No se fía de que negociaciones vayan a tener éxito

Santander teme el Brexit de Johnson: "Aún persiste una gran incertidumbre"

Ana Botín, la mujer más poderosa del mundo según 'Fortune'
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Europa Press

Banco Santander teme el Brexit de Boris Johnson y así se lo hace saber a sus inversores. Pese a que la clara victoria del candidato conservador en las elecciones británicas del pasado 12 de diciembre fue aplaudida por los mercados, el grupo que preside Ana Botín alerta de que aún persiste una "gran incertidumbre" respecto a la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) e insiste en que los acontecimientos políticos en la región pueden tener un impacto negativo "material" sobre su negocio.

Esta advertencia es el primer pronunciamiento de Santander al respecto del Brexit tras la cita electoral y está recogida en el folleto de una emisión de deuda senior no garantizada por importe de 1.250 millones de dólares (1.125 millones de euros, según el cambio actual) que acaba de lanzar la entidad en Reino Unido. Está colocación ha tenido lugar en paralelo a una por importe de 1.250 millones de euros en cédulas hipotecarias y a otra por parte de Santander Consumer de 1.000 millones de euros.

Pese a que todo apunta a que la salida de Reino Unido del bloque comunitario se ejecutará el próximo 31 de enero bajo los términos del acuerdo alcanzado por Bruselas y el primer ministro británico el pasado mes de octubre -que contempla un periodo de transición de un año ampliable a tres-, la entidad financiera se muestra escéptica y subraya que sigue existiendo la posibilidad de que se produzca un 'hard' Brexit.

Y es que Boris Johnson tiene la intención de cerrar las negociaciones con la UE al respecto del tratado comercial post-Brexit antes de diciembre de 2020 con el objetivo tener que prorrogar el periodo de transición. Bruselas, en cambio, considera que es "imposible" cumplir este plazo, de acuerdo a las declaraciones realizadas ayer por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante una conferencia en la London School of Economics (LSE).

En este contexto, Santander avisa al mercado y a sus inversores de que sigue siendo posible que la salida de Reino Unido de la UE se materialice sin un acuerdo, lo que "tendría un impacto negativo en la economía británica y las perspectivas de crecimiento" y afectaría a sus negocios en el país, en el que obtiene más del 10% de sus beneficios. Además, el banco considera "complicado" predecir los efectos en el largo plazo de la decisión adoptada por la ciudadanía británica y recuerda que Londres ya comenzó con los preparativos para hacer frente a un Brexit duro a fin de minimizar los riesgos asociados al mismo para las empresas.

Por tanto, el banco cántabro concluye que la falta de claridad respecto al entorno regulatorio que regirá en el Reino Unido tras su salida de la UE, así como la incertidumbre existente respecto al régimen jurídico en el que operarán entonces las entidades financieras británicas, podrían tener un impacto significativo sobre su operativa o la rentabilidad del negocio.

En cualquier caso, en sus cuentas semestrales, la filial británica de Santander aseguró que está "preparado" para seguir operando con normalidad en el caso de que la salida de Reino Unido del bloque comunitario se produzca sin alcanzar un acuerdo. "Tenemos constituido un Grupo de Respuesta al Brexit sobre el que pilota la coordinación y escalación de los impactos operativos y que está diseñado para que las funciones comerciales y de soporte tomen medidas proactivas cuando sea necesario", reza el documento, en el que se informa de que el consejo y el comité de dirección de la filial están a cargo de la supervisión de los aspectos clave relacionados con el Brexit.

Sea como fuere, el complicado escenario económico y político no ha impedido a Santander UK completar holgadamente su emisión de cédulas hipotecarias, en la que la oferta ha estado cerca de triplicar la demanda. La operación, además, denota el apetito de los inversores por la deuda, pues a las tres colocaciones del banco que preside Botín, se suman una emisión por importe de 1.250 millones en deuda senior no preferente que completó el martes BBVA y otra que acaba de anunciar Ibercaja para reemplazar mediante una nueva colocación la amortización de 500 millones en deuda subordinada. 

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