En pleno periodo navideño

Las telecos estiran la guerra de rebajas mientras preparan el baile de fusiones

Las operadoras alargan los descuentos durante un periodo de hasta un año en plena subida de la temperatura del mercado, con caídas en ingresos y márgenes.

Sede central de Orange, en el Parque Empresarial La Finca, a 14 de mayo de 2021, en Pozuelo de Alarcón, Madrid (España). Orange España ha anunciado el inicio de la negociación con la representación legal de los trabajadores de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a hasta 485 empleados de la compañía.En un comunicado, la empresa asegura que convocará en los próximos días a una reunión a los trabajadores para iniciar un proceso de negociación que esperan que se desarrolle durante los meses de mayo y junio. 14 MAYO 2021;MADRID;POZUELO DE ALARCÓN;ERE;ECONOMÍA;TRABAJADORES;ORANGE Ricardo Rubio / Europa Press (Foto de ARCHIVO) 14/5/2021
Orange mantiene descuentos durante nueve meses y Vodafone los amplía a un año.
Europa Press

Las operadoras de telecomunicaciones no aflojan en la guerra de descuentos que se ha instalado en el sector en España desde hace varios años. Mantienen la tensión pero con un cierto giro en la estrategia: alargar el periodo, para repartir el porcentaje de rebaja durante más tiempo. Vodafone plantea ofertas por un año y Orange, por nueve meses. Todas las compañías esgrimen la doble arma: subidas de tarifas generales para tratar de compensar, por un lado, y descuentos para captar, por otro. Esto se produce en el periodo navideño, justo en la antesala de lo que será un 2022 "movido" con un baile de fusiones tras la fracasada unión de Vodafone y Másmóvil en 2021.

En un mercado especialmente maduro como el de las telecomunicaciones, en el que ya no hay grandes crecimientos de la base de clientes, sólo hay una manera de crecer -o, al menos, compensar la pérdida- y es 'robando' contratos a los rivales. Con unos servicios muy similares, el precio se ha convertido en el gran argumento. Y el 50% se había convertido en el descuento típico utilizado por las compañías para tratar de atraer clientes. En lo peor de la guerra del fútbol de 2018 y 2019 esta reducción de tarifas se llegó a alargar uno y dos años y, en algunos casos extremos, 'de por vida'. Esta Navidad, algunas de las operadoras han cambiado en parte su estrategia.

Por ejemplo, Vodafone ha reducido al 25% sus descuentos en su paquete convergente más caro, pero alargándolos durante un año completo, que es precisamente el periodo de permanencia que exige. Sube la apuesta hasta un 37% durante esos doce meses para el resto de productos de fibra y móvil. Orange también lo ha hecho pero en el lado de las ofertas de sólo móvil y de 'Sólo fibra', llevándolas hasta los nueve meses. En el caso de Telefónica ha eliminado la cuota por dispositivo móvil y electrónico -que arranca en los tres euros- incluido dentro de la compra de cada uno de los paquetes Movistar Fusión durante los tres primeros años.

En el caso de los operadores más pequeños, también sucede ese alargamiento. La vasca Euskaltel, ahora en manos de Másmóvil tras la oferta pública de adquisición (Opa) de hace casi un año, mantiene también una oferta del 17% pero por todo un año completo. Su marca de cabecera, al margen de Yoigo, también hace algo similar pero por tarifas sólo de fijo. Las segundas y terceras marcas de los grandes grupos, más centradas en el 'low cost', tienden a plantear precios definitivos, pues parten de unos niveles realmente bajos.

Con una mano las operadoras mantienen esas estrategias basadas, sobre todo, en precio. Y con la otra continúan las subidas generalizadas a los clientes actuales en una estrategia que empezó como un 'Más dinero por más servicios'. Sin embargo, ante la madurez del sector, en el que las velocidades de internet están en máximos y empiezan a generalizarse las tarifas ilimitadas de datos y llamadas, ese argumento ha desaparecido. Pasó en verano, cuando Vodafone aumentó 3 euros los paquetes convergentes (y 1,5 euros cada línea móvil adicional). Y lo justificó en la necesidad de llevar a cabo inversiones para mantener sus redes. Telefónica hizo lo propio a finales del año pasado, al anunciar una revisión al alza de tarifas para los clientes que no se hubieran acogido a las nuevas que se plantearon a principios de año.

Se suben las tarifas un porcentaje inferior al 10%, pero se recortan entre el 30% y el 50% durante los primeros meses en la guerra de tarifas por captar a clientes nuevos. Esto hace que la movilidad siga estando por encima de la barrera de los 600.000 cambios de operador en líneas móviles en los últimos meses, según los datos a cierre del mes de octubre de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Esto ha llevado a una batalla que ha afectado de lleno a la rentabilidad de las compañías y a sus ingresos, con dos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) de Orange y Vodafone, que suman casi 850 empleos perdidos. A esto hay que sumar el nuevo plan de bajas incentivadas (conocido por sus siglas PSI) en Telefónica que afectará a unos 2.700 trabajadores en España.

El baile de fusiones

Esta presión en los precios -y la dificultad para incrementar de manera significativa los ingresos más allá del nicho tradicional de conectividad- no se va a frenar. Y es por eso que los analistas dan por hecho que esta es la antesala de un año en el que el baile de las fusiones y adquisiciones arrancará finalmente. Iba a serlo este 2021, después de la pandemia del coronavirus, pero las frustradas negociaciones que mantuvieron Vodafone y Másmóvil llevaron a que se consolidara el 'statu quo' con la compra de Euskaltel por éste último como 'plan b'. El temor está ahora en el regulador y su posición respecto a esta reducción de jugadores para "reparar" el mercado.

Las opciones no son infinitas y todo apunta a que, con una Telefónica como convidado de piedra, el juego estará entre Orange, Vodafone y Másmóvil. La clave es, precisamente, esa posición del regulador y si éste acabará exigiendo unos restricciones importantes que den alas a un cuarto operador nuevo, con la rumana Digi con todas las papeletas para asumir ese papel. Todos los 'primeros espadas' de los grupos se han desgañitado en los últimos meses sobre la necesidad de esa consolidación y todo apunta a que habrá movimientos. Mientras tanto, los descuentos siguen siendo el arma en una guerra comercial cuya temperatura no termina de descender.

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