Plan de ajustes de 600 millones

Telefónica prevé 5.000 millones de caja, menos inversión y dividendo asegurado

La compañía espera 1.000 millones más de caja en 2026, con una retribución mínima al accionista de 0,30 euros. Apunta a una reducción de la deuda hasta situarla entre 2,2 y 2,5 veces Ebitda tras la OPA sobre la filial alemana.

El CEO de Telefónica, José María Álvarez-Pallete López.
El CEO de Telefónica, José María Álvarez-Pallete López.
Europa Press

Caja, caja, caja. Telefónica lanza su plan estratégico para los próximos tres años en el que la generación de caja en sus cuentas va a ser clave. La operadora ha prometido a los inversores que generará 1.000 millones de euros ‘extra’ en 2026, por lo que alcanzaría a cierre de ese ejercicio 5.000 millones. Esto se producirá gracias a una caída en la inversión y una subida anual del 1% en ingresos. Todo ello manteniendo el dividendo actual de 0,30 euros por acción en efectivo.

Estos tres principales objetivos permitirán, según los planes que ha comunicado este miércoles la empresa al mercado, reducir la ratio de deuda respecto a Ebida hasta un máximo de 2,2 veces. El plan se basa en cinco puntos clave. Uno es el crecimiento de los ingresos minoristas, que sería del 1,5% anual; la subida del negocio de empresas, que supondría un 5% cada año; otro es el negocio derivado de la relación con socios comerciales (partners); la obtención de mayores eficiencias y una rebaja de la inversión, tras años de esfuerzos relevantes para los despliegues de redes móviles y fibra en sus principales mercados.

En cuanto a la caja, la operadora mantiene esos 5.000 millones de euros respecto a los 4.000 con los que cerrará 2024. La realidad es que el cálculo de incremento anual superior al 10% se hace en base a una nueva definición de flujo de caja libre que utilizará en adelante. Partiría desde los 2.100 millones de euros en 2023 hasta los 3.000 millones en 2026. “El flujo de caja se afianza como una prioridad para Telefónica y como una referencia primordial en el plan GPS para seguir reduciendo la deuda, atender los compromisos financieros y garantizar el dividendo”, apunta la empresa.

En el lado de la rentabilidad, la empresa española espera un crecimiento anual del 2% en el resultado bruto de explotación (Ebitda). Esto será gracias a la subida de los ingresos en cada ejercicio de unos 300 millones de euros y un programa para reducir costes indirectos y "neutralizar los efectos de la inflación" de unos 600 millones de euros. 

Además de esos ajustes, también contempla el apagado de las centrales de cobre en abril de 2024 y de las redes 2G y 3G entre 2026 y 2027. A esto hay que sumar una optimización de los 'leasings', reducción de los costes de la energía, una automatización de las redes y una reducción del tamaño de la estructura del grupo. Previsiblemente en esta cantidad se incluya el plan de bajas incentivadas (PSI) que está perfilando para las tres principales filiales españolas. Esto se producirá después de reducir un 18% la plantilla global y un 31% en puestos ejecutivos.

La compañía plantea un programa de transformación para reducir costes y neutralizar los efectos de la inflación de 600 millones

En cuanto a las unidades de negocio creadas en el anterior plan de 2019, la empresa promete una tasa anual media de crecimiento del 18% de los ingresos de Telefónica Tech -su división de servicios digitales- para terminar 2026 con unos 3.000 millones de euros. En cuanto a Infra, que hoy cuenta con toda la infraestructura de redes, espera incrementar de 20 a 30 millones de unidades inmobiliarias con fibra. 

Encarar el centenario

"Nuestro plan GPS es la más valiosa herramienta de crecimiento y estabilidad de la compañía para encarar con éxito su centenario", asegura el presidente ejecutivo, José María Álvarez-Pallete, quien insiste en que la visión se basa en que no son sólo una compañía de telecomunicaciones. "Ahora somos un supercomputador", ha vuelto a resaltar el directivo, que apunta de nuevo a la necesidad "urgente" de una "desregulación completa".

Este nuevo plan estratégico se pone sobre la mesa el mismo día en el que presenta los resultados del tercer trimestre en el que se ha anotado un beneficio de 503 millones, un 9,3% más que el mismo periodo de 2022. Los ingresos se mantienen estabilizados con una ligera caída reportada del 0,2% hasta los 10.321 millones de euros. En el acumulado de los nueve primeros meses se han incrementado un 2,4%. La deuda neta financiera se ha recortado hasta los 26.537 millones.

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