Condiciones a la baja

Telefónica rebaja el gasto en el ERE por empleado con un mayor peso de 'seniors'

La operadora reserva 380.000 euros por cada trabajador afectado antes de impuestos, un recorte importante respecto a los 600.000 euros del PSI de 2015-2018. Los planes han ido reduciéndose progresivamente.

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Telefónica rebaja un 35% el gasto del ERE por empleado con mayor peso de 'seniors'
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Menos coste, más ahorro. Telefónica reduce de manera significativa el coste por empleado antes de impuestos vinculado al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en las tres filiales españolas respecto a los dos anteriores planes de bajas ejecutados en 2019 y 2021. Será de unos 360.000 euros por cada uno de los trabajadores afectados. El mayor peso de los empleados más veteranos y el recorte de las condiciones especialmente para este grupo de la plantilla son los dos factores que pesan en esta rebaja. 

La provisión con la que Telefónica cubrirá todos los costes -incluida la compensación obligada al Tesoro Público para cubrir la prestación por desempleo de los afectados- será de unos 1.300 millones de euros. Esto se sitúa en el rango bajo de lo que barajaban los analistas. Los ahorros prometidos por la operadora, que ascienden a 285 millones anuales a partir del ejercicio 2025, son significativamente superiores a los de los dos últimos planes (230 millones en 2021 y 220 millones en 2019). Esos 360.000 euros por empleado están muy lejos de los más de 600.000 que se manejaron en el plan de suspensión de la década pasada o de los menos de algo menos de 500.000 del ejecutado en 2021.

Este ahorro en los desembolsos futuros viene determinado por dos circunstancias. Una tiene que ver con las condiciones económicas pactadas con la empresa por la representación de los trabajadores. En los dos planes de suspensión anteriores se mantenían las rentas hasta los 65 años, mientras que en esta ocasión el periodo entre los 63 y 65 años se recortan de manera relevante los pagos, que deberían ser compensados por la pensión de jubilación anticipada. A esto hay que sumar la creación de dos categorías para los mayores de 55 años -antes había una- que penaliza a los mayores de 60 años, que pasan del 65% al 52% del salario.

A esto hay que sumar el peso que tendrá en el ERE el personal más veterano. En los anteriores planes de bajas, según explican fuentes sindicales, el grueso de las salidas se producía entre los trabajadores más 'jóvenes' (alrededor de los 55 años de edad). Esto llevaba a un coste más alto para llegar a la jubilación desembolsando las rentas. Ahora, los profesionales más veteranos -algunos vinculados a actividades señaladas por la dirección como la gestión y mantenimiento de las centrales de cobre- tendrán prioridad para salir.

Según queda establecido en el texto del ERE, hay cuatro criterios de selección. Con carácter preferente se sumarán los algo más de 100 empleados vetados que no pudieron sumarse al PSI de 2021. Después está la condición de pertenecer a departamentos y áreas donde existe un "excedente de plantilla" -aún no se han hecho públicas-. Se busca "primar la voluntariedad" en esas áreas. Y, por último y más relevante para este intento por reducir los equipos más veteranos, la edad también contará. Habrá preferencia para las salidas a los de mayor edad con una "fecha de acceso más próxima a la jubilación". Esto recortaría el desembolso de Telefónica hasta eso 65 años.

Esta priorización de los más veteranos no sólo se extiende para las salidas voluntarias. También lo hará para los despidos forzosos. Hay que recordar que en los anteriores planes de bajas ha habido una parte no menor de la plantilla potencialmente beneficiaria que no se ha sumado de manera voluntaria. La diferencia respecto a otros procesos es que en esta ocasión se contempla la forzosidad, algo que ha sido criticado en el seno de CCOO -que ha mantenido una fuerte división interna respecto al acuerdo, que finalmente salió adelante-.

Hay que recordar que este ERE precede a un plan estratégico en el que Telefónica se comprometió a llevar a cabo una reducción de todo el gasto operativo. Así planteó a los analistas en el pasado 'Investor Day' de noviembre que llevará a cabo durante la vida de la hoja de ruta un "programa de transformación" para reducir los desembolsos indirectos, neutralizar los efectos de la inflación y "prepararse para el futuro". Estaba valorado en 600 millones de euros y ahí se incluían los correspondientes a la reducción de personal.

Las semanas que quedan

Ahora quedan semanas en las que la plantilla de Telefónica moverá ficha. El periodo de adscripciones voluntarias arranca el próximo 9 de enero y acabará el 8 de febrero. La empresa debe comunicar a cada empleado que haya solicitado su aceptación o rechazo de la petición, una vez evaluada la misma -hay capacidad de veto-. Esto se tendrá que formalizar antes del 14 de febrero de 2024, siendo la fecha de extinción del contrato en términos generales el 29 de febrero.

Serán las tres filiales afectadas -Telefónica de España, Móviles y Soluciones- las que decidan la fecha concreta de cada una de las salidas. Aunque se priorizará que el grueso de salidas se lleve a cabo el 29 de febrero, la operadora se reserva la posibilidad de mantener la ventana abierta hasta el próximo 31 de marzo de 2025 en función de las necesidades operativas en cada una de las áreas.

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