Telefónica va a ser uno de los grandes protagonistas en la ola de fondos europeos dedicados a la digitalización en España durante los próximos años. Y la operadora de telecomunicaciones muestra su preocupación por la situación política en el país y cómo ésta puede impactar en todo el proceso. Lo hace en el informe anual registrado ante el regulador de Wall Street, donde insiste en que la "fragmentación parlamentaria" y la falta de acuerdo en asuntos clave puede tener efectos en la llegada del dinero. El propio presidente, José María Álvarez-Pallete, reclamó el pasado mes de noviembre que el Ejecutivo y el resto de administraciones debían concentrarse en que estas ayudas lleguen "cuanto antes".
"Telefónica es y será un actor fundamental en la reconstrucción; y ponemos toda nuestra experiencia y recursos para ayudar", aseguraba Álvarez-Pallete, durante la presentación de la llamada Estrategia España Digital 2025, con la que el Gobierno pretende movilizar 140.000 millones de euros de inversión pública y privada durante los próximos cinco años. La compañía acudirá con proyectos y tratará de beneficiarse ofreciendo sus servicios a muchas de las pequeñas y medianas empresas que presentarán candidaturas. Prueba de la importancia de estas ayudas para el negocio español es que aprovechó la reorganización de la cúpula española para colocar a Marisa Urquía, hasta la fecha directora general en Madrid, como nueva responsable del área de Transformación, dentro del comité ejecutivo, con el objetivo de que coordine todas las actuaciones.
En este contexto, Álvarez-Pallete y su equipo no quieren que la gestión política enturbie este alud de dinero para proyectos digitales. Y ante la SEC estadounidense coloca un primer riesgo financiero: las políticas económicas a implantarse a partir de este año 2021, "dado el alto nivel de fragmentación parlamentaria y la falta de acuerdo sobre cuestiones clave". Esto aplica "especialmente" en la gestión del Fondo Europeo de Reconstrucción, según asegura. En los informes de los últimos años se había apuntado esta división en el arco parlamentario, pero en esta ocasión lo relaciona de una manera muy clara con la gestión de unos fondos clave en cuyo diseño Telefónica ha tenido mucha voz.
¿Cuánto dinero hay en juego para Telefónica? Pese a que otras compañías cotizadas han dado algunas pistas o previsiones económicas, desde al operadora se han limitado a asegurar que ya han presentado propuestas específicas para beneficiarse de los fondos. "Estamos mejor posicionados para aprovechar al máximo estas ayudas; la materialización de esto será en la última parte de 2021 y luego en los próximos años... tan pronto como sea todo más preciso, podremos contabilizarlos en nuestras previsiones", aseguraba ante las preguntas de los analistas el consejero delegado del grupo, Ángel Vilá.
En concreto, el Gobierno pretende movilizar 140.000 millones público-privados. Hasta el año 2023 se dispondrá de unos 70.000 millones de euros y para los dos siguientes el resto. El desembolso público, según confirmó el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado mes de julio ante el propio Álvarez-Pallete en el acto de presentación de la estrategia digital, se va a situar en los 20.000 millones de euros en cada uno de los tres primeros ejercicios, de los que 15.000 procederán de los fondos europeos de reconstrucción acordados en el seno de la Unión Europa (UE), mientras que los otros 50.000 millones corresponderán a las empresas privadas
Cataluña desaparece como riesgo
La advertencia en su informe de riesgos financieros, que se suma a la que ya hizo uno de sus grandes proveedores -el gigante sueco Ericsson- por una gobernabilidad "muy complicada", se suma a la que ha elevado el Consejo de Estado en un informe de 97 páginas que hizo público este lunes y que hace referencia al real decreto-ley que aprobó el Gobierno el pasado 30 de diciembre. El órgano presidido por María Teresa Fernández de la Vega advierte de la "supresión de la práctica totalidad de los instrumentos de control previstos con carácter general para la suscripción" de los convenios que darán acceso a los fondos.
Telefónica avisa del riesgo de un impacto económico mayor de la Covid y de las preocupaciones por la sostenibilidad de la deuda española
Al margen de los fondos europeos, Telefónica hace un cambio en su particular relato de los riesgos financieros en España. Durante los últimos años ha señalado la inestabilidad política en Cataluña y el impacto negativo que podría producirse en las condiciones de financiación y el escenario macroeconómico si reaparecían las tensiones entre los partidos. Sin embargo, en esta ocasión ha desaparecido del informe presentado justo dos semanas después de que se celebraran las últimas elecciones al Parlament catalán, tras las cuales el candidato de ERC, Pere Aragonés, pretende formar gobierno con Junts Per Catalunya, la Cup y En Comú Podem.
El conflicto catalán ha sido sustituido por el riesgo a un impacto económico "mayor de la pandemia, resultando en un mayor número de cierres de empresas o en niveles más altos de desempleo". El propio presidente ejecutivo aseguraba a preguntas de los analistas tras los resultados presentados la pasada semana que todavía existen "algunas incertidumbres" en torno a la Covid. En su informe, la multinacional alerta de la contracción de la economía española registrada en la última parte del año a pesar de la "magnitud de los paquetes fiscales por el gobierno nacional de España, cuyo objetivo es mantener la estructura productiva y, dado el volumen, genera preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda en el medio y largo plazo". Este análisis llega apenas seis meses después de que él mismo defendiera que había motivos para ser optimista en el mercado español, al contar con "expectativas positivas" para la segunda parte de 2020. En el cuarto trimestre, los ingresos de la operadora cayeron un 12%, aunque el Ebitda mejoró un 2,2%.
El tercer riesgo financiero que la operadora española señala es similar al de otros ejercicios: las medidas proteccionistas de algunos países y su efecto en la economía española y en sus propias cuentas. En este sentido vuelve a poner el dedo en la llaga de la guerra comercial y la dependencia que tiene hacia una serie de proveedores de teléfonos móviles (uno de ellos ubicado en China) y ocho proveedores de infraestructura de red (dos de ellos en China). Entre estos últimos se encuentra Huawei. "La adopción de bloqueos u otras medidas restrictivas como resultado de la Covid o de cualquier otra crisis, puede tener un impacto adverso en algunos de los proveedores y actores de la industria", asegura en el documento. Sin mencionar al gigante asiático, vuelve a insistir en que la imposición de restricciones comerciales podría resultar en "mayores costes y menores márgenes" para el grupo.
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