'Guerra fría' en la gasista

Naturgy saca músculo con los beneficios a la espera de los cambios en el Consejo

El grupo que preside Francisco Reynés vive una calma chicha, pendiente de si IFM exige finalmente el consejero que le corresponde y de la posición que CriteriaCaixa adopte en consecuencia

El presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés, en el XX Congreso Cede
El presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés, en el XX Congreso Cede
FUNDACIÓN CEDE

Naturgy ha exhibido músculo ante el mercado después de darse un festín de beneficios. Pero ni siquiera los buenos resultados trimestrales que el grupo que preside Francisco Reynés presentó este miércoles han logrado diluir el clima de tensión que se respira en la compañía, que aún trata de superar la resaca de la oferta pública de adquisición (opa) del fondo australiano IFM, quien finalmente se hizo con el 10,83% de la primera gasista del país. Desde que se zanjó la operación, Naturgy se ha mantenido en un estado de 'calma chicha' que no se resolverá hasta que IFM y CriteriaCaixa, primer accionista del grupo, desvelen sus cartas en la guerra por el control del Consejo.

Los últimos resultados de Naturgy aún distan de los niveles previos a la crisis sanitaria, pero van en la buena dirección. El grupo ha disparado su beneficio neto casi un 60% en el tercer trimestre del año respecto al mismo periodo del pasado ejercicio. El resultado, que se ha visto impulsado por una potente estrategia de desinversiones, deja margen a la empresa para seguir adelante con su ambicioso plan estratégico, que aspira a movilizar 14.000 millones de euros de inversión hasta 2025, de los cuales 8.700 millones irán destinados a crecer en renovables. El responsable de control financiero de la energética, Jon Ganuza, informó en la conferencia con inversores que el grupo está revisando ciertos proyectos verdes, algunos por propia iniciativa y otros debido a la ruptura de la cadena de suministros.

Con las cuentas sobre la mesa, Naturgy todavía debe resolver una guerra de poder interna. Tanto IFM Investors como el brazo inversor de La Caixa que dirige Isidro Fainé -cuya participación roza el 27%- están en disposición de exigir un asiento en el Consejo, lo que elevaría a tres los consejeros de Criteria y supondría el primer sillón en el órgano de gobierno interno para el fondo australiano. Ninguno de los dos accionistas quiere ser el primero en desvelar sus cartas en la recta final de la partida que redefinirá el consejo de la energética catalana, según apuntan fuentes próximas a la compañía consultadas por La Información.

El silencio en que se han sumido ambos accionistas desde que finalizó la opa del fondo australiano contrasta con la contundencia con que ambos se posicionaron a lo largo de todo el proceso de opa. Bajo este mutismo, IFM y Criteria siguen trabajando para asegurar sus posiciones antes de mover ficha. El fondo australiano, que se resiste a solicitar su asiento en el Consejo por la vía oficial, ha reforzado el poder del hombre que ha llevado las riendas de la ofensiva de la firma en la gasista. Se trata de Jaime Siles, ingeniero de Caminos de 36 años y responsable de IFM en España, al que los australianos han ascendido a director de inversiones de la firma.

Tras la opa, tanto Criteria como IFM están en disposición de exigir un puesto en el Consejo, pero ninguno de los dos accionistas quiere ser el primero en mover ficha

Los esfuerzos de CriteriaCaixa se han centrado en erosionar la imagen de una presunta concertación entre IFM y los fondos CVC (20,7%) y GIP (20,6%), los otros dos mayores accionistas de Naturgy, muy extendida entre los mentideros del mundo financiero. El propio Isidro Fainé aprovechó el último Congreso de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE) para invitar al presidente de GIP, Adebayo O. Ogunlesi, una presencia que, dada la actual coyuntura que vive la gasista, acaparó todas las miradas de una cita en la que el responsable del fondo de infraestructuras resaltó la "alianza" que le une a Criteria, al que calificó de "inversor estratégico" en Naturgy. 

Al término del Congreso, la 'foto de familia' que compusieron Ogunlesi, Fainé y Reynés, quien también asistió al encuentro, fue entendida en los corrillos del mundo financiero como una declaración de intenciones por parte del brazo inversor de La Caixa. En paralelo, el mercado especula sobre la posibilidad de que, tanto Criteria como IFM, hayan seguido comprando acciones una vez de concluido el proceso de opa, a fin de reforzar sus posiciones, según coinciden varias fuentes financieras consultadas por este diario.

Los eventuales cambios en el órgano de control interno de Naturgy quedarán escrito en piedra en la próxima Junta de Accionistas que, previsiblemente, se celebrará en el primer trimestre de 2022 aunque aún no ha sido agendada. El Consejo de la gasista está integrado por 12 miembros, composición que Criteria se ha negado a aumentar desde que IFM lanzó la opa. Si el número de consejeros se mantiene y el fondo australiano ejerce su derecho de sentarse en el Consejo, el peso de los independientes se verá limitado de forma sustancial, tal y como ha advertido el asesor de voto español Corporance, miembro de la alianza internacional Proxinvest

El proxy advisor ha puesto sobre la mesa la idoneidad de aprovechar una eventual modificación del Consejo para aumentar la presencia de independientes en este órgano, algo que solo podría producirse si el grupo decide elevar de doce a quince el número de puestos en el Consejo. O si, mucho menos probable, cada uno de los grandes accionistas decide renunciar a uno de sus consejeros dominicales. Adicionalmente, un Consejo de quince miembros permitiría a Naturgy aumentar el porcentaje de mujeres en este órgano, que podría llegar al 33%, frente al 25% actual, lo que acercaría a la compañía a las recomendaciones de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

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