Fox) para regularlo. Para ello revisarán sus políticas y prácticas de acoso sexual y discriminación de género de la empresa y su eficacia con el objetivo de crerar un entorno de trabajo seguro e inclusivo. Además, realizarán un informe resumirá todas las investigaciones de casos que han implicado al equipo de Microsoft, entre otros. Recordemos que la compañía no había estado exenta de este tipo de polémicas, cuando se destapó que el dueño de Microsoft, Bill Gates, había acosado sexualmente a empleados y había tenido una ‘aventura’ con una subordinada que duró varios años.

Fue el mismo Nadella, presidente y consejero delegado de Microsoft, quien declaró su compañía sigue siendo su prioridad número uno y que todo el Consejo "aprecia la importancia crítica de un entorno seguro e inclusivo para todos los empleados de Microsoft". Además, indicó que se comprometieron a revisar el informe de Arent Fox y a tomar medidas al respecto según los resultados que esto implique. "Acepto esta revisión exhaustiva como una oportunidad para seguir mejorando", agrega. Aunque esto fue antes de realizar su 'megacompra', se entiende que Microsoft ahora se hará cargo también de las sombras que arrastraba Activision Blizzard que ahora pasan a ser parte de la tercera empresa más grande de videojuegos tras Sony y Tencent.

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