Inversiones millonarias

Las renovables convertirán a España en una potencia mundial de centros de datos

Una luz más barata gracias a las energías 'limpias' empujan a los gigantes tecnológicos a instalarse en el territorio nacional. Se espera alcanzar los 700MW de potencia para 2026 con empresas como Google, Microsoft y Amazon.

Montaje renovables y centros de datos.
Las renovables convertirán a España en una potencia mundial de centros de datos.
Nerea de Bilbao (Infografía)

España aspira a convertirse en una potencia mundial en centros de datos gracias al despliegue de las energías renovables. Estos supondrán inversiones millonarias y a su vez pueden ayudar a atraer nuevas empresas bajo la promesa de disponer de internet de alta velocidad y de espacios de almacenamiento en la nube. Según datos de Synergy Reserach Group, España será el quinto país del mundo que más centros de datos superescalares albergará en 2026, supero en Europa solo por Irlanda.

"La Península Ibérica tiene una gran oportunidad de captar centros de datos, un tipo de consumidor intensivo en energía y para el que el precio de la energía y su origen renovable es clave. Hay numerosas declaraciones de empresas de centros de datos que constatan la importancia de tener un suministro renovable a largo plazo para su decisión de establecerse en la península", señala a La Información Daniel Pérez, autor del libro 'La superpotencia renovable' (Arpa).

En el capítulo 'Sol y viento para la nube', Pérez pone de manifiesto la importancia del coste de la energía para que este tipo de empresas decidan instalarse en un país u otro. El consumo de luz es el coste principal para este tipo de compañías. Se calcula que los centros de datos consumen alrededor del 3% de la energía mundial. Además, la posición geográfica de la península, los cables submarinos -que permiten conectar varios continentes- y la red de fibra óptica de la que dispone son otros de los motivos.

El año pasado marcó un punto de inflexión

Según los datos recopilados por el también director general de la energética pública catalana en su obra, en España, el primer centro de datos se instaló en 1988, el denominado ESPanix (en Madrid). El ritmo de desarrollo ha sido lento desde entonces, entre cero y tres centros por año, hasta llegar a 2022, que marcó un punto de inflexión. El ejercicio pasado se alcanzó un récord de 12 instalaciones y entre 2022 y 2026 se prevé que la inversión alcance los 6.837 millones de euros, según la patronal Spain DC. 

Datos de la misma fuente revelan que se espera que España alcance los 700 megavatios (MW) de capacidad instalada para 2026. "Tantos los FLAP como otros destinos hasta ahora habituales de centros de datos, como Irlanda, están teniendo serios problemas para poder implantar todos los nuevos centros de datos necesarios, principalmente por la falta de energía, en un contexto de precios caros de la electricidad, y de agua", subraya Pérez.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. El directivo advierte de que en determinadas ciudades europeas se ha levantado un revuelo social contra la expansión descontrolada de los 'data centers'. En Irlanda se ha llegado a pedir una moratoria para paralizar el crecimiento expansión ante posibles problemas en la capacidad de suministro eléctrico en el país. Los centros de dantos representan ya el 14% del consumo total de electricidad del país y ls moratoria ha causado la suspensión de un centro de datos de Amazon, que se trasladó a Londres, y dos de Microsoft. 

En España, las grandes eléctricas ya han instado a aumentar las inversiones en redes de distribución ante una integración masiva de renovables y una mayor digitalización. Según Pérez, la Unión Europea, preocupada por esta situación y que a su vez se ha planteado un objetivo de alcanzar un 75% de empresas europeas conectadas a la nube, se plantea adoptar una serie de medidas que mejoren la eficiencia energética de los centros de datos, que representarán el 3,2% del consumo eléctrico europeo para el final de década, frente al 2,7% de 2022.

El proyecto más grande en territorio nacional es el de San Fernando de Henares, con una potencia de 130 MW y propiedad de Iron Mountain, y que supone una inversión de 750 millones de euros. Pérez avisa de que el corredor de Henares es uno de los primeros emplazamientos donde se está produciendo una cierta congestión de la red eléctrica. Allí se juntan algunos centros de datos, un centro logístico de Mercadona y varias de instalaciones de autoconsumo con vertido a la red. La propia Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ha avisado de un posible "problema de gestión de red de distribución y transporte".

Otros importantes son el de Madrid One, de 100 MW, ubicado en las antiguas instalaciones de la embotelladora de Coca-Cola en Fuenlabrada, promovido por Thor Equities Group -que gestionará Iberdrola-; y el de Nabiax, que también tendrá 100 MW y se situará en Alcalá de Henares. Esta última empresa está participada por Telefónica. 

Megaproyecto de Microsoft en Aragón

Por su parte, el último anunciarse ha sido el de Microsoft en Aragón, que atraerá 2.100 empleos especializados en tecnología en la comunidad entre 2026 y 2030. Según un análisis de IDC (International Data Corporation), empresa especializada en inteligencia de mercado, el nuevo campus de centros de datos podría sumar 8.400 millones de euros al PIB español (264 millones al PIB regional) y contribuir a la creación de 69.000 puestos de trabajo indirectos en todo el país en el periodo 2026–2030.

El sector de los 'data center' se encuentra en plena ebullición y uno de los objetivos del Plan España Digital 2025 del Gobierno es ser un polo europeo para que empresas de este ámbito se instalen en nuestras fronteras con infraestructura propia. El Ejecutivo defiende que España presenta algunas ventajas con respecto a otros países de nuestro entorno más cercano: una red eléctrica estable, una avanzada red de telecomunicaciones rápidas o el hecho de tener costa, lo que da acceso directo a los sistemas de cableado submarino.

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