Casado esquiva dimitir por la catástrofe del PP y se aferra al 26-M para resistir

  • Desde Génova se advierte que la lucha entre candidatos de derechas de los últimos días de campaña ha sido muy negativa para todos ellos. 
El PP obtiene el peor resultado de su historia
El PP obtiene el peor resultado de su historia
EP

Pablo Casado ha sido el gran damnificado de las elecciones generales con una caída histórica del PP en votos y escaños que nadie esperaba en el partido, pero que, por lo pronto no parece que le vaya a costar el puesto al líder de la formación. Todos los líderes de la ejecutiva han cerrado filas en torno a su presidente en la misma noche electoral para salir al paso de las dudas que se habían desatado su permanencia, con la vista puesta en que dentro de menos de un mes tienen una cita importante con las urnas para decidir miles de ayuntamientos en los que gobiernan, la lista a las europeas y el control de comunidades autónomas tan importantes como Madrid, Murcia o Castilla y León, entre otras.

Fuentes internas de Génova aseguran que Casado sigue muy fuerte en el partido y con el apoyo de todos, si bien es cierto que ahora no se pueden permitir una dimisión que ahondaría más en su crisis interna y dejaría indefensos a cientos de candidatos municipales y autonómicos. El partido se ha marcado dos días de reflexión dura sobre el camino que hay que recorrer a corto plazo, para evitar que la dispersión del voto de la derecha que les ha provocado una caída tan amplia en las generales se convierta también en un nuevo fiasco el 26-M.

Egea avisa que el "proyecto del PP es a largo plazo"
Egea avisa que el "proyecto del PP es a largo plazo". / EP

“Las generales han servido para demostrar que de nada sirve quitarle votos al PP, más que para beneficiar a Sánchez”, aseguraban en la sede del partido este domingo, tras comprobar que los 2,6 millones de votos que se han ido con Vox han detraído un gran número de diputados y, sobre todo, de senadores al PP. “Con lo caro que le sale el diputado a Vox con esta ley electoral -aseguran desde el PP-, las generales han servido para demostrar que la disgregación del voto de la derecha ha tirado a la basura muchos escaños que en manos del PP o de una coalición de los dos partidos se habría podido aprovechar mucho mejor”.

Ese fenómeno es el que ahora se va a analizar en cada ayuntamiento y autonomía que están en juego dentro de un mes, para que el enfrentamiento entre formaciones liberales y de derechas no genere una situación similar el 26-M y se llegue a otro fiasco electoral. El hecho de que haya hasta cinco partidos representativos en estas elecciones complica las negociaciones en cada caso y puede hacer que el PP se quede fuera de muchos ayuntamientos por las diferentes pinzas o pactos que puedan hacerse.

"Los ciudadanos deben revisar ahora los discursos de la noche electoral y ver qué es lo que cada uno plantea, para darse cuenta de lo que se pierde sin una derecha unida", insisten algunos miembros destacados del a cúpula del PP, que saben que dentro de un mes se lo juegan todo en las municipales y autonómicas. 

Sin menciones a la corrupción 

El pacto de silencio que se ha generado en el PP y, sobre todo, en torno a la validez de su presidente ha evitado por el momento reconocer que los casos de corrupción y la división interna que ha sufrido el partido, después de las primarias de Casado con Soraya Sáenz de Santamaría, han sido también un peso muerto que ha impedido al PP mantenerse a flote con los 137 escaños que tenía en el Congreso. Ni siquiera con una pérdida menor que la sufrida. 

Los barones territoriales del partido se reúnen este martes para analizar los resultados y examinar si la estrategia seguida en las generales y que sirvió para aguantar en Andalucía con un pacto con Ciudadanos y Vox, es la acertada o no. Centrar todos los debates en los supuestos pactos de Sánchez con los independentistas y la lucha dialéctica a base de grandes descalificaciones no ha sido tan efectiva en las generales como en el caso andaluz. 

También entienden en el seno del partido que no es bueno que se vuelva a repetir el enfrentamiento entre formaciones de la derecha en los últimos días de campaña, sobre todo a partir de los dos debates televisivos y la 'pelea' personalista entre los candidatos. El análisis preliminar del desastre del PP en las generales se centra más en Vox que en Ciudadanos, dado que en la formación de Rivera ven un socio menos fiable para sus intereses y muy peligroso para quitarles el único 'leit motiv' político que ahora les queda, que es ser líderes de la oposición, al menos, durante cuatro años. 

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