El juez ya lo está valorando

Anticorrupción solicita la libertad de Villarejo tras el choque con la Audiencia

La petición se debe a que el plazo máximo de los cuatro años que marca la ley vence antes del primer juicio por sus encargos privados. Villarejo, por su parte, vuelve a pedir la libertad.

Villarejo
Villarejo asegura que tiene copia de todo el material incautado en el registro a su domicilio. 
Agencia EFE

La Fiscalía Anticorrupción ha pedido la libertad del comisario jubilado José Manuel Villarejo. Según confirman fuentes jurídicas a este diario, la solicitud se enmarca en que el próximo mes de noviembre el policía cumpliría el máximo legal de cuatro años que puede estar en prisión provisional sin que para entonces se le hubiera juzgado todavía por sus encargos privados. La Audiencia Nacional fijó para diciembre la primera de las vistas orales (relativas a tres piezas por tres encargos de espionaje diferentes). Tanto es así que acordó su libertad solo para esas tres líneas de investigación, un hecho que derivó en un duro enfrentamiento con el Ministerio Fiscal y que ha provocado que, ahora, cambie de criterio y pida su libertad, aunque con medidas cautelares. El magistrado al frente de la causa valora su inminente puesta en libertad. 

De este modo, la Fiscalía solicita retirada del pasaporte, prohibición de salir de España y comparecencias en el juzgado ya que considera que todavía existe riesgo de fuga. Villarejo lleva en la prisión de Estremera desde su detención el 3 de noviembre de 2017. El estallido del bautizado como caso Tándem provocó su arresto y el de otros implicados en este procedimiento como el comisario jubilado Carlos Salamanca o el abogado Rafael Redondo. Sin embargo, el agente encubierto es el único que sigue en la cárcel pese a que reiteradamente ha pedido su libertad provisional alegando, entre otros motivos, problemas de salud (hace justo un mes tuvo que ser hospitalizado por la enfermedad de hipertensión que padece). 

A finales de octubre de 2019, y cuando se iban a cumplir los dos años de prisión provisional, el magistrado que instruye la causa, Manuel García Castellón, acordó su prórroga dos más, al considerar que todavía era latente el riesgo de fuga y de destrucción de pruebas. En todo este tiempo, los investigadores han ido abriendo nuevas líneas de investigación a medida que iban a analizando los documentos y grabaciones incautadas tanto a él como a su socio en los registros practicados tras sus detenciones. Resultado de ello ha sido la apertura, hasta la fecha, de una treintena de piezas separadas de las cuáles tres están pendientes de enjuiciarse el próximo mes de diciembre mientras el resto todavía sigue su curso. 

Choque con el tribunal

Estas tres partes de la macrocausa son las relativas al encargo del despacho de abogados Herrero y Asociados para espiar a otro de la competencia (Iron); la pieza sobre el encargo de una rama de la familia de los García-Cereceda (Land) y el proyecto Pintor. Este último es el que da nombre al trabajo que efectuó el comisario desde su entramado empresarial para los hermanos Juan y Fernando Muñoz. La Sala de lo Penal acordó celebrar en un mismo juicio estos tres asuntos al considerar que existe conexidad entre los hechos investigados y que los acusados afrontan, en su mayoría, delitos por cohecho (al estar Villarejo en activo en la Policía cuando desarrolló estos trabajos privados) y revelación de secretos ya que en sus espionajes habría interceptado llamadas telefónicas y accedido a datos bancarios y tributarios de manera ilegal. 

A la par que la Sala acordó celebrar estos tres juicios conjuntos, ordenó su libertad en esas tres piezas concretas, un hecho que no implicaba en la práctica su excarcelación puesto que cuenta con orden de prisión en las otras líneas de investigación. Esta decisión del tribunal que juzgará al espía no gustó a la Fiscalía Anticorrupción, motivo por el cual la recurrió alegando que existía riesgo de fuga del comisario. Este mismo martes la Sala de lo Penal respondió rechazando el recurso y confirmando su intención de dejarle en libertad en esas tres piezas. Los magistrados explicaron en un duro auto que se mantenían en su criterio y recordaron que los delitos más graves que afronta el comisario (como pertenencia a organización criminal) no se encuentran en ninguna de estas tres piezas.  

"La Sala no ha infringido el tratamiento estructural de la causa, como procedimiento único, al modificar la situación personal del principal investigado, siendo así que los delitos más graves que son objeto de la pieza de investigación principal, no lo son en esta, no pudiendo pretenderse bajo ningún concepto una proyección expansiva de la gravedad de las conductas que se persiguen en la principal", responden los magistrados. Se refieren con la principal a la primera investigación que se abrió a tenor de la denuncia de un empresario por la supuesta entrada ilegal en España a través de Barajas de ciudadanos guineanos. 

En respuesta, la Fiscalía Anticorrupción asume el dictamen de la Sala y pide que se le excarcele ya para no apurar el plazo máximo legal, no obstante mantiene que existen los riesgos a los que aludió en sus anteriores escritos teniendo en cuenta, además, que todavía siguen desencriptando el material que atesoraba el comisario en relación a sus trabajos de espionaje. El análisis de los mismos ha provocado la apertura de una treintena de piezas las cuáles han salpicado a grandes empresas y bancos del país como CaixaBank, BBVA, Repsol, Mutua, Iberdrola, Grupo Planeta o San José. Con todo, la causa también alcanzó la esfera policial y política por su implicación en el supuesto espionaje ilegal a Luis Bárcenas para arrebatarle las pruebas que pudiera tener de la trama Gürtel o la operación Cataluña, aunque este último asunto está apartado de la macrocausa. 

Villarejo pide su libertad

Por su parte, Villarejo no ha dejado de lanzar comunicados desde su ingreso en prisión. En todos ellos sostiene que la Policía era plenamente consciente de su actividad privada mientras ejercía como espía y que incluso se apoyó en sus empresas para sacar adelante algunas investigaciones. También alega que esta causa nace a modo de 'vendetta' como resultado de su enemistad manifiesta contra el exdirector del CNI Félix Sanz Roldán. De hecho, a comienzos de este año se sentó por primera vez en el banquillo por una denuncia que interpuso éste último contra él. Sanz Roldán dijo que no le conocía y rechazó que hubiera trabajado como agente encubierto para el Centro Nacional de Inteligencia, como así sostiene el comisario. La Justicia le absolvió. 

Ahora el comisario se ha adherido a la petición de Anticorrupción y ha pedido que le dejen en libertad. En un escrito al que ha tenido acceso La Información, su defensa asegura que ha estado en Estremera un periodo "dilatadísimo" de tiempo pese a que los delitos que afronta por estas piezas no superan los seis años. Además, se ampara en doctrina europea y en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) para apuntar que el tiempo que lleva en la cárcel "ha superado ya el triple" del que este tribunal considera objetable.

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