Reynés planea revolucionar la cúpula de Gas Natural antes del plan estratégico

  • El presidente de la compañía ha mantenido reuniones con los directores generales y sus equipos para perfilar el nuevo organigrama 
Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Gas Natural Fenosa.
Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Gas Natural Fenosa.
EFE

Francisco Reynés, presidente de Gas Natural Fenosa desde febrero, tiene que pasar su particular reválida antes de que acabe junio: junta general de accionistas y actualización del plan estratégico de 2015 para llevar a la compañía hasta el año 2020. Reynés, que no es nuevo en la plaza -fue responsable de recursos humanos de la empresa en 2006-prepara cambios en la dirección de la compañía. En las últimas semanas, Reynés ha mantenido una docena de reuniones con los directores generales y sus equipos. La compañía se prepara para un golpe de timón.

Reynés se mueve con cautela. Se siente observado. El entorno ha cambiado y también ha cambiado la composición del accionariado de la compañía. La Caixa sigue siendo el principal accionista de la empresa con un 24%; pero a finales de febrero, cuando hacía apenas una semanas que Reynés había sustituido a Isidro Fainé en la presidencia de Gas Natural Fenosa, Repsol vendió su 20% del grupo al fondo CVC.

La nueva incorporación de CVC, sumada a la participación del otro gran fondo presente en la compañía desde 2016, GIP (20%), supone un reto para Reynés: tiene que convencer a accionistas acostumbrados a movimientos rápidos, con la máxima rentabilidad como guía, de que su plan para la compañía cumplirá sus expectativas sin comprometer sus posiciones. Los cambios en la cúpula forman parte de ese proceso.

Los portavoces de Gas Natural Fenosa ni confirman ni desmienten el propósito de los encuentros de Reynés con los directores generales. No hay comentarios antes de que Reynés desvele sus planes. Sin embargo, otras fuentes consultadas confirman la dinámica examinadora que ha puesto en marcha el nuevo presidente y también que dentro y fuera de la empresa se ha extendido la sensación de que se acercan tiempos de mudanza.

Reynés, exconsejero delegado de Abertis, sabe a qué retos se enfrenta. En la concesionaria de autopistas tuvo que contentar a los fondos- entre ellos CVC  y Capital Research, que participa también en Gas Natural Fenosa-. En general, los fondos son socios incómodos, poco dados a mantener "zonas de confort" heredadas porque buscan la mayor rentabilidad posible para sus inversiones financieras. Ni les gusta la inmovilidad, ni les agrada el capital ocioso.

Venta de activos

En el último año y medio, bajo la batuta de Fainé y con Rafael Villaseca como consejero delegado, Gas Natural hizo  desinversiones importantes –Italia y las redes– con la vista puesta a una gran operación. Más de 2.500 millones llegaron a la caja. Fainé perseguía una fusión con EDP y para ello llegó a tener contactos con el fondo China Three Gorges, primer accionista de la energética portuguesa.

Los nuevos planes de Reynés tendrán que dar salida a las demandas de los socios y buscar nuevos objetivos. EDP, según ha manifestado su presidente, Antonio Mexia, no quiere jugar al gran operador ibérico. Es un camino cortado. A corto plazo, la apuesta, según algunos análisis, pasará por un aumento de la eficiencia y por la reducción de costes, plantilla incluida. Con un ojo puesto en el mercado de América Latina, especialmente en México y Chile.

En medio de turbulencias regulatorias en España, la nueva dirección tendrá que dar un nuevo impulso a la empresa. En 2017, la compañía no tuvo un buen año. Registró beneficios ajustados de 1.360 millones -1% más-que logró, sobre todo, con venta de activos. Reynés tratará de mejorar la situación. Su gestión, sus nombramientos y su plan estratégico aclarará si Gas Natural Fenosa apuesta por ser actor principal en el mercado o, por el contrario, un bocado apetecible en el escenario de fusiones que muchos analistas dan por seguro.

Mostrar comentarios