Últimos flecos completados. Orange y Másmóvil ya operan como una entidad fusionada. Ambos grupos han firmado este martes el cierre definitivo de la 'joint venture', que será el líder por número de clientes por encima de Telefónica, a la espera de todos los cambios en la estructura organizativa. El consejo de administración ha nombrado, como estaba previsto, a Meinrad Spengber, primer ejecutivo de Másmóvil, como CEO del grupo, y a Ludovic Pech, principal directivo de la teleco gala, como responsable financiero. El cuarto operador también aportará el responsable de Operaciones y el secretario del máximo órgano de decisión.
Después de que el Gobierno de España diera luz verde a la transacción hace dos semanas, las dos compañías se enfrentaban a algunos flecos regulatorios menores. Se esperaba cerrarla antes de que acabara el mes. Y, finalmente, la firma ha sido este martes. Por tanto, está operativa desde hoy bajo el paraguas de una misma estructura bajo el holding Kili SpainCo, la sociedad que crearon hace varias semanas. Bajo ese paraguas se sitúa la matriz británica de Másmóvil de la que colgarán Orange España, Másmóvil, Euskaltel y la sociedad financiera para gestionar los 6.600 millones de euros de deuda.
Esa importante deuda -cuyos últimos flecos se han cerrado en estos días pues se colocaron los 1.300 millones restantes- con la que nace se levanta precisamente para llevar a cabo un 'megadividendo' que compense las diferencias de valoración de ambos grupos. Así, según han confirmado ambos en el anuncio de hoy, Orange recibirá aproximadamente 4.400 millones de euros -200 millones más de lo previsto inicialmente- mientras que los accionistas de Másmóvil sumarán aproximadamente 1.650 millones. El grupo francés ya advirtió que reservaría ese dinero en su balance para afrontar una potencial toma de control futura del grupo.
La estructura operativa estaba confirmada en función del acuerdo firmado hace casi dos años. Meinrad Spenger será el nuevo consejero delegado, mientras que el jefe financiero será Ludovic Pech, actual CEO de Orange España. El equipo directivo se completa en este primer movimiento con el COO, es decir, el responsable de Operaciones que es Germán López, mano derecha de Spenger y un directivo histórico de Másmóvil. Por último, el presidente no ejecutivo del nuevo grupo será Jean François Fallacher, hoy gestionando el negocio francés de Orange y hasta mediados de 2023 el CEO de ésta. El secretario del consejo será Alberto Castañeda, quien ocupa ese cargo en el órgano de decisión de Másmóvil.
"Al crear un operador más fuerte y sostenible, la joint venture lanzada hoy ayudará a impulsar la inversión en banda ancha y en servicios digitales", aseguraba Christel Heydemann. Por su parte, Spenger insiste en que esta fusión permite crear un grupo "más fuerte y con más capacidad de innovar".
A partir de ahora se deberán fusionar las dos estructuras directivas. La propia consejera delegada de Orange admitía ante los analistas en la última presentación de los resultados financieros que donde esperaban las primeras sinergias desde un punto de vista laboral era en el equipo directivo. Habrá duplicidades y éstas acabarán previsiblemente en salidas, aunque aún no se han perfilado todos estos cambios que llegarán a partir de ahora.
Más cambios
Esta fusión generará un gigante de las telecomunicaciones, que superará la barrera de los 8.300 trabajadores, pero para dar respuesta a más de 31 millones de clientes conjuntos -más de 24 millones de líneas móviles y unos 7 millones de banda ancha fija-. La valoración: 18.600 millones de euros. La transacción implicará que el grupo resultante sea el primero por número de líneas, superando a Telefónica lo que podría llevar a una desregulación más significativa del mercado.
Las plantillas de ambos grupos se mantienen en guardia después de la autorización del Gobierno de España a la fusión. En esta luz verde se incluyeron "compromisos suficientes" en cuanto a mantenimiento del empleo, en palabras del ministro de Transformación Digital, José Luis Escrivá. No fue más allá y los sindicatos siguen con inquietud los movimientos y se muestran "expectantes". Desde CCOO en España transmitieron su preocupación a la dirección del grupo Orange la pasada semana. Los equipos conjuntos de ambas firmas rondarán los 8.300 empleados.
Con la gran fusión ya finalizada, queda aún una operación relevante en el mercado de las telecomunicaciones españolas que se resolverá ya después de Semana Santa. Es la adquisición de Vodafone España por parte del fondo de inversión británico Zegona. Esta toma de control debe pasar por el Consejo de Ministros. Ya se han mantenido conversaciones entre ambas partes para 'pactar' un plan de inversión para que se desemboque en una luz verde definitiva.
