Naturgy ha registrado un beneficio neto de 557 millones de euros en el primer semestre del año impulsada por la escalada récord en los precios del mercado eléctrico español (pool, en la jerga). La cifra implica un incremento del 17% respecto a los resultados del primer semestre de 2020. El alza en los márgenes de la compañía que preside Francisco Reynés supone un giro que rompe la tendencia del desplome de la rentabilidad que han sufrido otros gigantes del sector energético, como Endesa o Iberdrola, en lo que va de año.
La cifra de negocios de la entidad que lidera Reynés ha ascendido a 9.125 millones de euros, un incremento del 17,3% respecto al pasado ejercicio. La empresa atribuye esta mejora, principalmente, al crecimiento de la demanda y los elevados precios de la energía, "con un impacto positivo en las actividades de Gestión de la energía y Comercialización". Pese a la evidente recuperación, el beneficio del grupo energético aún queda un 20% por debajo de sus resultados de 2019, antes de la llegada de la crisis sanitaria.
Naturgy no es la única energética que ha sacado partido al encarecimiento de los precios de la luz. El negocio renovable de Iberdrola en España elevó su margen bruto por encima de los 1.016 millones de euros, un 79% más respecto al año anterior. Entre las razones que alegó la sociedad que preside Ignacio Sánchez Galán para explicar este incremento se cuenta el "mayor precio de venta al negocio comercial consecuencia del aumento del precio del pool" en nuestro país.
Entre los anuncios que Naturgy ha lanzado este miércoles se encuentra la entrega de un primer dividendo a cuenta del presente ejercicio de 0,3 euros por acción el 4 de agosto. La noticia estrecha el margen a IFM, el fondo australiano que ha lanzado una Oferta Pública de Adquisición (OPA) sobre la compañía y que se encuentra a la espera de la decisión final del Gobierno, que previsiblemente se hará pública en el Consejo de Ministros del próximo 3 de agosto.
Naturgy cotiza actualmente en el entorno de los 22,57 euros, un valor por encima del precio de la ofensiva de IFM que ha quedado 22,37 euros después de los ajustes que ha realizado el inversor tras la entrega de dividendos que ha efectuado la energética antes de cristalizar la OPA. Un nuevo dividendo en tan corto plazo eleva la presión sobre el fondo y resta atractivo al proyecto del fondo de pensiones australiano.
De vuelta a los resultados de la energética, la compañía ha recortado sus inversiones a 439 millones de euros entre enero y junio, lo que supone un tijeretazo del capex total (capital invertido) del 20% respecto al primer semestre del año pasado, por lo que el capex total (capital invertido). La deuda neta de la compañía asciende a 13.611 millones de euros, cifra que se encuentra en línea con los niveles de endeudamiento al cierre de 2020 y a la que se ha llegado después del pago de 611 millones de dividendo el pasado 17 de marzo, correspondientes al dividendo complementario de 2020.
En cuanto a la actividad renovable, el aumento de la producción eólica e hidráulica en España y la nueva capacidad instalada en Chile se han visto compensadas por menores márgenes en nuestro país y en Australia, un menor recurso eólico en México, así como un impacto por tipo de cambio negativo en Latinoamérica. En consecuencia, el ebitda ordinario del negocio verde se ha situado en los 178 millones de euros, una cifra un 10,1% inferior a la del pasado ejercicio.
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