'Conexión lusa' para el negocio ibérico

Vodafone elige a un ejecutivo histórico de Portugal para recuperar el pulso en España

La operadora recurre a una persona de confianza de Antonio Coimbra, exCEO español, sin un perfil especialmente agresivo. La venta del negocio fijo y la vuelta el crecimiento comercial son dos de los grandes retos.

Mário Vaz, CEO de Vodafone España
Mário Vaz, CEO de Vodafone España
Europa Press

Vodafone ha desempolvado el libreto que utilizó hace algo más de una década en España. Recurre al primer ejecutivo de la vecina Portugal para tratar de recuperar el pulso en el mercado local. En 2012 fue Antonio Coimbra el elegido. Ahora, el designado es Mario Vaz otro directivo histórico del país luso que, además, fue persona de confianza del propio Coimbra y a la postre su sucesor. La tarea que tiene por delante la nueva cabeza visible de la teleco británica se centra en algo claro: darle la vuelta al mercado español en el que la fusión de Orange y Másmóvil moverá más piezas.

El perfil es el de un 'ejecutivo de la casa' no especialmente agresivo. Existía la posibilidad de atraer al primer puesto del consejo de dirección de la operadora a una persona especializada en llevar a cabo cambios de rumbo relevantes (lo que se conoce en el argot en inglés como 'turnaround') en grandes compañías. Finalmente se opta por un libreto más conocido en el grupo, sin grandes estridencias. Y lo hace en un momento en el que el grupo sigue en busca de sustituto para el puesto de primer ejecutivo a nivel global tras la marcha de Nick Read meses atrás tras la presión de algunos de los fondos activistas.

Con este perfil menos 'rupturista', Vodafone aborda una etapa con numerosos retos. El fundamental es recuperar el crecimiento comercial en España, donde la presión por el 'low cost' le está pasando factura.  En el periodo de Colman Deegan, que aterrizó en el complicado año 2020, se ha intentado una reconfiguración de las tarifas y alguna iniciativa para la diversificación de negocio. Pero la fuerte competencia -aseguran que más del 60% de las portabilidades se hacen en el bajo coste- les ha llevado a acumular seis trimestres consecutivos de caída en ingresos por servicio (procedentes de la conectividad) y un resentimiento en el terreno de la rentabilidad.

Otro de esos retos que Mário Vaz tiene por delante es el de la rentabilización de los activos españoles para contar con recursos con los que abordar las fuertes inversiones de despliegue de los próximos dos o o tres años. La venta del negocio fijo -que en su gran mayoría es red de cable, una tecnología procedente de la compra de ONO en 2014 y muy diferente a la de la fibra- ha estado sobre la mesa en los últimos tres ejercicios. Se ha elegido asesor financiero, pero no se ha cerrado ninguna transacción. Era una de las opciones que había para cristalizar el valor de años de importantes inversiones en infraestructura en este país.

La operadora debe encontrar su sitio en un mercado español 'post-fusión' entre Orange y Másmóvil. Esta transacción se tendrá que sustanciar este año. Bruselas dará su veredicto en la segunda parte del ejercicio y, si no se plantean medidas correctoras muy agresivas, lo lógico es que se acabe firmando. En ese escenario, Vodafone se quedará en un tercer puesto, pero muy alejado del segundo, y con un cuarto (Digi) en plena tendencia al alza y con músculo financiero creciente para abordar despliegues de red. Este mismo miércoles se anunció un acuerdo con el fondo de inversión Aberdeen para desembolsar 300 millones en tres años con los que extender fibra propia en Andalucía.

Es el artífice de la 'paquetización' de fibra y móvil en Vodafone Portugal y también de la consolidación con la compra de la operadora de Másmóvil en el país en 2022

Existe la posibilidad de una consolidación entre los operadores más pequeños en España. Vaz tiene experiencia previa, pues ya lo hizo en el mercado portugués. En septiembre pasado aprobó como consejero delegado la compra por un valor de unos 150 millones de euros de Nowo, la operadora controlada por Másmóvil y sus accionistas en el país (unos activos que se habían quedado fuera del acuerdo de 'joint venture' con Orange). Es decir, el tercero en cuota de mercado de paquetes de fibra y móvil con algo más de un 20% se quedaba con el cuarto, que atesoraba un 3%.

El perfil y la trayectoria de Vaz es similar a uno de sus predecesores. En aquel año 2012 en el que el recién nombrado consejero delegado de Vodafone España sustituía a Antonio Coimbra en Portugal, uno de los mayores diarios económicos del país, Jornal de Negocios, hablaba de él como un "hombre de la casa y de confianza" del propio Coimbra. Ejerció de 'número 2' de facto del país siendo el responsable del mercado residencial. Cabría esperar una estrategia no especialmente rompedora y más continuista.

Experiencia en Portugal

La mayor parte de su trayectoria vital ha desempeñado tareas directivas en Vodafone Portugal. Al igual que Coimbra, aterrizó en el año 1992, cuando arrancaron las operaciones de Telecel, predecesor de la operadora en la liberalización del sector de las telecomunicaciones. El mercado luso es mucho más pequeño que el español, por el tamaño de la población, pero la configuración es relativamente similar. Vaz ha sido el artífice de la 'paquetización' de la conectividad en el grupo, con 4,2 millones de hogares con fibra (frente a los 200.000 que había a su llegada). También se ha tenido que ver las caras con Digi, que aterrizó en esta 'plaza' con una estrategia agresiva en precio muy similar a la seguida en España. De hecho, esa creciente competencia en el país le llevó a criticar duramente las condiciones impuestas por los reguladores en la subasta de espectro radioeléctrico de 5G.

Tras un primer trimestre de transición después de la dimisión anunciada de Deegan, Vodafone se enfrenta a un momento clave en este año 2023. La operadora busca recuperar el pulso comercial mientras mira de reojo a la fusión de Orange y Másmóvil. Los británicos han repetido el mismo libreto que en el año 2012, cuando llegó Coimbra desde Portugal. Mário Vaz está llamado a liderar esa transición.

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