Espaldarazo regulatorio

Telefónica logra la luz verde provisional para la fusión con Virgin en Reino Unido

La CMA británica asegura que la operación no implicaría una reducción significativa de la competencia en los mercados. Abre un periodo de consultas tras el cual pondrá sobre la mesa una decisión final.

Álvarez Pallete
El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.
Europa Press

Espaldarazo regulatorio para Telefónica en una de sus operaciones corporativas clave. El regulador británico (CMA) acaba de confirmar que, tras el estudio de la transacción, no espera que haya una reducción significativa de la competencia en ninguno de los mercados de Reino Unido tras la fusión de la filial en el país de la operadora española (O2) y Virgin. Se trata de una autorización provisional, tras la cual habrá un periodo de consultas que desembocará en la decisión final.

Tanto la propia CMA como la Comisión Europea, que hace unos días hizo público su dictamen firmado en noviembre, habían advertido de una posible reducción de la competencia en mercados vinculados a las ofertas mayoristas para operadores virtuales, principalmente. Sin embargo, el estudio en segunda fase del organismo británico ha confirmado que no hay riesgos significativos.

"Después de examinar las pruebas, el grupo de investigación de la CMA ha concluido provisionalmente que es poco probable que el acuerdo conduzca a una disminución sustancial de la competencia en relación con el suministro de servicios al por mayor", asegura en el primer informe provisional que ha sido presentado este miércoles por el organismo. "La empresa fusionaba tendrá que mantener la competitividad de sus servicios o arriesgarse a perder el negocio", apostilla. 

El presidente del panel de investigación del organismo, Martin Coleman, insiste en que se ha demostrado que es "poco probable" que la fusión de la española y la estadounidense conduzca a precios más altos o a una reducción de la calidad de los servicios móviles, "lo que significa que los clientes deben seguir beneficiándose de una fuerte competencia".

Este es un veredicto provisional. La CMA ha invitado a las partes implicadas, también a los competidores, a presentar sus observaciones antes del próximo día 5 de mayo. Éstas serán estudiadas para ofrecer una decisión definitiva antes de finales de mes. Evidentemente, todo apunta a que se dará 'luz verde' completa en esa fecha, habida cuenta del resultado de esta investigación en profundidad.

La española se cuidó en su momento de alcanzar un pacto con el gigante británico Sky, que había mostrado sus preocupaciones ante la capacidad y el incentivo de excluir a su operador móvil. “Hemos alcanzado un acuerdo con Sky para atender a las inquietudes que habían planteado; han quedado completamente satisfechas”, aseguraba el consejero delegado, Ángel Vilá, sin precisar cuáles eran los compromisos adquiridos. Con Vodafone sí que hubo un 'tira y afloja' mayor. La británica alegaba que la competencia "se verá afectada si se le permite seguir una estrategia de exclusión".

Una operación clave

Se trata de todo un espaldarazo regulatorio para la operadora, cinco años después de que la Comisión Europea rechazara la venta de la filial británica a la hongkonesa Hutchison en 2016. Esta decisión fue revocada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en un veredicto que fue interpretado por la cúpula de la española como el principio de un respaldo a la consolidación del sector por parte de los supervisores.

Es una operación que resulta clave para el futuro de Telefónica. La fusión se firmó hace ahora casi un año. Se trata de una de las dos transacciones 'estrella' del presidente, José María Álvarez-Pallete, en sus cinco años de mandato. No hay que olvidar que con el cierre definitivo recibiría hasta 6.700 millones de euros de un pago que servirá para recortar la deuda financiera. Esta cifra, junto con lo que reciban de la venta de Telxius, servirá para tratar de rebajar el pasivo y compensar también el pago para la compra de los activos del operador Oi en Brasil.

El nuevo grupo tras la fusión tendrá un valor conjunto empresarial de 38.000 millones de libras (43.000 millones de euros al cambio actual) con unos ingresos totales de 11.000 millones de libras y unos beneficios operativos de 3.600 millones de libras. Reino Unido es un mercado importante para el grupo español. Esta plaza está dentro de sus cuatro mercados prioritarios, junto a España, Alemania y Brasil. Y en volumen de negocio representa un 15% de todo el grupo. En el último año, según las cuentas de 2020, alcanzó los 6.700 millones de euros de ingresos totales, con una caída del 5,6%.

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