La batalla del 'low cost' sigue pasando factura a las operadoras de telecomunicaciones en el mercado español. Vodafone ha recortado un 6% el total de ingresos durante su primer semestre fiscal, que va desde el mes de abril hasta septiembre, al situarse ligeramente por debajo de los 2.000 millones de euros. La reducción de las ventas por servicio es del 4,5%. La pugna por el segmento de bajo valor junto con una reducción del negocio mayorista y también en las ventas de terminales han marcado la tendencia. Eso sí, el desempeño comercial mejoró con 59.000 altas netas positivas en líneas móviles, si se excluye el efecto de desconexiones puntuales de SIMs.
En total, en esos primeros seis meses hasta septiembre ingresaron 1.965 millones de euros, frente a los 2.090 del mismo periodo del año pasado. Si se analiza el volumen de facturación procedente de los servicios tradicionales de conectividad (lo que se conoce en el argot como ingresos por servicios), la reducción es del 4,5% hasta los 1.782 millones. La categoría de 'Otros Ingresos', en los que se incluyen los mayoristas, también se ha reducido de manera significativa, por la bajada en la distribución de teléfonos móviles.
La compañía justifica este comportamiento en los ingresos por servicio con un crecimiento del low cost, una base de clientes menor y la reducción de los precios de las tarifas de terminación móvil, parcialmente compensados por mayores ingresos por el consumo de datos de turistas. La ralentización de la evolución entre el primer y el segundo trimestre se debió en gran medida a la actualización de las tarifas efectuada a mediados del año pasado, así como a un mejor comportamiento del negocio de administraciones públicas entre abril y junio de este año.
El resultado bruto (Ebitda) ajustado se mantiene estable ante las eficiencias en costes y una devolución de impuestos ante una resolución judicial favorable
El rendimiento comercial mejoró, aunque hay un hecho que trastoca las cifras: la desconexión de 123.000 líneas relacionadas con SIM comerciales temporales proporcionadas a escuelas y proveedores de educación superior durante la pandemia. Si se excluye ese efecto, la base de clientes de contrato ha crecido en 97.000, gracias a los 152.000 nuevos de Lowi. Lo que se conoce como 'churn', es decir la tasa de abandono, ha mejorado en 3,6 puntos porcentuales. En cuanto a la banda ancha, se recortó en 40.000 clientes la base de banda ancha y en 10.000 la de televisión de pago.
Rentabilidad estable
En cuanto a rentabilidad, la compañía mantiene estable el resultado bruto (Ebitda) ajustado en los 445 millones de euros, pese a la caída de ingresos. Esto se explica, según la empresa, por un esfuerzo en la parte de los costes, con más eficiencias, y en la devolución de impuestos causada por una resolución judicial favorable, de la que no da más datos.
En ese plan de eficiencias, la empresa destaca en su presentación a analistas que está habiendo ahorros en procesos internos y en el área de distribución. En cuanto al gasto energético asegura que el 100% de esos costes están 'topados' hasta 2024 y el 50% del total a partir de entonces está fijado a "precios atractivos". Sobre la venta de su red fija de cable, el grupo asegura que está trabajando en "oportunidades" para crear una compañía de red a la que dar entrada a un socio financiero. Para ello ya ha reclutado como asesor financiero a Evercore.
En el segmento de empresas, el grupo destaca que siguen viendo "una buena demanda" de sus productos, incluido "un número significativo" de solicitudes de registro en el programa del 'Digital Toolkit' de ayudas del Gobierno con fondos europeos. Debido a los retrasos en el proceso de aprobación, se ha ampliado la primera fase. La segunda y tercera fase, dirigidas a empresas más pequeñas, se lanzaron en septiembre y octubre.
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