Alianza de socialistas y centristas, pero sin gobierno a la vista en España

  • El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) logró este miércoles el apoyo de los centristas de Ciudadanos par la investidura de su líder a la jefatura del gobierno, pero aún queda un arduo trabajo para superar el bloqueo político en España.

El secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, firmaron en el Congreso de los Diputados este acuerdo, negociado en los últimos días.

"Naturalmente, el pacto implica una votación a favor de la investidura", dijo a la radio Cadena Ser, Antonio Hernando, diputado que dirigió el equipo negociador del PSOE con los otros partidos.

El pacto contempla un programa "progresista y reformista", según Sánchez, con medidas para garantizar derechos sociales, limitar las subidas de impuestos o luchar contra la corrupción.

Este programa, que pasa por una reforma constitucional, también supone importantes reformas de orden territorial y judicial, como una revisión a la baja del aforamiento de políticos y la limitación a dos mandatos en la presidencia del gobierno.

El acuerdo implica, según Hernando, que los liberales darán sus 40 votos a Pedro Sánchez, en el debate parlamentario donde buscará la investidura como jefe del gobierno, en el que contaría por ahora con unos 130 votos de 350.

El debate está previsto para el primero de marzo, pero Sánchez aún tiene una ardua tarea ante él para lograr esa investidura.

Necesita el apoyo o la abstención de otras formaciones, especialmente del partido de izquierda radical Podemos, que dispone de 65 diputados.

"Son 90 votos más 40, no da ni aunque lo ratifiquen las ejecutivas de ambos partidos, ni aunque lo ratifique el Papa", declaró el líder de Podemos, Pablo Iglesias.

"Somos perfectamente conscientes de las matemáticas", dijo al respecto Hernando, quien añadió que ahora a las otras fuerzas "lo que les diremos es si quieren cambio o no quieren cambio", en referencia a esas fuerzas políticas que representan los 14 millones de electores que no han votado por el Partido Popular (derecha) en el poder desde 2011.

El Rey le encargó a Pedro Sánchez la formación de gobierno el 2 de febrero, tras renunciar a ello su adversario conservador, el jefe del gobierno saliente Mariano Rajoy, por falta de apoyos en el Parlamento, pese a que su partido fue el más votado en las legislativas con el 28,7% de los sufragios, por delante de PSOE (22%) y Podemos.

Todas las otras grandes formaciones (socialistas, centristas, Podemos) rechazan dejar gobernar al PP y prometen impedirle la investidura con sus votos, reprochándole sus múltiples escándalos de corrupción y las duras medidas de austeridad económica.

Así, PSOE y Ciudadanos seguirán, de aquí al primero de marz, intentando convencer a su izquierda (Podemos) y a la derecha (PP) de que no se opongan a una investidura del líder socialista.

Albert Rivera, líder de Ciudadanos, aún confía en poder convencer a la derecha de abstenerse.

"La gran mayoría de los votantes del PP estarían de acuerdo con los puntos del preacuerdo con el PSOE", defendió en la mañana de este miércoles uno de sus diputados, Fernando de Páramo.

Pero, el jefe del gobierno saliente, Mariano Rajoy, reiteró su firme oposición asegurando que "este pacto no sirve para nada", al repetir que votará en contra de la investidura.

Simultáneamente, el PSOE recurría a los mismos argumentos para seducir a Podemos.

"Muchas de las cosas que vienen en este pacto coinciden con las que ellos proponen en sus propios programas electorales", dijo Hernando.

Podemos, acusado en privado por algunos políticos socialistas de hacer todo lo posible para torpedear un gobierno dirigido por la otra gran fuerza de izquierda, fue más ambiguo.

El partido, que exige la vicepresidencia del gobierno, sigue negociando con los socialistas, pese a que siempre mostró su oposición a Ciudadanos, considerado demasiado liberal.

Podemos desea además la organización de un referéndum de autodeterminación en Cataluña, al que Ciudadanos y PSOE se oponen firmemente.

"Creemos que un gobierno de cambio es posible", declaró Irene Montero, una de las negociadoras de Podemos, cercana al líder Pablo Iglesias, antes de mostrar sus reticencias.

"No podemos asumir una proposición de gobierno que no contemple una reforma del impuesto sobre la renta", dijo.

mck/pmr/gr/zm

Mostrar comentarios