Atacan al gas, al Gobierno y a Reino Unido

Las eléctricas abren fuego a discreción para justificar el golpe a los beneficios

Los resultados semestrales de los gigantes del sector energético evidencian una caída generalizada en la rentabilidad de su actividad, que asciende al 18,4% en el caso de Iberdrola y al 26% para Endesa.

Galán y Bogas Energía
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y su homólogo de Endesa, José Bogas
La Información

Ni Endesa ni Iberdrola han conseguido salir indemnes de la tormenta que desde el arranque del año azota al mercado eléctrico. Las cuentas que presentó el martes la compañía que preside José Bogas confirman que el desplome en la rentabilidad del que informó la energética que lidera Ignacio Sánchez Galán la semana pasada no es un caso aislado. El bocado al beneficio supera el 18% en el caso de Iberdrola, mientras que el recorte se dispara al 26% para Endesa. 

Iberdrola atesoró un beneficio neto de 1.531 millones de euros hasta junio frente a los 1.876 millones que registró en el mismo periodo de 2020. Por su parte, Endesa se anotó un resultado neto de 832 millones frente a los 1.128 millones del primer semestre del año pasado. Pese al recorte, ambos grupos mantienen sus objetivos para el año en curso. Tanto Bogas como Galán aprovecharon el momento de rendir cuentas ante los analistas para disparar contra los presuntos culpables del batacazo sin llegar a un acuerdo sobre dónde colocar la diana. 

En el cara a cara con los inversores, Bogas cargó contra la política energética del Gobierno a la que calificó de poco eficiente y cortoplacista. Desde la compañía que controla la italiana Enel achacaron la caída de la rentabilidad al encarecimiento de las materias prima y la escalada de precios del mercado mayorista de la electricidad (pool en la jerga) y concluyó su intervención calificando al gas natural como el "verdadero culpable" de la subida récord del coste del megavatio. Además, el presidente de Endesa emplazó al Ejecutivo a acometer una reforma estructural de la tarifa regulada para "proteger a los consumidores domésticos de la volatilidad del mercado".

Una semana antes, Galán hizo lo propio y enumeró una serie de atenuantes para justificar la bajada del beneficio. El primer ejecutivo de Iberdrola señaló a la subida del impuesto de sociedades en Reino Unido y al impacto de la crisis sanitaria, así como a la escalada del precio de compra de la electricidad, avivada por las distintas olas de frío que se sucedieron a principios de año. Desde la energética vasca también instaron al Gobierno a modificar el diseño de la tarifa regulada (PVPC) para conseguir un recibo más "estable".

Como su homólogo en Endesa, Galán puso de relieve el impacto negativo de la escalada de los precios del mercado eléctrico español en los resultados. El encarecimiento récord de la luz recortó un 40,9% el ebitda del negocio de Generación y Clientes del grupo. Esto se debe a que, como en el caso de Endesa, Iberdrola tiene comprometida la venta de electricidad a sus clientes a un precio determinado con anterioridad y, con el megavatio en máximos históricos, ambas deben acudir al pool a comprar la electricidad a un coste mayor del previsto que, en el mejor de los casos, estrecha el margen de este negocio. Pero Iberdrola también ha hecho caja con la subida de la luz.

Las duras declaraciones de Galán, en las que el directivo señaló al Gobierno como el "máximo beneficiario" de la escalada récord en el precio de la electricidad, no han impedido que Iberdrola haya sacado partido a este escenario. El negocio renovable del grupo en España elevó su margen bruto por encima de los 1.016 millones de euros, lo que supone un aumento del 79% respecto al año anterior. Entre las razones que alega la Iberdrola para explicar este incremento se encuentra el aumento de la capacidad 'verde' instalada, pero también "un mayor precio de venta al negocio comercial consecuencia del aumento del precio del pool" en nuestro país.

Aunque son 'animales' diferentes, el hachazo generalizado en los márgenes del sector energético también ha afectado a Enagás. El grupo que preside Antonio Llardén reportó un beneficio de 213 millones de euros y sufrió un mordisco del 9,8% respecto al mismo periodo del año pasado. La compañía compensó el ajuste regulatorio con el buen desempeño de sus participadas a nivel internacional. El mercado reaccionó a la presentación de resultados y tanto Iberdrola (-1,16) como Endesa (-1,6) cerraron a la baja una la sesión que Enagás clausuró con una subida del 1,7%.

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