Invertirá más de 150 millones

Murtra prepara la 'toma de poder' tras blindar la Sepi su pleno control en Indra

El Estado prepara el terreno para una junta en la que el presidente busca asumir el primer puesto ejecutivo de la empresa. Las posiciones del grupo vasco Sapa y de Corporación Alba suman casi el 9%.

Marc Murtra no recibió el respaldo del consejo de Indra para actuara como primer ejecutivo y se convertirá en una especie de delegado del Gobierno en la empresa
Marc Murtra, presidente no ejecutivo de Indra.
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Y, finalmente, el Estado tomó el timón. A través de la Sepi, forzó el cambio en la presidencia de Indra a principios del año pasado. Pero no pudo completar el movimiento, ante el rechazo de la mayoría de consejeros independientes. Ahora, busca completar de una vez el movimiento. El Gobierno prepara así la 'toma de poder' de Marc Murtra como presidente ejecutivo de de la compañía. Lo consigue sólo sacando la cartera y comprando por unos 150 millones de euros un paquete accionarial del 10% que lo deja al borde de la oferta pública de adquisición (opa). La próxima junta general será el momento para cristalizar la reorganización, con el nombramiento del ocupante de al menos un nuevo sillón para la sociedad estatal y el cambio de dos independientes, que allanan el camino para certificar el vuelco.

Desde hace meses la Sepi hacía números sobre cómo podía tomar el control en un consejo de administración en el que no tenía asegurada la mayoría. Los siete consejeros independientes, con Terol a la cabeza, eran un impedimento para cualquier cambio en la cúpula directiva. Cuando Corporación Financiera Alba anunció su intención de salir después de toda la pugna por la presidencia en la primavera de 2021 empezaron las cábalas. Una solución intermedia fue el pacto con la familia Aperribay, que controla el grupo vasco proveedor clave del Ministerio de Defensa Sapa. Compraban, con derivados financieros, una parte de lo que vendieron los March. Ha habido intentos para conseguir cambios en el accionariado, sin que haya habido éxito.

La Sepi no precisó en su hecho relevante de este martes quiénes son los vendedores del paquete de acciones del 10% o si es mediante un proceso acelerado de compra entre los pequeños accionistas. Hay que recordar que Sapa mantiene un 5%, aunque con derivados a través de Deutsche Bank, y dos meses después de su aterrizaje aún no ha nombrado el consejero dominical que le correspondería tras la dimisión del representante de Corporación Alba. Esa posición más el 3,2% que aún mantiene el brazo de los March y que tiene el cartel de 'Se Vende' suman una posición cercana al 10% que comprará la sociedad estatal. El otro gran accionista de referencia es la gestora estadounidense Fidelity que roza el 10%.

La correlación de fuerzas hasta ahora era un tanto complicada en el consejo. Terol se había convertido en el gran 'opositor' de Murtra y la Sepi en el consejo de administración. Fue el que lideró la que se conoció como 'rebelión de los independientes' que frenó el nombramiento del directivo catalán como presidente ejecutivo. Los votos del resto de independientes, nombrados por Fernando Abril-Martorell durante su mandato, fueron determinantes. En total eran siete contra los dos de la Sepi, los dos consejeros delegados ejecutivos (Ignacio Mataix y Cristina Ruiz), el propio Murtra y el representante de Corporación Alba, que ejerció como convidado de piedra durante la crisis.

Ahora, está claro que con esta operación la Sepi se asegura el control total de la compañía. Como mínimo, conseguirá un sillón más en el consejo, que se sumará a los dos que tiene (hoy ocupados por el exministro de Industria, Miguel Sebastián, y el exdiputado por el PSOE Antonio Cuevas). A esto hay que sumar la salida de Terol, que le cumple el mandato después de nueve años en la compañía, tal y como avanzó La Información, y la renovación de Isabel Torremocha, otra independiente. De esta forma, Murtra tiene el camino despejado para la deseada presidencia ejecutiva. Esto llevaría a otro cambio importante: la eliminación de la atípica bicefalia en el puesto de consejero delegado.

Ese puesto de CEO es compartido por Ignacio Mataix, responsable del área de Defensa, y Cristina Ruiz, al frente de Minsait (división tecnológica). Todo apunta a que habrá una reestructuración completa de este equipo directivo. En el último año, la relación entre el propio Mataix y el Ministerio de Defensa no ha sido la mejor, con un cierto descontento en algunos departamentos por algunos problemas sufridos, como el del contrato con la estadounidense Lockheed Martin para las fragatas F-110. Hay fuentes que dan por hecho que saldrán ambos y también el responsable financiero, Javier Lázaro, aunque queda por ver lo que suceda en los próximos meses.

El momento es especialmente delicado y el Gobierno quiere tener pleno control en Indra. No sólo por el gran programa europeo del Futuro Sistema Aéreo de Combate (FCAS) en el que la compañía española ejerce como coordinador y que representa un proyecto "crítico para España en clave de soberanía, desarrollo tecnológico e industrial y creación de empleo de alta cualificación". "Responde a la importancia de reforzar la participación del Estado como accionista de referencia en una compañía estratégica para el país, especialmente en el ámbito de seguridad y la defensa", aseguraba el Ejecutivo a través de un comunicado tras el Consejo de Ministros celebrado este martes. Tras completar esta operación, la Sepi controlará el 28% de Indra y el 4,12% de Airbus, otro de los grandes coordinadores del programa europeo FCAS.

También llega en un momento en el que sigue sobrevolando el intento por construir un polo de Defensa en España entre las grandes compañías del sector. En los últimos años, Abril-Martorell se resistió a la operación de compra de ITP Aero. Ahora, el fondo Bain Capital trabaja entre bambalinas para consolidar un accionariado con socios industriales para que controlen el 30% del fabricante. Todas las miradas se han puesto de nuevo en Indra. El camino de la Sepi ya está más despejado tras completar la compra. La cuenta atrás para la 'toma de control' ya ha comenzado.

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